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Retenciones: La Mesa de Enlace denuncia un pacto secreto de las cerealeras y quieren detonar el Consejo Agroindustrial

 Los dirigentes sospechan de un acuerdo entre el Gobierno y las cerealeras para afectar a los productores con las retenciones. Presiones políticas e intereses cruzados.

La baja de retenciones a la soja anunciada el jueves pasado por el Gobierno generó fuertes internas en el campo. En la Mesa de Enlace hay dirigentes que empezaron a trabajar para detonar el flamante Consejo Agroindustrial, según pudo averiguar LPO.

Las diferencias quedaron en evidencia el mismo día del anuncio oficial. Los principales directivos de las entidades rurales decidieron no asistir a la Casa Rosada. "Nos avisaron dos horas antes", contó Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria (FAA).

El número uno de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, sacó pecho e intentó hacer notar internamente que su decisión de no incluir a la entidad en el Consejo Agroindustrial fue acertada (a diferencia de FAA, Coninagro y CRA que sí lo integran).

En los últimos días CARBAP, cuyos dirigentes son cercanos a Juntos por el Cambio, empezó a presionar para retirar a CRA -su entidad madre- del Consejo Agroindustrial que reúne a más de 55 cámaras y asociaciones representantes de toda la cadena de valor.

El tema es que hoy por hoy el único canal de diálogo abierto del campo con el Gobierno es a través del Consejo Agroindustrial. La Mesa de Enlace, de hecho, mantuvo algunas reuniones con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, sin resultado alguno.Anuncian una baja de 3 puntos de las retenciones a la soja y dejan afuera a la carne

Los principales referentes del Consejo Agroindustrial son, entre otros, José Martins (Bolsa de Cereales de Buenos Aires), Gustavo Idígoras (CIARA-CEC), Dardo Chiesa (Mesa de Carnes), Roberto Domenech (CEPA) y Diego Cifarelli (FAIM).

En octubre estos empresarios recién mencionados tienen previsto una amplia agenda de reuniones con distintos funcionarios y dirigentes políticos con el objetivo de seguir avanzando con su proyecto de Ley para aumentar las exportaciones y crear empleo.

El hecho de que tres de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace integren el Consejo Agroindustrial le dio peso y capital político al sector para encarar negociaciones con el Gobierno e incluir en la agenda de pedidos los planteos de los productores rurales.

Entre los empresarios vinculados al campo intentaron bajar el tono a las internas. "La baja de retenciones se reflejará en una mejora de precios al productor. Sabemos que no es suficiente, pero va en el camino de reducir la carga fiscal de la cadena", dijeron.

La suba de precios en el mercado local se vio reflejada, incluso, en los días previos al anuncio adelantado en exclusiva el miércoles por LPO. Sólo en septiembre el valor futuro de la soja tuvo una suba del 22% en el Matba/Rofex llegando a los 294 dólares.

La Mesa de Enlace en pie de guerra

En este contexto, la Mesa de Enlace salió con los tapones de punta después del anuncio de baja de retenciones. "Estas medidas están orientadas a una transferencia de los productores a otros sectores de la economía", apuntaron en un comunicado de prensa.

"Una baja circunstancial y temporal de unos puntos de retenciones no resuelven ninguna situación. Sólo beneficia a algunos actores, que en particular no somos los productores agropecuarios", agregaron las cuatro entidades en referencia a las grandes cerealeras.

En rigor, lo que molestó a la Mesa de Enlace fue que la baja escalonada de retenciones del 33 al 30% por un plazo de 90 días para el complejo sojero no incluyó ninguna medida a favor del sector cárnico, la lechería y las economías regionales.

Se trata de sectores que pagan actualmente entre 4 y 12% de retenciones que están siendo fuertemente castigados por el congelamiento de precios internos dispuesto por la Secretaría de Comercio, la suba de costos productivos y la brecha cambiaria.El mercado se anticipó a la baja de retenciones y respondió con subas para la soja

Hasta unas horas antes del anuncio, tal como contó este medio, se especuló con una baja de retenciones a la carne vacuna -del 9 al 5%- como una señal de reconocimiento y apoyo a un sector que viene creciendo de manera exponencial en los últimos años.

A último momento se decidió dar marcha atrás con esta medida por el costo fiscal que tendría para el Estado. Esto generó el malestar de Dardo Chiesa, el coordinador de la Mesa de Carnes, que estuvo en la Casa Rosada y esperaba un anuncio favorable.

Pelea por el diferencial

La disputa de fondo entre la Mesa de Enlace y las cerealeras es el diferencial arancelario que ahora volvió a regir en el complejo sojero. La Rural históricamente se manifestó en contra de que la harina y el aceite paguen menos retenciones que el poroto.

En 2018 el ex ministro de Agricultura y presidente de La Rural, Luis Miguel Etchevehere, eliminó esa ventaja arancelaria que tenían esos dos productos e igualó el impuesto para todo el complejo generando una pérdida en el sector agroexporatdor.

El objetivo de que la harina y el aceite paguen menos retenciones que el poroto de soja es fomentar el valor agregado y evitar la primarización de las exportaciones en un complejo agroindustrial que genera más de 300.000 empleos directos en todo el país.

Los productores pagan las retenciones de manera indirecta por lo que consideran que se trata de un impuesto que distorsiona el normal funcionamiento de la cadena. Esto ocurre dado que los exportadores se lo descuentan del precio para luego abonárselo al Estado.

En las entidades, sobre todo en La Rural, están convencidos que la baja de retenciones a la soja se trató más bien de un acuerdo entre los exportadores y el Gobierno para volver a aplicar diferenciales arancelarios y, en definitiva, afectar a los productores primarios.

La liquidación de divisas del sector muestra niveles acordes a los registrados en los últimos años (15.133 millones de dólares en enero-septiembre). En el último trimestre se estima que se incrementaría de la mano de los buenos precios que tiene la soja.