YPF S.A. (YPFD) es, sin dudas, una de las empresas líderes de menor crecimiento en los últimos 18 meses. Y hay motivos concretos para explicar esto.
El principal tiene que ver con el hecho de que sus negocios son cíclicos: si la economía se expande, las ventas de YPF crecen, mientras que si se contrae el volumen de negocios decae.
El viernes, el Ministerio de Energía y Minería señaló que el consumo de combustible bajó un 2,6% en 2016, llegando al mínimo nivel de los últimos 5 años. En total, se vendieron 406.810 metros cúbicos menos de combustible que durante 2012, el año de menor consumo previo al 2016. Esto afectó a YPF.
El segundo factor es su importante peso de la deuda, algo que preocupa a los analistas (entre los que me incluyo). Casi el 70% de ese endeudamiento está nominado en moneda extranjera, por lo que no es un dato menor para una firma que tiene, por el momento, poca capacidad de generar divisas mediante exportaciones.