Los efectos de la súpertasa de interés que el Banco Central utiliza como una de las herramientas que tiene a mano para contener la estampida del dólar elevó con fuerza la participación del financiamiento en las estructuras de costos de las empresas argentinas, con incidencia de hasta el 15% en fábricas de productos de consumo final. Ese escenario concreto respalda la teoría que se escuchó en voz elevada en la Unión Industrial Argentina ( UIA), en donde acusan al programa de ajuste implementado por el Gobierno como el causante de la disparada de la inflación.
El viernes el BCRA pagó más de 72% en las licitaciones de Leliq y marcó un retroceso al punto cero del plan implementado por Guido Sandleris desde su arribo a la entidad monetaria. Y si bien hubo una tendencia a la baja durante febrero, el financiamiento para las empresas en Argentina es el más caro del mundo desde el ingreso del frente de volatilidad de los mercados locales desde la corrida cambiaria que se había iniciado un año atrás.
Kestelboim: “La incidencia que tiene en la estructura de costos alcanza niveles alarmantes”
Fuentes consultadas por BAE Negocios confiaron que el costo de financiamiento en la estructura total de costos de empresas de producto de consumo final representa actualmente entre el 10% y el 15%. Si esa ecuación se aplica en las que producen insumos básicos es aún más alto. El promedio de equilibrio en economías sin estrés financiero es del 2%, señalaron los analistas consultados."La incidencia que tiene en la estructura de costos alcanza a niveles alarmantes", afirmó el economista y asesor de empresas industriales Mariano Kestelboim, quien señaló que "en la medida en que el costo financiero se vuelve tan alto, las empresas tienen menos incentivos para producir, el consumo se comprime por las altas tasas, tienen menos escala de producción y eso redunda en que los costos fijos se incrementen y el costo unitario sea alto por el efecto de pérdida de escala de producción, y termina generando más inflación".Un círculo lleno de vicios negativos porque la inflación dispara otro de los miedos más temidos: "pérdida de competitividad".
Otro economista de referencia entre los industriales es Ariel Schale, asesor de la Fundación ProTejer del golpeado sector textil argentino. Afirma que el esquema monetario aplicado por el BCRA genera inflación por dos causas centrales: "La tasa de interés es costo de capital; y en Argentina el salto de tasa es señal de insustentabilidad y entonces sube el dólar, proceso que incrementa el costo de producción vía insumos importados y porque además la energía está dolarizada y la logística está dolarizada (peajes y combustibles)".
Kestelboim: “La incidencia que tiene en la estructura de costos alcanza niveles alarmantes”
Por su parte, el director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (C.E.S.O.), Andrés Asiain, afirmó que "al incrementar los costos financieros se aumentan los costos de las empresas y eso se traslada a precios". "Al achicar la demanda y hacer caer las ventas, también se incrementan los costos fijos de las empresas, que lo tienen que repartir en un volumen menor de productos". En tanto el director de Ágora Consultores, Agustín D'Atellis, sentenció que la actual política financiera "genera inflación de costos" y "aumenta el costo de capital de trabajo".
A pesar de haber cambiado el nombre, para los empresarios de la UIA el enemigo número uno de las empresas fabriles no tiene nombre propio -como lo supo ser Federico Sturzzenegger- sino que se instaló en el Banco Central a pesar del propio Sandleris, según deslizaron como fuerte crítica.
bae