No hay
duda alguna de lo complejo y riesgosa que es la situación que debe
afrontar el Presidente Macri, la realidad lo enfrenta a tomar las
desiciones que debió llevar a cabo durante los primeros dos meses
de su presidencia, cuando tenia todo el poder que le daban los votos
y la confianza y apoyo de quienes lo habíamos votado, pero erró con
su política de no informar que encontraba, por otra parte
desconocemos si la misma fue evaluada en profundidad, de no tener un
plan para afrontar tamaño desorden y corrupción, la creencia que
con gradualismo era fácil controlar la situación, pero también
erró no siendo tan gradual con el acomodamiento de las tarifas de
los servicios públicos, subestimando el efecto practico, psicológico
y social que ello implicaba, el disparate y falta de austeridad de
continuar agrandando la administración publica con nuevos
ministerios y secretarias de estado, la infantil creencia que con el
simple timbreo bastaba para convencer, finalmente la soberbia en su
infalibilidad prescindiendo de quienes podían colaborar y tenían
conocimiento, experiencia y sanos propósitos, también de darle la
espada y desoír a las economías regionales y las pymes que
clamaban y claman por su supervivencia.
Esto los
llevo y nos llevo al descalabro del que recién ahora parecieran
tomar verdadera conciencia, pero quienes primero advirtieron la
proximidad de la crisis y se adelantaron a tomar posiciones fueron
los mercados que son pescadores de altura y de aguas profundas que
por experiencia saben cuando salir de pesca y así lo hicieron y
ganaron.
El
gobierno no sabe comunicar y cuando lo hace, lo hace a destiempo y
mal, con su proceder alienta la incertidumbre, esto es aprovechado
por los operadores de los mercados que profundizan la incertidumbre y
con rápidos reflejos la aprovechan para su accionar. Esto se
evidencio en el incomprensible y equivocado accionar del Banco
Central que nos llevo a la perdida de más de 6.500 millones de
dólares de reservas solo durante el mes de mayo, si a ello sumamos
las subas en las tasas de interés que pagan las LEBAC con sus
implicancias para todos los tomadoras de crédito, el resultado es
aciago.
Luego
de las últimas semanas con sobresaltos y corridas ahora el mercado
pareciera que se calmo y que las aguas volvieron a su nivel de
normalidad, esta es la lógica de los operadores de los mercados que
no buscan una crisis mayor sino simplemente actuar de acuerdo a como
el gobierno la afronta y ganar en consecuencia, bien sabemos que el
especulador para obtener utilidades en los golpes de mercado hace
que el mismo se mueva en forma de serrucho es decir tanto en la baja
como en el alza se requiere de intervalos para hacer ganancias y
posicionarse para el próximo golpe, solo es lineal en la euforia o
en la crisis y ahí solo se gana mucho o se pierde mucho y el
propósito no es jugar a los dados muy por el contrario, es
controlar, dirigir y así dominar al mercado para ganar, su
estrategia es en primer termino tener información interna como
externa, y si no la hay generarla, paralelamente ir midiendo como
procede el gobierno, quienes son los jugadores, tener espadas y
finalmente poseer un agudo sentido de la oportunidad para sorprender
y ganar.
Ahora
bien el partido ya se esta jugando en su segundo tiempo y lo
realizado hasta el momento se destaca por la ausencia de logros, muy
por el contrario se pueden contabilizar fracasos, pero guay que en
pocos meses más comienza la campaña electoral por la presidencia y
los diferentes sectores políticos con los que el gobierno debería
consensuar hoy cada uno esta en su juego, por otra parte la crisis
es real no se la detuvo por el contrario se sigue acentuando y
desconocemos los planes para contenerla y doblegarla.
Su
previsible ahogo financiero los condujo a negociar con el FMI que con
elemental lógica económica este pide austeridad en todos los
ordenes es decir debemos ajustarnos el cinturón, por otra parte se
les terminaron los tiempos al gobierno, en estas circunstancias el
auxilio del FMI políticamente es un salvavidas de plomo.
La carrera
por las elecciones para elegir presidente ya comenzó, cada uno
comenzó a jugar su “Antón pirulero” pero en el medio estamos
los argentinos que continuamos siendo presas y rehenes de políticos,
empresarios, gremialistas y jueces que nunca conocieron otro juego
reitero que el de atender a su propio juego, a ello se suman los
oportunistas de siempre, los políticos fracasados pero siempre
atentos a su nuevo acomodamiento, los mediáticos faranduleros que
solo saben vender falsas fantasías.
Se
perdieron dos años y medio que son irrecuperables, un mal análisis
del escenario que tienen ante sí, una visión con anteojeras, más
una soberbia invalidante nos llevaron a la muy difícil situación en
la que nos encontramos., cambiemos si queremos dejar definitivamente
al pasado atrás.
El
Presidente todavía tiene ante si un año y medio más de gobierno
por ello debe y tiene la obligación de hablarle al pueblo, exponerle
con franqueza y claridad cual es la situación, que va hacer, como,
cuando y con quienes, indudablemente el momento y las circunstancias
exigen serenidad, responsabilidad, sensatez, inteligencia,
equilibrio, unión y consenso de todos los argentinos, pero por
sobre todas las cosas desprendimiento y verdadero amor por la patria
y la república, solo así prevaleceremos.
Diego Lo Tártaro
Presidente IADER