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VALEN MENOS QUE ZOOM Y AVANZARÁN CON FUSIONES Y DESPIDOS Banqueros del mundo en alerta: Temen una recuperación en W y una nueva ola de quiebre de empresas

Detrás de las noticias sobre confirmados y muertos de coronavirus hay una burbuja a punto de estallar. Lo advierten los propios ejecutivos de los bancos y fondos de inversión más importantes del mundo: miran sus números y no lo pueden creer, desesperan, analizan fusiones y una ola de despidos a lo largo y ancho del planeta para recortar gastos. Las empresas y clientes, no importa ya el tamaño de sus carteras, no están pudiendo hacer frente a las deudas y son los bancos los que están absorbiendo en este momento todo el impacto. Pero advierten: "Luego llegará el momento de cobrar esas deudas, por lo que muchas empresas tendrán que quebrar. Eso será muy doloroso".

Si bien los números pueden estar en verde en las pizarras de Wall Street algunas semanas y luego corregir, los principales bancos del mundo se están haciendo pedazos.
Un impactante informe del influyente medio británico Financial Times advierte que "las provisiones para pérdidas crediticias son las más altas en una década mientras los prestamistas se preparan para las quiebras de empresas a gran escala".
En medio de un largo artículo -para los tiempos que corren-, desliza algo que están hablando ejecutivos muy importantes desde hace varios días: la recuperación no sería ni en V ni en forma de pipa de Nike sino como una W. Es decir, antes de la post-pandemia vendrá un nuevo derrumbe de la economía global y eso podría ocurrir muy pronto. Es que ahora muchos países muestran repuntes en el consumo y en las industrias casi en forma de V pero no logran volver al piso pre-pandemia. Los rebrotes y el temor de las personas a perder la vida podrían generar otra V, formándose entonces la W.
“Si paso por mis últimos ocho años, tuvimos muchos mini-terremotos, pero nunca de la magnitud de lo que estamos viendo ahora”, dijo el director ejecutivo de UBS Sergio Ermotti, de 60 años.
“Esta es una crisis impulsada por el miedo de una manera diferente... esta vez no se trata solo de que las personas pierdan sus activos o ahorros, se trata de su vida, se trata de sus familias. Es tan profundo, tan diferente", agrega luego de que sus acciones cayeran un 10% este año que, junto con Morgan Stanley, son los que mejor parados están en esta crisis gracias a una rama de gestión patrimonial que abrieron durante la pandemia para asesorar a multimillonarios sobre cómo negociar en la pandemia.
Otros bancos más pequeños enfocados en pymes y consumidores están muy preocupados porque entienden que ahora está todo contenido por los desembolsos de gobiernos para apuntalar el sistema pero ese esquema no durará por mucho tiempo.
"Para los grandes bancos nacionales, que enfrentan tasas de interés cero en el futuro previsible y una exposición crediticia significativa, ¿cómo se puede tener confianza?", pregunta Bob Diamond, quien dirigió Barclays durante la última crisis. "Por favor, explícame de dónde provienen las ganancias", insistió al FT.
Los bancos europeos están desesperados porque saben que en la historia ellos siempre han sufrido más que sus rivales estadounidenses.
Las grandes pérdidas crediticias son la principal preocupación, detalló dicho medio: "Seis meses después de Covid-19, las cifras ya son asombrosas. Los 15 bancos más grandes de los Estados Unidos han reservado 76.000 millones de dólares para cubrir las deudas incobrables proyectadas y sus 32 primos europeos más grandes, 56.000 millones de euros, según muestran los datos de Citigroup. 
El total combinado de $139 mil millones en provisiones para préstamos incobrables es el más alto desde los $186 mil millones alcanzados en la segunda mitad de 2009, el punto más bajo de la crisis financiera que derrumbó a Bear Stearns y Lehman Brothers. Utilizando una muestra más amplia de bancos, los consultores de Accenture advierten que las pérdidas estimadas por deudas incobrables podrían aumentar a $880 mil millones para fines de 2022".
Eso no es todo. En los EE. UU., ahora deben prever pérdidas de por vida basadas en las últimas perspectivas económicas.
En el Reino Unido está preocupando la falta de pago en tarjetas de créditos, hipotecas y alquileres, generan un estrés fenomenal en los libros de préstamos.
Simplemente por dar un dato para no aburrir tanto con los números: "JPMorgan canceló solo US$1.6 mil millones en préstamos en su cartera de préstamos de US$998 mil millones en sus resultados del segundo trimestre.
