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Comienza la era Trump: ¿cómo afectará a la economía y la Bolsa?

La inesperada victoria de Donald Trump no ha sido el cataclismo que muchos temían, pero sí ha sacudido los mercados internacionales. Esta es una breve guía para navegantes para entender el posible impacto en la economía, el comercio internacional y los diferentes activos financieros de la nueva etapa que se abre para EEUU, y que estará marcada por la volatilidad y la incertidumbre.


Por Ramón G. Cepas y Aitor Atozqui
Donald Trump tiene por costumbre no dejar indiferente a nadie y, fiel a este principio, su inesperada llegada a la Casa Blanca ha tambaleado los mercados internacionales y provocado una avalancha de titulares, informes y opiniones de reputados expertos de todo el mundo.
INVERTIA se ha hecho eco de varios de estos informes, noticias y comentarios para tratar de ofrecer una guía sencilla guía para navegantes. A falta de conocer las políticas definitivas de Trump y hasta qué punto contará con el apoyo del Congreso, este es el previsible impacto que podría tener el 45º presidente de EEUU sobre la economía, el comercio internacional, la política monetaria, las bolsas, la renta fija y las divisas.

ECONOMÍA

Reforma fiscal

El magnate busca una reforma fiscal en EEUU con dos grandes líneas de actuación, rebajar los impuestos y simplificar la normativa tributaria. Para ello, propone solo tres tramos impositivos frente a los siete actuales. Aquellas parejas estadounidenses con ingresos inferiores a los 75.000 dólares tendrían un tipo del 12%, entre 75.000-225.000 dólares sería de un 25% y a partir de 225.000 dólares del 33%, unas horquillas que se reducirían a la mitad en el caso de solteros. Además, incluye toda una serie de deducciones y una reforma del impuesto de sucesiones.
En el caso de las empresas, Donal Trump quiere reducir el impuesto de sociedades del 35% actual al 15%. Además, quiere poner en marcha una amnistía fiscal empresarial para que las grandes multinacionales repatríen los beneficios generados en el extranjero. A estos les aplicará temporalmente un tipo del 10%.

Libre comercio y aranceles

Donal Trump es contrario, en líneas generales, a los acuerdos de libre comercio y se ha mostrado partidario de renegociarlos. Además, se ha mostrado a favor de gravar las importaciones de China y México, por lo que no descarta imponer aranceles. En línea con esto, el nuevo presidente ha abogado porque algunos gigantes estadounidenses, como por ejemplo Apple, fabriquen allí sus productos.

Renegociar la deuda pública

El magnate de los rascacielos ha pasado de puntillas por este tema, pero ha dejado caer durante la campaña electoral que quiere reducir la deuda pública de EEUU. Según ha explicado Trump, su idea pasa por recomprar la deuda estadounidense a un precio inferior al que fue emitida. Además, es partidario de recortar el presupuesto de EEUU.

Gran proyecto de obras públicas

El presidente electo prometió en campaña electoral un plan de infraestructuras de 1 billón, con be, de dólares en los próximos diez años. “Vamos a mejorar nuestras ciudades, arreglar nuestras autopistas, puentes, túneles, aeropuertos, escuelas y hospitales. Vamos a reconstruir nuestras infraestructuras, que por cierto, serán inigualables, y pondremos a trabajar a millones de personas para reconstruir el país”, aseguró Trump.

Abolir el Obamacare

Donald Trump se ha comprometido públicamente a derogar cuanto antes el conocido como Obamacare, el gran proyecto sanitario del presidente Obama y que buscaba la cobertura médica de todos los estadounidenses.

Mayor gasto en seguridad

El nuevo presidente republicano ha defendido que aumentará los fondos destinados a combatir la delincuencia, el tráfico de drogas, las bandas criminales y la ciberseguridad. Además, quiere incrementar el presupuesto destinado al ejército y ha prometido a los veteranos que podrán elegir el médico privado que quieran.

Política migratoria

La medida estrella de Donald Trump durante la campaña ha sido prometer la deportación de 11 millones de inmigrantes ilegales que actualmente se encuentran en EEUU. También quiere prohibir la entrada de musulmanes. El presidente electo también se ha comprometido a la construcción de un muro entre EEUU y México, que aseguró pagaría este último.

Política medioambiental

El candidato republicano, finalmente ganador, no cree en el cambio climático y quiere eliminar todas las prohibiciones a las energías fósiles. Además, es contrario a cumplir con el Acuerdo de París contra el cambio climático. Quiere retomar el proyecto Keystone XL, un oleoducto que une EEUU y Canadá y que el saliente presidente Obama vetó. También quiere recortar todas las ayudas a la lucha contra el cambio climático.

