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Clase A sedán: equilibra elegancia y deportividad

Prueba de la versión A200 Progressive, con motor 1.3 de 163 CV. Calidad premium y tecnologías que le dan una personalidad moderna y juvenil. Impecable confort de marcha.

Con nueva carrocería
El Clase A tuvo en su cuarta generación un cambio abismal respecto al modelo que debutó en 1997 y se convirtió en la cara de la renovación de Mercedes-Benz. La marca alemana recibió un aire fresco que la puso en la órbita también de un público más joven, gracias al look moderno y deportivo que adoptó.
Eso, con el hatch, el inicial. Pero ahora, la introducción de una variante sedán le da un equilibrio, ya que mantiene el estilo agresivo del frontal pero con la carrocería tricuerpo también tiene algo señorial. La prueba se hizo con la versión A200 Progressive, que está equipada con un motor naftero de 1.3 litros de 163 CV.
Diseño

El sedán es el más chico de la marca, si bien a simple vista no parece un compacto, acaso por el capot alargado y el remate final. El baúl le da un cierre armonioso y rompe con el esquema del “hot hatch” de la versión cinco puertas. Es más familiar, no sólo por el mayor espacio de carga, sino también por una cuestión estética.
El frontal es agresivo, con la parrilla de efecto diamantado y la gran estrella en el centro, los faros rasgados, el capot lanzado hacia delante. El lateral llega con menos pliegues que en la generación anterior. Las llantas son 17 pulgadas, hay que saltar a la 250 AMG Line para tener las de 18.
Puertas adentro, el modelo tiene la misma lógica juvenil que el hatch, en especial por la doble pantalla que se suma a la luz ambiental configurable en infinidad de tonos. Muy tecno ya en la primera impresión, mucho más cuando se indaga en el tablero digital que se puede configurar a gusto del conductor, o en la segunda pantalla de 10,25 pulgadas, la central de infoentretenimiento. Aparece, también, el novedoso sistema Mercedes-Benz User Experience (MBUX), un paquete  de funciones y configuraciones que se pueden activar por voz, a través de un asistente inteligente tipo Siri de Apple, que interactúa con los ocupantes. Estos comandos además son táctiles y también se pueden manejar a través de una especie de jostick ubicado abajo a la derecha, donde usualmente está la palanca de cambios. El universo tecno tiene dos faltantes llamativos: el Clase A sedán no tiene cámara de retroceso ni navegador integrado.
La calidad es todo lo que se espera de Mercedes-Benz. Terminaciones impecables, materiales premium y ajustes eléctricos en todo el habitáculo.
Mecánica

En términos de motorización, la versión equipa un propulsor 1.3 de 163 CV con caja automática de siete marchas. Muy buena potencia para la uso en toda circunstancia.
La aceleración de 0 a 100 la realiza en 8 segundos, con una velocidad final de 230 km/h. El motor de baja cilindrada ayuda al consumo, que ronda los 5,5 litros en ruta y los 7 en ciudad (cada cien kilómetros recorridos). También colabora en ese sentido el modo Eco en que se pueda usar el modelo. También hay modo Normal, Sport y personalizado.
El Clase A sedán se comporta muy bien en la ciudad y también en rutas y autopistas, donde muestra un gran agarre a altas velocidades, inclusive en cuervas. A favor, es un auto muy confortable en el andar, y no tiene la aspereza que se espera de un vehículo europeo con suspensiones duras pensadas para asfaltos alemanes. Sí hay que tener cuidados por la altura del vehículo, para no quedar colgando en el primer lomo de burro.
También sobresale el nivel de asistencias, en especial en seguridad. Llega con seis airbags, ESP, ABS, ayuda de arranque en pendiente, control de tracción y Attention Assist que mide el cansancio del conductor.
El precio es u$s 45.800.


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