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UNA YEGUA EN EL GOBIERNO (SINCERAMENTE) "Yo no soy la bipolar sino mi hermana; Fontevecchia fue peor que Magnetto"

En su libro "Sinceramente", la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner dedicó algunas páginas a un rumor muy fuerte que en tiempos K fue material para decenas de artículos periodísticos y conversaciones de sobremesa: su supuesta bipolaridad. El disparador fue una tapa de la revista Noticias de julio de 2007 en la que intentó poner un manto oscuro bajo el título "El enigma Cristina, trastorno bipolar y nuevo gobierno". Al respecto, la senadora disparó: "La verdad es que con las cosas que publicaron fueron peores que Héctor Magnetto, de Clarín, porque atacaban directamente mi condición de mujer". Y también aprovechó para tirarle un 'palito' al colectivo feminista: "no se alzó ninguna voz femenina para condenar el ataque por mi condición de mujer".
Revista Noticias
Revista Noticias.
Contenido
Selección de páginas del capítulo "Una yegua en el gobierno (2007-2011)", del libro Sinceramente:
"¿Viste la tapa de Noticias?" El que me pregunta es Miguel Núñez, vocero presidencial, que entra a mi despacho con el rostro demudado. Lo recuerdo como si fuera hoy. Era julio del 2007, ya se sabía que iba a ser candidata a presidenta y en ese momento tenía una oficina en la Casa Rosada, atrás de la de Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia. "No, Miguel, no la vi, ¿qué dice?" "Que sos bipolar", me respondió, nervioso. "Quedate tranquilo que no soy bipolar; la que sí es bipolar es mi hermana. Pero no te hagas problema que los bipolares son muy inteligentes. Fijate que Newton y Einstein también lo eran", lo tranquilicé y le nombré un montón de personas que también eran bipolares. "Mi hermana, que es bipolar, es completamente brillante e intuitiva; son personas muy snesibles", le dije y continué con lo que estaba haciendo en mi oficina. No era la primera vez que, ante una decisión trascendente de Néstor o mía, los medios se anticipaban a demonizarnos, o al menos a intentar neutralizarnos. La tapa de la revista Noticias a la que refería Miguel Núñez se anticipaba a estigmatizar mi posible candidatura a presidenta con el título "El enigma Cristina, trastorno bipolar y nuevo gobierno", sobre la imagen de un primer plano de mis ojos vidriosos. Antes, en noviembre de 2006, ya habían puesto en duda mi salud mental con otra tapa: "Cristina Kirchner: ¿Está bajo tratamiento psiquiátrico?".
Las tapas de la revista Noticias condensaron, a partir de 2006, los agravios más violentos y misóginos contra mí. Y en todos los casos comentaban medidas de gobierno que estaban decididos a combatir. No era casualidad, eran ataques planificados y sistematizados. Algunos ejemplos: el 7 de septiembre de 2012, ya en mi segundo mandato, Noticias tituló en la tapa "El goce de Cristina" acompañado de una horrible caricatura deforme mía, en trance de un orgasmo, con lo que supuestamente graficaban mi "desnudo deseo de poder". Verdaderamente escatológico. "Cada día se muestra más desenfranada, más sensual y hasta con guiños procaces", decía en forma textual, refiriéndose a la... ¡Presidenta de la Nación! Claro, esta tapa se publicó seis días antes de la convocatoria a un cacerolazo contra la decisión de regular la venta de divisas, que el poder mediático bautizó como "cepo al dólar". Cuatro días antes de las elecciones del 27 de octubre de 2015, uno de sus periodistas estrella "confirma y detalla mi bipolaridad". Titularon: "Diagnóstico final". Querían echarme a mí o a nuestros candidatos de la competencia electoral como fuera. Era su manera de impulsar la candidatura de Mauricio Macri. O, en todo caso, que mi despedida del gobierno ocurriera en medio de una crisis, o que mi gestión fuera recordada como la de una "loca", es decir: una "bipolar grave".
Muchas veces pienso que todos lo agravios de la revista Noticias de la editorial Perfil, y cuyo dueño es Jorge Fontevecchia, tal vez se corresponden no sólo a determinaciones políticas, sino a profundas cuestiones personales del propio Fontevecchia, quien muchas veces me pidió un reportaje al que nunca accedí. La verdad es que con las cosas que publicaron fueron peores que Héctor Magnetto, de Clarín, porque atacaban directamente mi condición de mujer.La tapa de Noticias sobre el orgasmo no fue una tapa política, al igual que cuando me presentaron como una mujer fatal con látigo y botas negras. Hay, en esas imágenes de caricaturas "femeninas" de la revista de Fontevecchia, lo que los psicólogos llamarían fantasías proyectivas. Una pequeña disgresión: recuerdo que cuando internaron por primera vez a mi hermana bipolar, entre las cosas que ella decía desvariando y que motivaron su internación, fue que Néstor iba a ser presidente. Creo que fue en el año 1993, diez años antes de que eso efectivamente sucediera. Recuerdo que ese día le dije a Máximo: "Tu tía está loca, dice que tu padre va a ser presidente". Máximo recuerda muy bien ese momento porque yo había viajado a Buenos Aires para acompañar a mi mamá y todavía me carga cuando hablamos del tema: "Al final la internaron a la Gisele por decir lo que ustedes no veían. Debería pedirle perdón". Aunque ahora puedo contarlo tranquila, ese fue un momento muy terrible para mí. Mi hermana es una persona muy inteligente, brillante. Cuando estudiaba Medicina era muy aplicada y tenía notas excelentes. La tapa de Noticias en la que me diagnosticaban "bipolaridad" me dolió, no por lo que decían de mí, que era una mentira, sino por todo lo que implicaba esa enfermedad en mi historia familiar. Además, ser bipolar no me parecía un insulto o una agresión. Los bipolares no son locos. Ese fue el comienzo, como dije antes, porque una vez que asumí como presidenta siguieron con las mentiras y las agresiones. Me llamaron loca, histérica, orgásmica, desesperada por el poder. Mientras escribo, pienso con dolor que a pesar de haber sido la primera mujer electa presidenta de la historia, no se alzó ninguna voz femenina para condenar el ataque por mi condición de mujer. Ojo, no digo para defender el gobierno, ni las políticas, ni ninguna persona en particular, sino al género que era agredido como tal. 
