Llevamos
más de 14 meses de gobierno de Cambiemos, es redundante volver a
reiterar que las expectativas de Cambios que se generaron cuando el
Ing. Macri se hizo cargo de la Presidencia, hoy se van diluyendo como
el humo, enfrentándonos con la realidad de siempre “nada cambia”.
No pretendemos hacer el balance anual como se hace en las empresas,
pero si un análisis parcial y orientativo en materia económica de
lo que no se hizo, ni de lo que tampoco hay planes a ejecutar, y que
sí requieren urgente atención, nos estamos refiriendo a las
Economías Regionales y las Pymes, desde hace años libradas a su
suerte, en un contexto de desorden generalizado y corrupción, en
el que solo ganan los mejor posicionados y más fuertes, es decir los
Grandes Grupos Económicos.
Hoy como siempre, estos grupos económicos tanto nacionales como
extranjeros que operan en nuestro país, tienen todo el acceso a la
información, a contactos de primer nivel en el gobierno, inclusive
algunos de ellos lo integran, a los medios de prensa oral, escrita y
televisiva, ya que en algunos casos son sus propietarios, son sus
voceros encubiertos poderosas agrupaciones o entidades
empresariales, es decir su capacidad de lobby es conocida y
padecida.
Del otro lado están las Economías Regionales y las Pymes,
históricamente abandonadas, desatendidas, desoídas y maltratadas,
si bien es cierto que son el caballito de batalla para las campañas
electorales, pero de la que se desmontan con rapidez una vez
finalizadas las elecciones y son electos.
Pero cuidado, son los mayores generadores de empleo y trabajo, los
que si tienen sensibilidad social, porque son la sociedad en su
conjunto y fundamentalmente son nacionales y lógicamente su interés
es el país. En contraposición para los grandes, el país es
solo un negocio circunstancial y temporal del que están prontos
desprenderse o partir cuando las utilidades se minimizan.
Que nos proponemos haciendo esta síntesis tomada
al azar de una realidad que todos conocemos, el alertar a quienes nos
gobiernan de que las Economías Regionales y miles de Pymes están en
crisis, que algunas están desapareciendo, vaya simplemente a modo de
referencia: los productores de manzanas de Río Negro y Neuquén, la
manzana la tiran por falta de precios remunerativos, solo se
conforman con cubrir sus costos, que triste, paralelamente en los
supermercados de Buenos Aires se vende manzana importada de Chile, el
negocio de la leche es deficitario desde la vaca hasta antes de
llegar a las góndolas recién ahí comienzan a ganar solo los
supermercadistas, la olivicultura en La Rioja con los mismos
padecimientos. Ni que hablar si lo hacemos de la industria: la del
juguete prácticamente desaparecida, la de indumentaria en agonía,
la industria liviana esta sometida a una competencia desleal desde el
exterior, con importaciones procedentes de países asiáticos donde
lo que menos vale es el trabajador, sometido a una cuasi servidumbre,
similar a la que en Europa se padeciera a mediados del siglo XIX, en
los comienzos de la era industrial, y finalmente para cerrar el
circulo sus productos en su mayoría son de pésima calidad.
Si a todo esto sumamos, variables económicas que
por incompetencia o imprevisión el Gobierno no pude corregir y
que golpean con más dureza a la Economías Regionales como son: muy
altos índices de inflación, la ausencia de una reforma impositiva
integral, el alto desempleo, la baja capacidad de compra de grandes
segmentos de la población, el olvido al que fueron relegados los
jubilados, la ausencia de inversión extranjera tan anunciada pero
aun no vislumbrada, el dólar planchado disminuyendo los ingresos o
quitándoles competitividad a la Economías Regionales que tienen o
buscan un perfil exportador, muy altas tasas de interés que les
restan también competitividad ya que no tienen acceso a los mercados
internacionales de crédito, etc etc . Así podemos seguir
enumerando y sumando a este examen aplazos.
Las infraestructuras básicas para ser competitivos son simplemente
deficientes o inexistentes, es más son ignoradas en los planes de
gobierno, ¿a que hacemos referencia?, nuestro país por sus
extensión territorial necesita de medios de comunicación y
transportes eficaces y económicos, puntualmente el ferrocarril, de
esto no solo no se habla, sino que es peor aun ni siquiera se lo
tiene en cuenta, de caminos y rutas ni hablemos en el mejor de los
casos tienen una antigüedad de 60 o 70 años y son intransitables
por su deterioro, un verdadero despropósito con la cantidad
vehículos que las transitan sobre todo teniendo en cuenta la
velocidad que desarrollan autos y camiones sumado al porte de estos
últimos.
Carecemos de una mínima flota fluvial, lo que es
peor, ni siquiera se hace referencia a su innegable necesidad,
considerando la extensión de nuestras vías fluviales.
No contamos con estructuras portuarias acordes a
las demandas y necesidades de nuestra producción, y ni siquiera se
consideran análisis de factibilidad para mejorarlas.
Desgravamos industrias extractivas como la minería
explotada por empresas extranjeras y paralelamente somos reticentes a
un trato similar con otras actividades que si lo requieren,
necesitan y son nacionales.
Que queremos significar con estos ejemplos también
tomados al azar, que seguimos en la improvisación, pensando en lo
que dejamos de hacer por años y en el caso de proyectos son para
hoy, no para lo que nos demanda minimamente un futuro cercano. A
comienzos del siglo XX se hicieron obras sanitarias previstas para
cien años, hoy estamos utilizando las mismas tal como las
proyectaron y ejecutaron, con el subterráneo recién hace un año
resolvimos cambiar los coches que eran del Centenario, y así hasta
el infinito.
Un pequeño aparte sobre el que volvemos a
insistir: el acceso a los Mercados de Capitales al que siempre se
hacer referencia, con una supuesta reactivación del mismo, con
índices de crecimiento muy importantes, no en el número de
empresas cotizantes sino en el valor de pizarra, pero ocultan decir
que estas utilidades que reflejan las pizarras sí bien son
excelentes, son única y exclusivamente para un muy reducido y
selecto número de mega empresas, y que en muchos casos son
extrajeras.
Se anuncia falsamente todos los comienzos de año la incorporación
de numerosas empresas a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que
luego el tiempo se encarga de desmentir. Otra falacia.
Ni la Comisión Nacional de Valores, ni la Bolsas
existentes en condiciones de operar, se ocupan o preocupan por
atraer empresas al mercado ya sea para buscar socios a riesgo o para
buscar financiamiento, ni tampoco en la búsqueda de inversores.,
para ellos las Economías Regionales y las Pymes son anatema. Es
decir todo es declamativo, nada es real, vivimos una ficción.
¿Cuando vamos a reaccionar y ponernos a la altura de las necesidades
y los acontecimientos que nos atropellan sin misericordia?
Gobernantes y gobernados debemos reaccionar,
comencemos a trabajar con inteligencia, con los pies sobre la tierra
y con la vista hacia adelante, que el mundo y los negocios avanzan
sin mirar a quienes pisan, atropellan o dejan atrás, solo ven
adelante, solo tienen un propósito crecer y crecer.
Dejemos de solo prestar atención al espejo retrovisor, miremos hacia
adelante y avancemos, el mundo es de los emprendedores, de los que
piensan y trabajan para el futuro, solo así dejaremos un país
mejor para quienes nos sucedan.
Diego Lo Tártaro Presidente IADER