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La “Supertécnica” de trading que te puede arruinar

Comprar y vender en mínimos y máximos anuales puede ser una operatoria peligrosa.
Alguna vez un viejo operador me dijo:

“¡Tengo la fórmula para ganar dinero en la Bolsa! Hay una técnica infalible que te permite comprar barato y vender caro. A la corta o a la larga, le sacás el jugo a todas las inversiones.”

Intrigado por conocerla, le pregunté a mi amigo operador en qué consistía esta aparente “fórmula mágica”.

Y me contó que se trataba de comprar las acciones cuando están cerca de sus precios mínimos anuales y/o venderlas cuando ronden los máximos del último año. 

A simple vista resulta una técnica útil y sencilla de aplicar. Sólo necesitás tener el dato del rango de precios en los que se movió la acción que querés operar en las últimas 52 semanas. Si está a menos del 10 por ciento de su precio mínimo, comprás. Y si está próxima a su máximo, vendés.

Pero al estudiarla y ponerla en práctica me di cuenta de que esta supertécnica tiene varios puntos negativos. 
Si una acción está cerca de sus mínimos es porque desde hace un tiempo viene bajando. Su precio viene trazando una tendencia bajista. Si la tendencia es fuerte, probablemente la acción siga cayendo después de perforar los mínimos del último año. El hecho de que la acción esté en valores históricamente bajos no significa que subirá de precio. Podés comprarla en precios aparentemente baratos y terminar perdiendo una fortuna si no detectás la fuerte tendencia bajista que hay de fondo. Lo barato puede salir caro.

Fijate, por ejemplo, lo que pasó en el último año con el precio de las acciones de Agrometal (AGRO:BCBA):

Fuente: Investing
Después de llegar a estar por encima de los 31 pesos, el precio de Agrometal se redujo más de la mitad en menos de un año. El 15 de marzo de 2018 AGRO cerró a 15,80 pesos, en lo que sería el precio mínimo de las últimas 52 ruedas.

Con la técnica del viejo operador ese mismo día habríamos comprado las acciones de Agrometal a 15,80 pesos, esperando un rápido o tardío repunte de la acción.

Sin embargo, eso no sucedió. Pasaron los meses y la acción siguió cayendo. Hoy cotiza a un precio un 30 por ciento menor que hace 10 meses. Tu inversión medida en pesos habría caído en semejante magnitud. Y si la medimos en dólares, la inversión en AGRO te habría quemado un 64 por ciento de tus ahorros.

De la misma manera, la técnica del amigo operador nos impediría capturar las grandes ganancias de los empinados rallies alcistas.

En enero de 2017 la acción del Grupo Financiero Galicia (GGAL:BCBA) subió un 46 por ciento, desde los 37 hasta los 54 pesos. En poco más de 30 días aquellos que operaron comprando en mínimos y vendiendo en máximos anuales obtuvieron ganancias espectaculares.

Hasta ahí nada que objetarle a la presunta supertécnica.

El problema fue que cuatro meses después de venderlas, las acciones de GGAL cotizaban a 75 pesos. Es decir, valían el doble que en diciembre de 2016. Pero la técnica no admite una recompra de las acciones ya que GGAL se ubicó siempre en valores cercanos a los máximos anuales. Por lo tanto, la operatoria imposibilitó a sus seguidores de conseguir el 55 por ciento adicional por tan solo mantener las acciones.

Y si se hubieran quedado con las acciones durante un año, hasta enero de 2018, habrían ganado un 273 por ciento cuando el precio de GGAL llegó a los 138 pesos.


Fuente: Investing
En defensa de esta técnica de trading, si le hacemos una pequeña modificación, es muy útil cuando operamos acciones que están en tendencia lateral.

En esos casos no tomaríamos los mínimos y máximos de las últimas 52 semanas para saber los puntos de entrada y salida. Nuestras referencias serían los soportes (mínimos) y resistencias (máximos) que limitan y fortalecen las trayectorias laterales de las acciones. Nuestras operaciones implicarían un alto grado de efectividad y eficiencia. Aprovecharíamos plenamente los movimientos alcistas y no dejaríamos de ganar por vender nuestras acciones.

La técnica de comprar en mínimos anuales y vender en máximos intenta transmitir la idea de que en la Bolsa hay que “comprar barato y vender caro”. No digo que esta idea sea errada sino todo lo contrario: es la forma de hacer crecer tu capital.

Pero esa idea hay que tomarla con pinzas. Por algo las acciones caen y llegan a valores mínimos. Un entorno macroeconómico desfavorable, el estancamiento de las ganancias, la pérdida de poder de mercado o un gobierno que limita la expansión de la empresa (entre otras razones) pueden tumbar el precio de las acciones. Y lo peor de todo es que, pese a llegar a los mínimos históricos, las acciones pueden caer aún más.

En el mismo sentido la acción de una empresa, que año tras año alcanza máximos históricos, puede seguir siendo una oportunidad de inversión. La mayoría de los casos involucran compañías de vanguardia, innovadoras, que se adaptan con facilidad a la compleja realidad y se reinventan en función de lo que quieren sus conquistados clientes y los potenciales.

Así que, la próxima vez que veas que una acción está en valores mínimos o máximos anuales, preguntate por qué el precio llegó hasta allí y si hay razones para que a partir de ahí suba.

Hasta la semana que viene,

Bruno Perinelli

Para CONTRAECONOMÍA