Revista Noticias
Durante todo mi gobierno dijeron que Néstor me manejaba, que era mi doble comando. Después, cuando pasó lo de Néstor, dijeron que era Máximo; después, La Cámpora; después, Zannini. Qué increíble, ¿no? Pareciera que detrás de una mujer siempre tiene que haber un hombre dirigendo. El capítulo de atribuirme romances imposibles también lo adjudicaba a la mosoginia y el machismo. Tardaría un tiempo para comprender que, además, había una inmensa carga ideológica, tal como lo expliqué en el capítulo dos. Es que cuando yo era presidenta, no había otra dirigente política mujer que ocupara un cargo de tan altos niveles de responsabilidad. Pensaba que simplemente era machismo y el preconcepto de que toda mujer tiene que tener siempre un hombre al lado. Fue la llegada al gobierno de la provincia de Buenos Aires de María Eugenia Vidal, una mujer joven de 45 años y divorciada, convertida por los medios en la "gobernadora virginal" del universo macrista, lo que me hizo advertir que estaba equivocada. El tratamiento edulcorado que le dispensan los medios de comunicación es una muestra evidente. Lo cierto es que para los opositores fui "la yegua" por lo que representaba y por las políticas que llevaba adelante, más allá de que también hubo un componente de odio por mi condición de mujer. Recuerdo que una vez una señora me escribió en el Facebook: "Cristina, por qué no prueba un día dejarse crecer las canas, salir un poco despeinada, engordar un poco, salir en chancletas, no pintarse tanto. Creo que haciendo eso le va a ir mejor". Me acuerdo que me reí mucho cuando leí el comentario. Puede ser que haya tenido razón, pero si hacía lo que me recomendaba, seguro me iban a criticar por "sucia y desprolija". La condición de mujer siempre fue un agravante. Así como en un homocidio la condición de familiar es un agravante, en un proceso nacional, popular y democrático, la condición de mujer es sumamente agravante. Casi tanto como sus ideas. Es un acto de rebeldía que las mujeres accedan a posiciones de poder, cuestionando la forma en que funciona ese poder. Es rebelarse contra lo establecido, porque el poder no es cosa de mujeres, es cosa de hombres. Una mujer puede ser una estrella de cine, eso está permitido. Ahí no importa ser prima donna, no hace daño porque es un lugar que pareciera estar permitido para las mujeres. El problema es cuando querés ser prima donna en el mundo de los hombres, en el mundo del poder y, además, para cambiar las cosas. Ahí te disparan a matar. Y más aún si se pretende ser prima donnade un proceso nacional, popular y democrático, donde la inclusión social y la defensa de lo nacional son los ejes. En ese caso te crucifican como literalmente lo hizo la revista Noticias en una de las tapas en abril de 2014, cuyo título era "Vía crisis" y donde me dibujaron crucificada. O te queman en la hoguera como a Juana de Arco. Esto es así, y lo puedo asegurar porque lo viví y lo vivo. Hay un plus de violencia hacia la mujer si se es razonablemente atractiva, bien vestida, amada por su marido. Esta trilogía se convierte en algo intolerable, sobre todo para un sector social de alto poder adquisitivo. Y si además es inteligente, sabe hablar sin leer, les recomienda con el dedo lo que tienen que hacer, es abogada y usa las mismas marcas de ropas, carteras o zapatos -que para algunas es el único atributo por el que se pueden distinguir del resto-, entonces sí, definitivamente, no lo pueden soportar.
Vía Crisis
Se ha generado un sentido común desde los sectores dominantes, aceptado por amplios segmentos de la sociedad, que un terrateniente como Martínez de Hoz tenga poder y plata. Pero no es lógico que alguien que cree en la igualdad y en la inclusión social tenga poder o tenga plata. Ni que hablar si además es la hija de un colectivero. Si hasta dijeron que no era abogada y me denunciaron por usurpación de título durante la campaña a la presidencia en el 2007. Cómo se reía Néstor con ese tema del título. Él y Zannini me cargaban. La verdad que parecía un chiste, pero recuerdo que se tramitaron dos expedientes judiciales en Comodoro Py. ¡Increíble! Todavía debe haber alguno, o alguna que sigue diciendo que no soy abogada. Cuánto mediocre suelto (...). (Fernández de Kirchner, 2019, pp.163-169)
El libro generó un boom de ventas y ya va por su tercera impresión. El 9/05 la ex presidente lo presentará en la Feria del Libro.


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