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Bill y Melinda Gates decidieron pagar los US$ 76 millones que Nigeria le debe a Japón por la asistencia recibida para erradicar la poliomielitis, una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a niños y puede causar parálisis. Mientras que cada vez más países miran hacia dentro, el fundador de Microsoft sigue demostrando la importancia de pensar proyectos de escala global.
La deuda de Nigeria proviene de la asistencia que el gobierno del país asiático le brindó en 2014. Esto permitió eliminar la polio. Desde julio del año en que recibieron la ayuda hasta agosto del 2016, cuando se registraron dos personas enfermas, no hubo casos y en 2017 no se detectó ninguno.
Ambos países acordaron que los pagos comenzarían cuatro años después. Por esto volvieron a tratar el tema. Hoy el ministro de Finanzas nigeriano, Kemi Adeosun, se reunió con el parlamento japonés y anunció que comenzarán a devolver el dinero.
Polio cero
Esto sugiere que Nigeria está cerca de erradicar la polio y quedarían únicamente dos países donde la enfermedad continua siendo un problema: Pakistan y Afganistan. Eliminarla por completo es uno de los objetivos de la Asamblea Mundial de la Salud, pero también una de las máximas prioridades de la Fundación Gates.
El año pasado, en la Convención Internacional de Rotary, anunciaron que pondrán dos dólares por cada uno que Rotary junte para aumentar los esfuerzos contra la polio. Si la organización alcanza su objetivo de recolectar US$ 50 millones por año durante los próximos tres años, resultará en US$ 450 millones destinados a combatir la enfermedad.
Una fundación no alcanza
La campaña de erradicación de la polio no solo logró reducir a cero los casos en la mayoría de los países, sino que también les dejó sistemas de salud mejor preparados para responder ante nuevas crisis provocadas por enfermedades como el Ébola y Zika. Pero Bill Gates explicó que si bien organizaciones como la suya están haciendo la diferencia, no están preparadas para afrontar los huecos que podría dejar los recortes en los presupuestos de asistencia a otros países como los que propone Donald Trump.
Según comentó, el presidente de los Estados Unidos no comprende que los programas de asistencia son una gran inversión. “Ayudar a otros países en la lucha contra la pobreza y las enfermedades hace que el mundo sea más estable, y hace que los mismos estadounidenses y el resto de las personas estén más seguros en todos lados. Esta clase de asistencia tiene retornos fantásticos”, dijo en la convención de Rotary.
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