El
presidente dijo que los jueces no deben ser amigos de los políticos,
prometió echar “a patadas al narcotráfico” del país y que
volverá a insistir con la reforma electoral
El presidente Mauricio Macri
aseguró que los jueces no tienen que ser amigos de los políticos,
prometió que su gobierno logrará “echar a patadas” al
narcotráfico del país, dijo que volverá a insistir con la reforma
electoral, y pidió a los empresarios invertir y a los sindicalistas
“flexibilidad” para lograr acuerdos sectoriales que mejoren el
empleo.
Al
conversar en el panel de cierre con el presidente de Idea y gerente
general de Ledesma, Javier Goñi y los presidente del 53º Coloquio
de Idea y de Dow Argentina, Gastón Remy, Macri dijo que “el
desafío de fondo” es “hacer un cambio cultural, empezando por la
cultura del trabajo y de que el esfuerzo dignifica”, y consideró
que “no se puede ser feliz en la sociedad en la que tenés un
tercio de la población en la pobreza”.
El
presidente hizo un recorrido desde sus inicios como empresario,
pasando como dirigente de Boca Juniors hasta llegar a la política.
“Uno
va a cumulando experiencias, va aprendiendo. La solución para ser
eternamente jóvenes es aprender. Lo más importante que me pasó a
lo largo de ese recorrido es que fui aprendiendo a estar en el lugar
del otro, a entender qué le pasaba la persona con la que tenía que
tratar. En esta última etapa también qué siente y qué espera el
que menos tiene, no solo en patrimonio sino en herramientas para
salir adelante. Por eso sigo visitando a la gente en su casa porque
sigo aprendiendo”, explicó.
Ante
la pregunta de qué es el “círculo rojo”, el presidente se rió
y les dijo: “Acá son todos del círculo rojo... Algunos son más
jefes que otros”. Todo sonrieron y luego los describió como “la
gente políticamente involucrada, que lee los diarios todos los días,
que participa activamente. Cuanto más grande es el círculo rojo más
grande es un país. No tiene una acepción negativa para nada”.
Respecto
de la pregunta sobre qué piensa cuando le dicen que gobierna para
los ricos, el presidente respondió: “Fue la forma que encontraron
de descalificarme cuando empecé a hacer servicio público. En Boca
mismo ya me lo decían”.
En
torno a cuándo sintió que podía ser presidente, Macri recordó:
“Apenas gané en Boca mucha gente me dijo que me tenía que dedicar
a la política. Sentí definitivamente que iba a tener la
responsabilidad de ser presidente a partir de 2011. Y cuando apareció
Juliana, quien me dio la energía”.
El
mandatario consideró que “el desafío de fondo es hacer un cambio
cultural, empezando por la cultura del trabajo, de que el esfuerzo
dignifica, de que superarse es el camino a la felicidad, que el
populismo fue alterando en la cabeza de la sociedad. Tenemos una
oportunidad. Que cada uno asuma su rol de protagonismo. De qué
manera puedo hacer las cosas mejor. Lo primero que tenemos que hacer
todos es predicar con el ejemplo. Lo que hay que hacer es hablar
menos y hacer más. Por eso yo llego a horario a todos lados porque
hay que respetar los tiempos del otro. Mi tiempo no vale más que el
del otro. Una ola positiva que es la que escuchamos en casa”.
Y
continuó con los cambios culturales que hay que realizar: “Si nos
comprometemos a algo hay que cumplirlo. Se genera una ola positiva,
es lo que nos va a llevar por el camino correcto. Nos ha llevado a
creer que la viveza criolla nos ha arruinado a todos. No se puede ser
feliz en la sociedad en la que tenés un tercio de la población en
la pobreza, donde la viveza llevó a convivir con el narcotráfico y
por suerte hemos llegado a tiempo para revertirlo y en este año y
medio les hemos dado durísimo para echarlos a patadas de la
Argentina, trabajando todos juntos”, sostuvo y cosechó aplausos
entre los empresarios asistentes.
En
referencia al rol de los empresarios, Macri detalló que el rol del
empresario es “fundamental y tiene muchísimo para aportar”. Dio
ejemplos de las industrias nuevas que se están instalando en el
noroeste argentino, como la generación de energía sola y la
producción de litio, cosa que “demuestra que podemos salir de la
resignación de que lo único que tenemos es el empleo público como
un subsidio encubierto al desempleo”.
“Y
previamente nosotros como Gobierno Nacional tenemos que generar una
macroeconomía sana y menos dependiente del crédito externo, de
bajar la inflación, de cambios graduales que al principio muchos no
lo entendían y un agresivo plan de infraestructura que nos conecte
física y virtualmente”, aseguró el presidente.
Respecto
de la reforma de la Justicia, el presidente dijo: “Ya empezamos.
Hemos iniciado juicio político a (Eduardo) Freiler que es un juez
probadamente corrupto y no a la altura moral del cargo. Es un avance
enorme. Demuestra que el Consejo de la Magistratura ha dejado de
especular políticamente y ha empezado a funcionar de acuerdo a
valores. Tenemos un caso cercano que nos ha levantado la vara es
Brasil que en el corto plazo ha vivido un infierno pero sentó las
bases para el mediano y largo plazo, una justicia absolutamente
independiente donde no se tolera ninguna violación de la
constitución y no hay especulación política. Eso es a lo que
tenemos que aspirar acá”.
