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La movida despertó un sinfín de críticas y protestas de los habitantes de la zona. “Esto tira para atrás todo lo que venimos haciendo desde marzo. Si hay un brote de coronavirus, nuestro sistema sanitario colapsa inmediatamente”, aseguraron.
Durante las últimas semanas, el presidente Alberto Fernández dio inicio a un raid de viajes oficiales, con el objetivo de reforzar su imagen en las provincias del interior. La iniciativa, organizada por sus asesores, busca equilibrar las conferencias de prensa del mandatario con respecto a la cuarentena, en las que pareciera enfocar toda su atención en la provincia de Buenos Aires.
En la búsqueda de dar una imagen más federal, Fernández recorrió Córdoba, Mendoza y La Pampa, con relativo éxito. Sin embargo, su visita a Villa La Angostura se transformó en un verdadero fracaso debido a las llamativas faltas de protocolos sanitarios tanto del propio mandatario como de todo su equipo, lo que despertó fuertes críticas de los habitantes de la zona.
Evidentemente, no había mucho para hacer en la paradisíaca localidad del sur del país, por lo que el presidente inauguró una planta de tratamiento de líquidos cloacales que, incluso el propio Fernández lo admitió, ya la había creado el gobierno de Mauricio Macri.
Luego de alojarse en la coqueta residencia El Messidor junto a su pareja Fabiola Yáñez, el presidente llevó adelante una cena que dio por tierra todo lo que él mismo recomendó como cuidado ante el coronavirus.
Mientras que los bares y restaurantes de la enorme mayoría del país se encuentran cerrados por decreto, Alberto Fernández se reunió con seguidores en uno de ellos. Aunque el sitio era pequeño, entraron en él unas ochenta personas, sentadas una al lado de la otra, sin ningún tipo de distanciamiento social. El presidente asistió incluso con su propio equipo, entre los que se vio hasta a su fotógrafo oficial, Esteban “Cofla” Collazo.
Las críticas no se hicieron esperar. Habitantes de la región se quejaron porque “se tiró por la borda todo lo que veníamos haciendo desde que empezó la cuarentena. No hubo protocolo, no hubo distanciamiento”, aseguraron en las redes sociales. Enfurecidos, le recordaron al presidente que “éste es un pueblo pequeño, y un brote de coronavirus haría colapsar inmediatamente a todo nuestro sistema sanitario”.
Insólitamente, y ajeno a las críticas que se acumulaban entre los habitantes de Villa La Angostura, Alberto Fernández cerró su visita pidiendo paciencia ante la cuarentena y asegurando que “es un sacrificio que hay que hacer con la alegría de saber que nos estamos cuidando la salud”.
