En un contexto en el que el Gobierno necesita dólares, la noticia aprimera vista luce positiva para Cambiemos: el superávit de labalanza comercial se consolida mes a mes.
Mientras que en abril de 2018 el saldo entre exportaciones eimportaciones había arrojado un déficit de casi u$s890 millones, elmes pasado el resultado marcó una cifra positiva de más deu$s1.130 millones.
Además de ser el segundo superávit más elevado del año, permitió cerrar el primer cuatrimestre con un resultado a favor cercano alos u$s3.150 millones. Sin dudas, es un cambio sustancial respectode lo que sucedió entre enero y abril de 2018, cuando el déficithabía sido de casi u$s3.260 millones.
Sin embargo, hay dos puntos que deben preocupar al Gobierno yque se desprenden del informe sobre intercambio comercialargentino que publicó este jueves el INDEC.
El primero de ellos está vinculado con la principal causa quepermitió lograr una cifra tan abultada: el desplome de lasimportaciones. Lejos de ser positivo, caídas como las que se estándando son consecuencia directa de la crisis económica, la falta deinversiones y, lo que es peor, las flojas perspectivas de que elconsumo repunte en lo inmediato.
En concreto, las compras al mundo se derrumbaron nada menosque cerca de un 32%, acumulando una caída en lo que va del añodel orden del 29%.
Al trazar una radiografía al interior de las importaciones, se puedeobservar que se ven golpeadas todas las categorías. No hay ningunaque se salve, empezando por autos, que se desplomaron nadamenos que un 70%: mientras que en abril de 2018 se habíanrealizado compras al exterior de vehículos por u$s677 millones, elmes pasado apenas superaron los u$s200 millones.
A nivel grandes rubros le siguieron los bienes de capital, con unafuerte contracción del 42%, básicamente por un menor ingreso demaquinaria, computadoras y teléfonos (que entran en estacategoría) y equipos de transporte industriales; esto último, unpoco vinculado con el menor ritmo que el Gobierno le imprimió ala obra pública, en momentos en que está con la lupa puesta en eldéficit fiscal.
El cuadro se completa con fuertes caídas en piezas y accesoriospara bienes de capital (-28%), bienes intermedios (claves paracompletar procesos industriales, con una baja del 17%) ycombustible y energía (-7%).A nivel caídas le siguieron los bienes de consumo (-35%). Esterubro incluye desde alimentos y bebidas, hasta artículos del hogar, pasadno por textiles y calzados, entre otros.

Alerta por los precios
El otro dato que debe preocupar y mucho al Gobierno estávinculado con la fuerte caída de las cotizaciones internacionales.Cabe destacar que las exportaciones tuvieron un crecimientomarginal, de apenas 1,7% interanual en abril.
Sin embargo, mientras que en cantidades la suba fue en realidaddel 10%, operó en contra una baja de los precios de casi 8%, comenzando principalmente por las manufacturas de origenagropecuario y los productos primarios.
Esto se da en un contexto en el que la tensión comercial entreEstados Unidos y China está deprimiendo las cotizaciones.
"Pese a la recuperación de la producción y el consecuente aumentoen el volumen exportado, la caída en los precios quitó u$s1.400millones a la proyección del valor de las exportaciones delcomplejo sojero", indica un reporte de los economistas Federico DiYenno y Emilce Terré, de la Bolsa de Comercio de Rosario.
"Si bien existen otros factores estructurales que empujan a la bajaal precio de la oleaginosa, como lo son mayores stocks de cerealesy la fiebre porcina en China, es evidente que el conflicto aún sinresolver ha tenido un impacto profundo en la cotización de laoleaginosa", agregaron.Según los expertos, el incremento en los aranceles en el comerciobilateral de Estados Unidos y China realizado los días 10 y 13 demayo hizo caer el valor FOB de la soja internacional a mínimosalcanzados en 2008, en plena crisis mundial.
En diálogo con iProfesional, Jerónimo Morales Rins, profesor de laEscuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de laUniversidad Austral, indicó que "para una región comoSudamérica, dependiente de la exportación de cereales, esto es unproblema importante que se suma a todos los existentes. Losnuevos aranceles afectan puntualmente al comercio de cereales delcual Argentina es particularmente vulnerable por su necesidadimperiosa de ingreso de dólares".
"El retroceso del precio internacional de la soja, debilita lacapacidad del Estado Argentino vía menor recaudación fiscal ydisminución del ingreso de dólares", agregó el experto.
Proyecciones 2019
Desde Ecolatina plantean que, producto de la crisis cambiaria delaño pasado, el Poder Ejecutivo podrá mostrar una mejorasignificativa en el frente externo: "el encarecimiento relativo de losbienes externos –avance de la competitividad cambiaria- y eldeterioro de la demanda local, que golpea a las importaciones yalienta a las exportaciones, se traduce en una recuperación delsuperávit comercial que se había perdido en 2017 y 2018".
En este contexto, desde la consultora proyectan un saldo comercialpositivo de u$s10.000 millones este año. De confirmarse sería elmejor resultado desde 2012.
"Este avance se explicará tanto por una recuperación de lasexportaciones, impulsadas por una cosecha gruesa récord, comopor un deterioro de las importaciones, resultado de la recesión y ladepreciación del peso. De esta forma, las necesidades de divisasestarán más que cubiertas por esta vía, aportando dólarescomerciales en momentos de necesidades financieras", indicaron.
iprofesional