Las leyes se enviarían al Senado para que se aprueben rápido, a excepción de las impositivas. El presupuesto se demora hasta marzo.
Constituir rápido las comisiones y estar listos para sesionar la semana próxima son las instrucciones que por ahora tienen los referentes del bloque Todos en el Senado, donde esperan que ingrese la mayoría de los proyectos anunciados por Alberto en su asunción.
A Diputados sólo ingresarían modificaciones impositivas que aún no están confirmadas. Otro rumor es que habría una ley de emergencia económica para reasignar partidas a gusto, aun cuando los diputados de Juntos por el Cambio anticiparon que intentarán bloquearla.
En esa Cámara el oficialismo necesita aliados para llegar a la mayoría, confía en la ayuda de dos bloques minoritarios pero habrá que negociar cada ley. No así en el Senado, donde Cristina sostiene una sólida mayoría propia y recibiría el proyecto del consejo económico social, un órgano para diseñar políticas para cada sector productivo.
Alberto anunció leyes para reformar la justicia federal, mejorar la seguridad ciudadana y crear el consejo económico social. No se tratará el presupuesto pero especulan con reformas impositivas y una emergencia.
Tendrá autoridades elegidas por el Senado y con mandatos que excedan el de un período presidencial. Roberto Lavagna es uno de los mencionados como presidente. Otro anuncio de Alberto fue una ley de "transformación y coordinación estructural de toda la política de seguridad ciudadana y prevención de la violencia", aunque aclaró que sería para "las próximas semanas", tal vez sobre fin de año.
También prometió para "los próximos días" un "conjunto de leyes" para restarle poder al poderoso fuero federal de Comodoro Py, que tendrá un debate arduo en el Congreso y ya empezó a hacer ruido entre los magistrados.
Otro anuncio de Alberto fue la emergencia sanitaria, para que Ginés Gonzalez García maneje los recursos a gusto. Necesita una ley.
Con la convocatoria a extraordinarias se sabrá si Alberto toma la idea de Massa de abrir el recinto en enero por primera vez en 18 años, una decisión compleja porque los empleados tienen vacaciones forzadas ese mes, justamente para evitar que nadie importante en una sesión. Armar un esquema de licencias rotativas en poco tiempo no será sencillo.
Alberto confirmó que no se debatirá el presupuesto el miércoles 18, como había prometido Massa en la reunión con los jefes opositores hace una semana. Habría sido una de las primeras indicaciones de Raúl Rigo, flamante director de Presupuesto, un cargo que ocupó durante el kirchnerismo.
Se prorrogará el actual, un instrumento que permite la ley de administración financiera y le habilitaría a sostener la facultad de reasignar hasta el 5% de las partidas.
"He decidido que no le daremos tratamiento parlamentario al presupuesto proyectado por el Gobierno saliente para el ejercicio 2020. Sus números no reflejan ni la realidad macroeconómica, ni las realidades sociales, ni los compromisos de deuda que realmente han sido asumidos".
"Un presupuesto adecuado solo puede ser proyectado una vez que la instancia de negociación de nuestras deudas haya sido completada y, al mismo tiempo, hayamos podido poner en práctica un conjunto de medidas económicas, productivas y sociales para compensar el efecto de la crisis en la economía real", anunció.
De esta manera, dejó abierta la puerta a una negociación de la deuda que requiera una ley rápida para aprobar en el verano, previo a tratar la ley de leyes. La agenda comenzará a saberse este miércoles. Cuando empieza a gobernar Alberto.
