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La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) rechazó la solicitud de un Fondo de Inversión Cotizado (ETF) por parte de Tyler y Cameron Winklevoss, dueños de la casa de cambio de criptomonedas Gemini. Esto ha generado desacuerdos entre los mismos representantes de la SEC, habiendo comisionados que temen que este tipo de decisiones menoscaben la innovación. A pesar de los rumores, la solicitud de Cboe y SolidX sigue adelante, dado que la SEC no ha ofrecido una postura oficial.
Esta propuesta de los Winklevoss fue suscrita nuevamente en junio. El objetivo era lograr que BATS BZX Exchange pudiera cotizar e intercambiar las acciones de Winklevoss Bitcoin Trust a través de Chicago Board Options Exchange (CBOE). Recordemos que ya el año pasado la SEC rechazó la solicitud para el Fideicomiso Winklevoss Bitcoin, y a mitad de año el grupo presentó una propuesta de cambio de regla.
Sin embargo, la agencia rechazó la solicitud, haciendo especial énfasis en desmentir la afirmación de los Winklevoss sobre el hecho de que los mercados de Bitcoin son “excepcionalmente resistentes a la manipulación”, así como los riesgos asociados al fraude y la falta de protección a los inversionistas.
Como se discutió anteriormente, el factor central para la Comisión en su consideración actual de la propuesta BZX es si es consistente con la Sección 6 (b) (5) de la Ley de Intercambios, que exige, entre otras cosas, que las normas de una bolsa de valores nacional estén diseñadas para prevenir actos y prácticas fraudulentas y manipuladoras y para proteger a los inversionistas y al interés público. Aunque BZX argumenta que su propuesta puede satisfacer estos requisitos porque los mercados de bitcoins son inherentemente difíciles de manipular, y porque medios alternativos para identificar el fraude y la manipulación serían suficientes, la Comisión concluye que, como se discutió anteriormente, BZX no ha establecido que estos medios de cumplimiento ofrecidos, solos o combinados, sean suficientes para cumplir con los requisitos de la Sección 6 (b) (5) de la Ley de Intercambios.
Además de rechazar la propuesta de los Winklevoss por segunda vez en 18 meses, la Comisión dejó claro que la falta de confianza en las medidas de seguridad y contra la manipulación de mercado siguen siendo sumamente relevantes en este tipo de inversiones.
Sin embargo, no todos los miembros de la Comisión parecen estar de acuerdo con la decisión. La comisionada de la SEC, Hester M. Pierce, aseguró que según su criterio, esta decisión debería dejarse de lado, aprobando el cambio de regla. Para ella, el enfoque de la SEC “menoscaba” la protección de los inversionistas.
Me preocupa que el enfoque de la Comisión menoscabe la protección de los inversionistas al impedir una mayor institucionalización del mercado de bitcoins. Una mayor participación institucional mejoraría muchas de las preocupaciones de la Comisión con el mercado de bitcoins que subyace en su orden de desaprobación. En términos más generales, la interpretación y aplicación de la norma legal por parte de la Comisión envía una fuerte señal de que la innovación no es bienvenida en nuestros mercados, una señal que puede tener efectos mucho más allá del destino de los PTO de bitcoin. Discutiré cada uno de estos temas a la vez.
Recordemos que a inicios de esta semana la SEC decidió aplazar su decisión en torno a la solicitud de Direxion. La empresa introdujo su solicitud de ETF de Bitcoin en enero de este año, pero la SEC anunció hoy que pospondrá la decisión de su aprobación hasta septiembre.
Además, Bitwise Asset Management solicitó un permiso similar ante la SEC a fin de operar un fondo donde se coticen diez criptomonedas.
La posibilidad de que los ETF se concreten ha sido sumamente debatida en el ecosistema. El precio de Bitcoin experimentó un alza considerable a partir de las especulaciones sobre el tema y la posibilidad de que finalmente se apruebe un instrumento de esta naturaleza.
Las recientes decisiones de la SEC sugieren que la decisión sobre las otras solicitudes podría ser postergadas también. Los plazos de los que dispone la Comisión podrían alargar la espera hasta el primer trimestre de 2019.
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