La semana pasada el Ministerio de Economía logró colocar los $ 52 000 millones en cuatro bonos a una tasa de 31%.
La noticia en sí puede ser interpretada de varias formas. Pero hay una óptica por la que la mira el Gobierno. Y es en este sentido donde comienza a tener cada vez más fuerza la idea que planea el equipo económico que conduce Martín Guzmán y que no sólo tiene el visto bueno del presidente, Alberto Fernández, sino también del titular del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce. Esa línea es volver a tener un mercado en pesos, que logre financiar parte de la economía y donde el rector vuelva a ser el Tesoro en lugar del BCRA.
En el Gobierno ven que el desarrollo del mercado de capitales en pesos es crucial para atravesar la dureza de la actual situación y también para apalancar una economía real que desde la década del 70 piensa en dólares para casi cualquier transacción de bienes durables. Hoy, por ejemplo, no existen las ventas de inmuebles en moneda local, pero no es producto de la última crisis, es producto de años y años de desconfianza en una moneda que se devaluó como pocas. Si tal situación se traslada al mercado financiero, la situación no es muy diferente.
Una muestra de esto último fue el fracaso que la administración anterior tuvo con los instrumentos financieros ofrecidos por BCRA. Las letras se convirtieron con el tiempo en una bola de nieve dónde la única manera de renovar era con tasas cada vez más altas. Desarmar ese esquema tampoco resulta sencillo. Por eso, el Gobierno festejó la licitación de los bonos del Tesoro. Con una salvedad que tampoco tiene que pasar inadvertida: la apuesta de los inversores al peso es en el corto plazo.
Como contrapartida, los inversores también se las ingenian para hacerse de dólares de forma legal. Esta situación complica la estrategia oficial. Ayer, por ejemplo, el dólar financiero se volvió a disparar.
Por eso, y teniendo en cuenta lo anterior, no sorprende que la Comisión Nacional de Valores (CNV) haya dispuesto que los Fondos Comunes de Inversión (FCI) en pesos deberán invertir al menos el 75% de su patrimonio en instrumentos financieros y valores negociables emitidos en la República Argentina exclusivamente en moneda nacional.
La medida busca ponerle un freno al mercado de compra y venta del dólar financiero, tanto a través de operaciones con acciones -denominado Contado Con Liquidación (CCL)- como de títulos de la deuda pública que cotizan pesos y dólares en el Mercado Electrónico de Pagos (o dólar MEP), luego del aumento de la cotización en ambos instrumentos que hoy cotizan cerca de los $120.
El Gobierno piensa que la fórmula es la creación del mercado en pesos. Para lograrlo necesitará de medidas y de la confianza de los inversores.
Horacio Riggi
Subdirector Periodístico