También
sostuvo: “Todo este esfuerzo que estamos haciendo no tenemos
garantía que no vuelva atrás. Hay que implementar eso de que cuanto
más poderoso, más le tiene que caer la justicia con todo el peso de
la ley si la viola. Hay que militar y velar para que la Justicia
mejore. En estos últimos 30 años la Justicia se mezcló con la
política. Hay que volver a separar las cosas”.
Y
agregó: “Acá hay que sembrar, eligiendo en cada concurso, hay
muchos en subrogancias, eligiendo a los mejores (para ser jueces).
Eso es a lo que tenemos que apostar. Los jueces no tienen que ser
amigos de los políticos. Cuando hoy veo el descrédito que tiene la
Justicia frente a la sociedad me da pena”.
Respecto
del mundo del trabajo, dijo que ve que “hay muchos miedos, hay
mucho conservadurismo en el tema. No hay lugar para eso en este
momento. Tenemos un escenario donde la tecnología es algo totalmente
disruptivo. Es un momento en el que hay que entender que si
comparamos, miramos, esa es la ventaja que tenemos de habernos
quedado un paso atrás es mirar otras experiencias”.
Y
en referencia a los acuerdos que ya se hicieron, indicó: “Lo hemos
logrado en la energía y en la automotriz, lo estamos logrando en la
forestoindustria, en la pesca, en la leche y lo vamos a intentar
sector por sector. Tenemos que entender que -no sé si se fueron los
compañeros sindicalistas- como decía el General Perón, la estrella
polar de un país y también decía que cada argentino tiene que
generar por lo menos lo que consume. Con esas dos verdades hay que
sentarse en una mesa y verde qué manera defendemos el trabajo”.
“El
trabajo no lo defendemos si defendemos conquistas en contra de la
productividad. Ahí vamos perdiendo a los que tenemos y condenar a
todos los que están afuera. Tenemos uno de los índices más
elevados del mundo de trabajo no formal. Hay que sentarse en la mesa
y ver de qué manera vamos a garantizar que estos trabajos que
tenemos van a seguir existiendo en 10 años y a acrecentarlos. Por
eso gobiernos, empresarios y sindicatos y discutir de buena fe
tenemos que sentarnos. De nada sirve tapar el sol con las manos,
interacción inteligente al mundo., Brasil nos pone una vara.
Cualquier interacción al mundo nos
“Nosotros
(por el gobierno) tenemos que bajar los impuestos, mejorar la
logística y la infraestructura, ustedes (por los empresarios) tienen
que invertir y los sindicatos tienen que bajar el ausentismo y
aceptar alguna flexibilidad adentro de las fábricas. No tenemos que
encasillarnos en ‘yo hago esto y no hago lo de al lado’, cambiar
esa energía autodestructiva. Es estúpido y absurdo”, enfatizó
“Hay
que trabajar con el sector privado para sacar esos obstáculos
absurdos que no nos permiten desarrollar la capacidad que tenemos”,
añadió.
Respecto
de lo que viene, Macri señaló: “Argentina está en un despertar y
eso implica que estamos en un reformismo permanente porque sabemos
que el mundo está en un reformismo permanente, el que se queda
quieto retrocede”.
También
insistió con la necesidad de reformar el sistema electoral.
“Necesitamos un sistema electoral que no sea como este, engorroso,
caro, arcaico. Nosotros propusimos un cambio y fracasamos. Pero yo
voy a volver a insistir. Que la política entienda que no le podemos
pedir esfuerzos solo al ciudadano de a pie. El esfuerzo tiene que ser
parejo”, aseveró.
Ante
la pregunta de qué opina del peronismo, Macri sostuvo: “Me llevo
bien con el último perón, que lamentablemente no le dio el tiempo.
Él venía con una visión distinta, más aperturista, hablaba de
resolver la grieta de aquella época. Los tiempos no dieron y todo
fue mucho peor y sucedieron los episodios trágicos de nuestra
historia. Hoy yo espero que el peronismo se aggiorne, se modernice,
se dé un debate interno”.
El
presidente indicó: “Les agradezco a los argentinos que me hayan
dado la posibilidad. Tenemos que dar muchas batallas todos los días
especialmente contra aquellos que creen que pueden usar el poder en
beneficio propio a costa de los demás. Esas cosas las vamos a ir
removiendo todos juntos”.
Y
como mensaje a los empresarios, les dijo: “No estamos condenados al
éxito pero tampoco estamos condenados a los mismos errores.
Especialmente ustedes que tienen capacidad de liderar. Tienen la
responsabilidad de crear, de emprender. Nadie puede quedarse callado
si alguien lo está extorsionando, si hay competencia desleal, si hay
corrupción. Tenemos que denunciar porque es nuestra oportunidad. No
hay excusas. Este es nuestro lugar y si no peleamos por nuestro
lugar, no peleamos por nada”.