Hace tiempo que venimos diciendo que el dólar está barato en la Argentina. Por lo tanto, decimos que hay que comprar dólares. Inclusive publicamos un libro sobre el tema que llamamos “El Libro Negro del Dólar”, donde te mostramos cómo llegamos a esta conclusión. Actualmente se encuentra agotado, pero te avisaremos en cuanto tengamos lista una nueva edición. Ahora, volviendo a tema, hoy el diario El Cronista publica un estudio de la Universidad de Belgrano que demuestra que la devaluación de diciembre de 2015 ya se licuó con la inflación y que el dólar está, en términos relativos, al mismo precio que en ese momento. Entonces, sí, hay que comprar dólares. Sin embargo, y esto apunta a responder a una pregunta que nos hacen todos los inversores cuando relatamos ese escenario, es: “¿Qué hacemos una vez que compramos los dólares? ¿En dónde invertimos esos dólares?” El objetivo de hoy es contestar a esta pregunta. Y para hacerlo qué mejor que comenzar citando al más grande inversor, el mejor de todos los tiempos, Warren Buffett. Cuando le hicieron la pregunta de cómo hizo para generar su fortuna de US$ 65.000 millones de la nada, Buffett respondió lo siguiente: “Mi riqueza vino de una combinación de vivir en Estados Unidos, algunos genes con suerte y del interés compuesto”. No podemos hacer nada para mejorar nuestros genes. Nos tocó los que nos tocó. Tampoco podemos hacer mucho por haber nacido en el país que nos tocó nacer. Pero sí podemos hacer mucho para sacar partido del interés compuesto que menciona Buffett. ¿Cómo? Simple, invirtiendo en las acciones de las empresas más grandes del mundo. Aquellas que tienen negocios estables, pero en crecimiento. Empresas que a pesar de todos los idas y vuelta de la economía global, hace más de 100 años que crecen sin parar. ¿Cuál es la rentabilidad de esas empresas? Desde 1996 hasta 2015, el índice S&P 500, que mide el desempeño de las empresas más grandes de Estados Unidos, brindó un retorno del 8,2% anual. Y ese retorno del 8,2% anual, compuesto, es decir, ganando intereses de los intereses, se convierte en una fortuna con el tiempo. Entonces, ¿por qué si estas acciones son tan rentables, tan pocas personas invierten en esta alternativa en forma consistente? Hay muchas explicaciones para esta pregunta, pero una de ellas es que estas acciones son volátiles. Esto quiere decir qué si bien otorgaron esta atractiva rentabilidad anual, lo hicieron atravesando bruscas subas y bajas. ¿De qué tipo de bajas estoy hablando? Bueno, hay dos categorías de bajas en el mercado de Estados Unidos. Cuando un mercado baja un 10% de sus picos se dice que estamos ante una corrección. Cuando baja por lo menos un 20%, se llama un bear market o mercado bajista. Los dos tipos de bajas expulsan a muchos inversores del mercado cada vez que se dan. Muchas veces esto ocurre por desconocimiento y por temor. Los inversores perciben que están enfrentando una situación atípica, poco usual, que va a terminar en la pérdida total de su dinero. Entonces, venden todas sus acciones cuando el mercado baja, o directamente, se quedan afuera el mercado y nunca compran acciones. Pero, ¿qué me decís si te muestro que este tipo de bajas son normales? ¿Y que a pesar de ellas, los retornos positivos van a seguir estando? Voy a compartir algunos datos con vos. En promedio, las correcciones ocurrieron 1 vez por año desde 1900 en la bolsa de Estados Unidos. Históricamente, cada corrección duró 54 días. Desde 1980 la baja promedio fue del 14%, un poco mayor al 10% promedio, pero no mucho mayor. Y algo muy importante, menos del 20% de las correcciones se convierten luego en mercados bajistas. Por supuesto que nadie puede predecir cuando el mercado baja o sube. Pero, a pesar de la baja anual promedio del 14% desde 1980, en 27 de esos 36 años el mercado terminó arriba. Y en promedio la rentabilidad de ese período fue mayor al 8% anual. ¿Estás preocupado por los mercados bajistas? ¿Crees que estamos cerca de una crisis? Los mercados bajistas ocurrieron cada 3 a 5 años durante los últimos cien años. En promedio se dio una baja de un 33%, pero en un tercio de estas bajas fue del 40%. En promedio estas bajas duran un año. La que más duro en toda la historia fue dos años. Pero lo más importante, siempre y sin excepción, es que después los mercados bajistas se convierten en mercados alcistas y brindan retornos asombrosos. Si invertimos una parte de nuestros ahorros en acciones pero aparte hacemos fuertes inversiones cuando los mercados bajan, como hizo Buffett, nuestro camino a la fortuna está casi asegurado. Es cierto, vas a tener que convivir con las bajas. Pero si sabes que van a ocurrir, tal vez puedas estar más tranquilo cuando esto suceda. Acordate, el mundo es una oportunidad. Hoy invertir como Buffett está al alcance de tu mano. Sólo es cuestión que aprendas un poco, que entiendas mínimamente cómo funciona el mercado. Y luego que tengas muchas perseverancia y constancia. Los resultados terminan llegando. Te deseo un excelente martes de inversiones, Federico Tessore Director Tessore Research |