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Postales de Suecia y de la Argentina: del país sin billetes a la batalla contra el “solo efectivo”

Mientras el Estado escandinavo intenta ralentizar la desaparición del papel moneda, los comercios argentinos llegan de a poco a los medios de pago electrónico.

En septiembre de 2016, el presidente del Banco Central de Suecia, Stefan Ingves, visitó Buenos Aires y contó algo que, en la Argentina, parecía ciencia ficción: en su país había comercios que no aceptaban billetes. “El efectivo está desapareciendo en Suecia. La participación de pagos en efectivo en los comercios probablemente esté debajo del 20 por ciento” del total, dijo en ese entonces.
Pocos meses más tarde, Amazon inauguraba en Seattle su primer supermercado físico, para comprar de forma presencial y pagar con el celular. “Todo lo que necesitas para venir a comprar es una cuenta en Amazon, un smartphone compatible y la aplicación de Amazon Go", invitaba en ese entonces la megacompañía de Jeff Bezos.
Las billeteras virtuales y las transferencias bancarias inmediatas, ya afianzadas en Suecia, Estados Unidos y tantos otros países, daban por aquellos tiempos sus primeros pasos en la Argentina. El Gobierno y los fabricantes de equipos POS (siglas en inglés para “Punto de venta”) para recibir pagos con tarjeta de débito mantenían reuniones periódicas para intentar acercar esos aparatos a los comercios de barrio. La batalla contra el efectivo recién comenzaba.
Con el impulso de las fintech, la cantidad y variedad de pagos electrónicos crecieron a pasos sostenidos. El Banco Central (BCRA) publicó a fin de año un informe sobre los pagos minoristas. En el primer semestre de 2019, la autoridad monetaria registró 1800 millones de transacciones electrónicas, con un crecimiento del 12% anual.
Las tarjetas de débito y crédito fueron los principales instrumentos utilizados por los consumidores para hacer pagos electrónicos y concentraron, en conjunto, el 80% de las transacciones. Las billeteras digitales, en tanto, registraron 77 millones de operaciones de pago. Una porción mínima del total, pero que creció 146 por ciento interanual.
Así y todo, el efectivo sigue siendo el rey indiscutible entre los argentinos. El Indec, en su sustanciosa Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares, indicó que, según el relevamiento de 2017-2018, difundido a mediados del año pasado, el 69,4% de los hogares paga sus gastos con dinero en efectivo, un 11% usa la tarjeta de crédito y 8,4% prefiere la de débito. Las transferencias bancarias, el débito automático y otros medios de pago solo alcanzan al 4,8%.
En enero, una encuesta realizada por la Fundación UADE y Voices! indicó que el 82% de los argentinos usa “siempre” o “casi siempre” billetes. Solo el 21% de los habitantes del país dice usar de forma cotidiana tarjetas de débito y el 13% compra con tarjeta de crédito.
“La Argentina tiene una alta informalidad”, opina Damián Di Pace, director de la consultora especializada en consumo Focus Market. “En parte, porque la carga tributaria quita incentivos a formalizar. Por otra parte, el comercio tiene un desincentivo por parte del sistema financiero”, analiza. ”Eso incentiva la oferta de descuentos por pago en efectivo”, argumenta.
De todos modos, la demanda de los consumidores para pagar desde el celular es creciente. Los comercios cuentan hoy con una nueva generación de dispositivos que permiten concentrar todos los medios de pago en una terminal. Clover, la marca de los primeros SmartPOS que llegaron a la Argentina de la mano de Posnet, cuenta con dos modelos para sus clientes: Flex, inalámbrico, y Mini, una pantalla táctil y digital del tamaño de una tablet que centraliza la operatoria del negocio en un solo dispositivo.
La desaparición del efectivo en Suecia alcanzó tal magnitud que las autoridades buscan la manera de ralentizar el proceso. Su Banco Central, que prueba una moneda digital, ahora saca el pie del acelerador. Según datos oficiales, en 2019, solo una de cada diez operaciones se efectuó con billetes, cuando en 2010 había sido el 40 por ciento. Los negocios comenzaron a percibir el dinero al contado como un costo y la mitad predice que dejará de aceptarlo antes de 2025. Organizaciones de defensa de consumidores advierten que la desaparición del efectivo deja en desventaja a jubilados, inmigrantes y personas con alguna discapacidad. Ellos pidieron no ir tan rápido, mientras los jóvenes siguen pidiendo nuevos medios de pago.


TN