La
ausencia de un programa del gobierno nacional sumado a su
incapacidad en especial en la conducción de la economía esta
llevando a grandes sectores de la población, de las economías
regionales y de las Pymes a una peligrosa situación ya muchas veces
vivida, cuyo final todos conocemos.
El
manejo en esta área de gobierno tiene un pecado original: no tener
una conducción unificada, el dislate de tener 6 ministros más el
Presidente del Banco Central en la misma área de gobierno, que no
son coordinados o si lo están quien los coordina es inepto y torpe,
esto se refleja en los índices de inflación, en la disminución
del consumo, con el cierre de empresas nacionales, en el descontrol
presupuestario y así podemos seguir sumando.
Porque
decimos esto? Porque mientras el Presidente del Banco Central
Federico Sturzenegger continua emitiendo títulos públicos
endeudándose para financiar el descontrol presupuestario
consecuentemente volcando dólares al mercado, sube desmedidamente
las tasas de interés, esto seria parcialmente correcto si fuera
acompañado con políticas económicas concordantes que armonizaran
todas las variables económicas, pero esto no ocurre. Entonces que es
lo que en la práctica pasa, quienes ganan y quienes pierden,
analicemos como impactan estas medidas en cada sector.
En el
financiero beneficia a las grandes empresas o grupos empresarios dado
a que como tienen acceso a los mercados financieros del exterior
esto les permite competir deslealmente con las Pymes, que son quienes
pierden ya que obligadamente solo tienen acceso al financiamiento
interno.
En el
sector exportador: Las economías regionales exportadoras que hace un
año vendían a un dólar de $16.- hoy lo hacen también a $16.- pero
en el ínterin por la inflación que fue del 40% sus costos
aumentaron proporcionalmente , en consecuencia la corrección
cambiaria que hiciera Alfonso Prat Gay quedo anulada, por ello
quedaron nuevamente descolocadas con sus competidores externos,
quienes ganan nuestros competidores externos y quienes están en la
bicicleta financiera similar a las épocas de Martínez de Hoz.
En el
sector industrial todos pierden, porque están sometidos a la
desleal importación de productos del exterior muchos de ellos de los
países asiáticos que en su mayoría son de pésima calidad y en
todos los casos de mano de obra casi de servidumbre.
En el
comercial: todo el comercio pierde porque la inflación se come los
salarios y el consumo disminuye. Quienes ganan: los comerciantes de
los países vecinos de Chile, Paraguay, Brasil y Miami que son
abarrotados de compradores argentinos que desesperadamente les
compran todo por la ventajosa diferencia cambiaria.
La
falta de un programa económico global se hace evidente a diario, el
colosal desmanejo de las cuentas públicas heredado del gobierno
anterior hoy se sigue incrementando irresponsablemente. El sistema
tributario continua sin modificación alguna, el aumento ministerios,
secretarias de estado y de ahí en más todo el abanico de empleados
públicos sigue creciendo alegremente
Existen
sectores prácticamente abandonas como son los jubilados que en su
gran mayoría cobran la jubilación mínima con la que no alcanzan a
subsistir.
El
triste espectáculo y ejemplo que nos da la AFIP que actúa con
eficiencia para combatir la evasión de los pequeños contribuyentes
y las Pymes, pero paralelamente protege y deja impunes a los
grandes evasores por deudas multimillonarias.
La
Justicia acumula imputados por delitos de corrupción pero
prácticamente a nadie detiene, a nadie castiga, lo robado duerme el
sueño de los justos en los bolsillos de los ladrones y nada hace
para recuperar lo robado.
La
inseguridad nos amenaza a todos por igual, nada se hace, todo se
improvisa mientras tanto continuamos con cúpulas policiales
corruptas.
Con
absoluta sensatez y buen criterio pedimos a los organismos
internacionales que con celeridad actúen para dar solución al caos
en que sumió el Presidente Maduro a Venezuela, pero también en
nuestro país puntualmente en la Provincia de Santa Cruz se viven
momentos que en muchos casos parecen calcados de Venezuela, pero el
Gobierno Nacional hace oídos sordos y nada ve mientras el caos se
sigue extendiendo. Como se explica esta dicotomía.
Un
aparte merecen los viajes al exterior del Presidente que hace con
el noble propósito de atraer inversores externos, pero parece
ignorar que el inversor y en particular el extranjero entre otras
cosas quiere seguridad: la jurídica es de una debilidad alarmante
que se hace evidente por la lentitud a veces complicidad con que
actúa. En cuanto a la seguridad personal diariamente vemos ciudades
bloqueadas por piqueteros con sus rostros cubiertos y armados de
garrotes que impunemente actúan. La Gobernadora de la Provincia
de Bueno Aires, la provincia más grande, populosa y rica del país,
por su seguridad personal y la sus hijos debió dejar su casa, como
la residencia de la Gobernación tampoco ofrecía la seguridad
requerida, no tuvo otra opción que vivir en una unidad militar.
Con estos ejemplos el Presidente cree que va a convencer a los
inversores, por favor a no ser ingenuos.
Es tan
grande la brecha que separa lo prometido a lo realizado, que a no
dudar que el partido gobernante puede tener una gran sorpresa en las
elecciones de octubre y que no crea que el peligro viene por Cristina
o del kirchnerismo, muy por el contrario el riesgo esta en los
sectores independientes que los llevaron al poder, hoy al sentirse
defraudados pueden salir a buscar otras alternativas.
En
definitiva vivimos en un mundo al revés ganan las grandes empresas
mucha de ellas extranjeras y pierden las Pymes, las economías
regionales, la población es su conjunto hasta cuando este dislate.
Diego Lo Tártaro Presidente
del IADER
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