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El boom ganadero en la gestión Macri confirma el error de la política de Moreno

En el Gobierno nacional saben que en los últimos dos años el sector ganadero es uno de los pocos que ha crecido en prácticamente todos sus índices. La recuperación de la producción bovina ha sido notable, e inclusive, más rápido de lo previsto.

El dato político es que de esta manera quedó en evidencia el fracaso de la política que aplicó el kirchnerismo de la mano de Guillermo Moreno que, en 2006, cerró las exportaciones para volcar ese volumen al mercado local y planchar los precios internos.
Esa medida generó que el stock vacuno se reduzca unas 12 millones de cabezas (pasó de 60 a 48 millones de animales), caiga la actividad en la industria frigorífica, se pierdan miles de empleos en el interior, desaparezcan mercados y subieran los precios locales.
Para controlar los precios de la carne, el modus operandi de Moreno consistía en ir personalmente al Mercado de Liniers -a veces con barra bravas- para imponer los precios que debían negociarse por las distintas categorías de hacienda.
Luego, los días viernes, se encargaba de recibir en su despacho a los representantes de la cadena cárnica en la recordada "Escuelita de Moreno". Allí, se dedicaba a dar una clase magistral de economía en la que explicaba el éxito de su política.
Si algún empresario del sector no estaba de acuerdo con lo que decía o hacía Moreno, entonces el ex secretario de Comercio Interior lo echaba de la reunión o lo agredía físicamente, tal como denunció en su momento, el dirigente cárnico Miguel Schiariti.
En 2013, si bien dejó el cargo y se fue a Italia, su impronta quedó marcada en su sucesor, Augusto Costa, que respondía a Axel Kicillof y que continuó las mismas políticas que no hicieron más que quebrar a miles de productores ganaderos.
El macrismo -consciente de que la ganadería responde a ciclos biológicos- lo primero que hizo fue liberar exportaciones y eliminar retenciones. Se trata de un claro ejemplo de que la liberación del mercado, al menos en este sector, funcionó como se preveía.
Otro aspecto que explica el "boom ganadero" son los controles a la evasión presente en el sector. Este jueves se presentó la plataforma electrónica "SIO Carnes" mediante la cual se controla la compra/venta de hacienda con destino a faena con datos de AFIP.
"La carne es uno de nuestros productos emblema y compartimos la satisfacción al ver ganar nuevos mercados. Nuestro compromiso es continuar trabajando para mejorar con nuevas herramientas", dijo el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere.
Indicadores en alza
Según un reciente informe elaborado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA), el consumo interno de carne vacuna aumentó un 9,2% en los últimos 12 meses alcanzando un promedio que ronda los 58,8 kilos por habitante por año.
El aumento del consumo se explica básicamente porque el precio de la carne vacuna viene aumentando por debajo de la inflación en los mostradores de las carnicerías y supermercados, mientras en carne aviar, por ejemplo, ocurre todo lo contrario.
En los primeros dos meses de este año, se registró un aumento del 1,7% en los principales cortes vacunos, versus una inflación -medida por el INDEC- superior al 4%. En tanto, en el último año la carne subió un 21,3% contra casi 25% de inflación.
En tanto, en el primer bimestre del año, la participación del consumo interno en el total de la producción cárnica es del 88,5%, debido al aumento de las exportaciones (este año nuestro país exportará unas 400.000 toneladas por el aumento de las compras de China).
En las principales cadenas de supermercados de la ciudad de Buenos Aires -sin contemplar ofertas- es posible encontrar el kilo de Picada a un precio de $ 56,52; el kilo de Nalga a $ 109,90; el kilo de Roast Beef a $ 112,90; y el kilo de Paleta a $ 129,90.
En esta línea; el kilo de Colita de Cuadril se comercializa a $ 184,90; el kilo de Lomo a $ 255,90; el kilo de Bife de Chorizo a $ 230,90; el kilo de Vacío a $ 205,90; el kilo de Peceto a $ 230,90; el kilo de Tapa de Asado a $ 116,90; y el kilo de Bife a $ 154,90.
Un dato no menor es que en febrero el precio de la hacienda en pie en el Mercado de Liniers mostró una suba del 8% en relación al mes de enero. Este aumento no se trasladó en su totalidad a las carnicerías por la influencia de la exportación.
"El valor promedio de la hacienda en pie reaccionó de manera gradual al ajuste del tipo de cambio", comentó Miguel Schiariti, presidente de CICCRA. "En febrero, todas las categorías de hacienda registraron importantes subas en Liniers", señaló.
Por otra parte, en el primer bimestre de este año la industria frigorífica faenó un total de 2,1 millones de cabezas, una cifra un 11,8% superior a igual periodo de 2017. "Este nivel de actividad fue el sexto más alto de los últimos 20 años", agregó Schiariti.
En este contexto, en la actualidad el stock vacuno nacional se ubica en torno a las 55 millones de cabezas, una cifra 5% mayor a la registrada a mediados de 2015 y muy superior respecto al piso de 48 millones alcanzado en 2011.
Ulises "Chito" Forte, presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), consideró a LPO que "es imprescindible conseguir mercados para la carne porque la demanda está firme y el prestigio de nuestro producto está intacto".