El mayor prestamista hipotecario del Reino Unido, Lloyds, ha cancelado hasta ahora solo £10,5 millones de su libro de préstamos para pequeñas empresas de £38,4 mil millones, muy por debajo del promedio de los últimos tres años, a pesar de que los ejecutivos dicen que los préstamos incobrables podrían alcanzar £ 5,5 mil millones de su libro de préstamos total de £ 440 mil millones este año", graficó FT.
Los grandes bancos lograron amortiguar el impacto emitiendo acciones, cobrando tarifas de deuda corporativa récord y aumento en los ingresos de mercados históricamente volátiles.
Sin embargo, ese boom comercial no durará. El jefe de JPMorgan, Jamie Dimon, advirtió que los ingresos de los mercados podrían reducirse a la mitad durante el resto del año. 
"Las acciones de los bancos europeos han caído un 39% este año en comparación con una caída del 13% en el índice de referencia Stoxx Europe 600. En los EE. UU., el índice Nasdaq Bank ha caído más de un tercio, mientras que el S&P 500 se mantiene plano durante el año. Eso ha eliminado un valor combinado de $ 987 mil millones para los accionistas", según los últimos números de CitiGroup.
"Los bancos han cumplido su papel en la macroeconomía esta vez", dijo a FT Philipp Hildebrand, quien dirigió la estabilidad financiera en el Banco Nacional Suizo en 2008 y ahora es vicepresidente de BlackRock, el administrador de activos de US$ 7,3 billones. "Pero en Europa, al menos, no se han desempeñado desde el punto de vista de los accionistas".
Incluso los más resistentes no se han librado. “Me siento un poco exasperado”, admitió Thomas Gottstein, director ejecutivo de Credit Suisse, refiriéndose a la reacción negativa a las ganancias del segundo trimestre de 1.800 millones de dólares de su banco, un aumento del 19 por ciento interanual.
Los inversores ya no “diferencian entre suizos, otros bancos europeos y los bancos estadounidenses. Nos meten a todos en la misma bolsa”, agregó. “Hay mucha preocupación por una segunda ola (de coronavirus), una recuperación en forma de W, otro bloqueo... Hay mucho cinismo ahí fuera".
FT insistió: "Los bancos europeos cotizan a una media del 48 por ciento del valor contable de sus activos netos en comparación con el 89 por ciento en Estados Unidos. Los campeones nacionales centenarios Barclays (€ 17.4 mil millones), Deutsche Bank (€ 15.6 mil millones) y UniCredit de Italia (€ 17.2 mil millones) valen colectivamente menos que Zoom, la compañía de videoconferencia de $ 72 mil millones (€ 61 mil millones) fundada en 2011".
Ya descartada la recuperación en V y la posibilidad de aumentar los ingresos, los ejecutivos deben recortar costos para proteger las ganancias anémicas, particularmente en Europa. HSBC y Deutsche Bank suspendieron en marzo los despidos anunciados anteriormente, pero menos de dos meses después, se reanudaron los despidos y se prometieron recortes más profundos.
“La administración del banco se ha centrado en la supervivencia hasta ahora, evitando las pieles de banano y apareciendo socialmente útiles, lo que han hecho muy bien”, dijo Stuart Graham, fundador de Autonomous Research. “Pero a medida que salen en busca de aire y miran hacia 2021 y 2022, hay mucha presión para reajustar fundamentalmente su base de costos, orgánicamente o mediante la consolidación. Si esta crisis no es la motivación para abordarla finalmente, ¿cuál es?".
Los gobiernos deben estar atentos a estos artículos en los que además pronostican el quiebre de muchas empresas: "A medida que se retiran los esquemas de apoyo del gobierno y los prestatarios comienzan a quedarse cortos en sus préstamos, los bancos pueden tener que sacrificar su preciado papel como los buenos. Hasta ahora, han estado dispuestos a conducir billones de apoyo gubernamental y han simpatizado en gran medida con los clientes en apuros, pero eso cambiará", enfatizó Financial Times.
Para muestra, sólo un botón: 
“Todavía hay una gran culpa por la última crisis, solíamos ser los pilares de la sociedad y luego nos pusieron en la picota”, dijo el director ejecutivo de un gran banco del Reino Unido, que pidió no ser identificado. "Ahora queremos ser los héroes, salvar la economía y ser nombrados caballero cuando se acabe". 
“Sin embargo, llegaremos a un punto en el que habrá que cobrar la deuda y entonces empezarán las decisiones difíciles”, añadió. “Muchas de estas empresas van a quebrar, tendremos que cancelar la deuda y eso será doloroso. Entonces será difícil ser los héroes".


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