MERCADOS

Renta variable

Finalmente, la inesperada victoria de Trump no ha sido el desastre bursátil que algunos auguraban, aunque sí se están cumpliendo las previsiones de analistas como Daniel Pingarrón, de IG Markets, que advertía de una posible corrección del 5% en este escenario. Por su parte, Bankinter pronostica descensos de entre el 5%-8%, mientras que Xavier Mena, catedrático de Economía de Esade, teme un desplome a corto plazo de las bolsas aún más severo.
No obstante, este tipo de descensos no son necesariamente una señal de alarma por parte de los mercados ya que, como bien recuerda Eduardo Faus, analista técnico de Renta 4, es tradicional que el S&P 500 baje en los días posteriores a unas elecciones en EEUU, arrastrando consigo a las plazas internacionales.
A corto plazo, el analistas independiente Roberto Moro aconseja vigilar el soporte de los 2.068 puntos en el S&P 500. Pero a medio y largo plazo los gestores quitan hierro a la elección de Trump.
Así, José Ramón Iturriaga, el reputado gestor del fondo Okavango Delta, concluye que “es muy poco probable que Trump esté a la altura de sus palabras”. En esta línea, Jaume Puig, director general de GVC Gaesco, señala que incluso si Trump decide sacar adelante sus propuestas más polémicas, chocaría con la oposición del congreso, ya que ni demócratas ni republicanos ven con buenos ojos su programa. Por su parte, Renta 4 cree que la incertidumbre generada por la victoria de Trump podría verse mitigada en parte por un previsible retraso en la subida de tipos prevista para diciembre.

Sectores

Desde hace años, algunos economistas advierten de que en un mundo globalizado movido por los ciclos económicos, la política monetaria y los mercados, los Gobiernos han perdido gran parte de su capacidad para influir en la economía. Los expertos de Fidelity comparten una opinión similar y apuntan que durante los últimos 16 mandatos presidenciales el resultado de las elecciones no ha tenido un impacto significativo ni en la marcha de la economía estadounidense, ni en la evolución de Wall Street.
No obstante, desde la gestora matizan que la victoria de Donald Trump sí generará oportunidades en determinados sectores, como la siderurgia, los combustibles fósiles, las infraestructuras y la defensa. Atl Capital añade las utilities a esta lista y advierte de que las empresas tecnológicas y las renovables podrían verse penalizadas en bolsa.

Empresas españolas

Para el inversor español, quien gobierne la primera economía del mundo no es una cuestión en la que le vaya la vida. Sin embargo, un tercio de las empresas del Ibex 35 y un buen número de pequeños valores tienen exposición a EEUU. Los valores con mayor presencia en el país (% de ingresos totales) son, según estimaciones del Banco Sabadell, Grifols(65%), Acerinox (50%), Ebro Foods (45%), ACS (40%), Viscofan (29%), Almirall (25%), ArcelorMittal (22%), Deoleo (20%) e IAG (20%). En menor medida, AmadeusFerrovialGamesaIberdrola y BBVA generan entre el 10% y el 20% de su cifra de negocio en este país.
Las empresas siderúrgicas se frotan las manos ante las perspectivas de un mayor proteccionismo frente a China y una mayor inversión pública en el mercado siderúrgico estadounidense. Precisamente la competencia asiática ha sido un quebradero de cabeza tanto para Acerinox como para Arcelor, que subieron con fuerza en bolsa tras la introducción de medidas antidumping en Europa y EEUU. La fuerte apuesta de Trump por los combustibles fósiles y fracking también es a priori positiva para Técnicas Reunidas. Aunque en este caso, la posible huida de los activos de riesgo, como el petróleo, penalizaría indirectamente al valor.
En cambio, entre las empresas que podrían verse perjudicadas por un gobierno republicano figuran los bancos, que están rezando por una subida de tipos que podría aplazarse; las empresas renovables como Gamesa; e incluso Grifols. Y es que, si bien la empresa catalana es una farmacéutica, su principal negocio en el país se centra en los servicios y tecnología para hospitales, una división que podría verse afectada si el Congreso da un tijeretazo al gasto sanitario.

Divisas

Prever los movimientos del mercado es prácticamente imposible, y más si lo que entra en juego son las posibles políticas de un Gobierno que muy posiblemente modere su discurso y que no cuenta con demasiados apoyos entre elestablishment. No obstante, las firmas de inversión coinciden en que, a priori, la presidencia republicana debería ser positiva para el dólar.
Tom Fahey, estratega global macro senior de la gestora Loomis Sayles & Co, argumenta que las políticas fiscales laxas y las subidas de tipos han sido tradicionalmente positivas para el billete verde. En este sentido, el experto recuerda que el dólar vivió uno de los mayores rallies de su historia precisamente durante la presidencia de Ronald Reagan, que se caracterizó por recortes de impuestos, un mayor gasto en defensa y subidas de tipos.
Trump ha defendido públicamente en varias ocasiones la necesidad de que los tipos de interés se mantengan bajos y no es ningún secreto que no quiere que Yellen siga al frente de la Reserva Federal. Sin embargo, sus políticas (más inversión en infraestructura, más gasto en defensa, menos impuestos) son claramente inflacionistas y el presidente no tiene en sus manos ni la capacidad de despedir a Yellen, ni de influir en política monetaria. Una mayor inflación, como la que ya se está viendo en Europa, forzará inevitablemente a la Fed a subir tipos tarde o temprano.

Renta fija

En resumen, los Estados Unidos de Trump no están necesariamente abocados al desastre, pero sí han iniciado una nueva etapa que estará marcada por la incertidumbre. Y es que el nuevo presidente inicia su legislatura con un Congreso en manos republicanas que, sin embargo, no respalda sus principales propuestas. Según Dierk Brandenburg, analista senior de Renta Fija de Fidelity, esta incertidumbre provocará “una huida de todo lo relacionado con EEUU” por parte de los inversores. Las desinversiones ya se han visto en los últimos días, y la posibilidad de una guerra comercial con China, principal tenedor de deuda pública de EEUU, hacen prever nuevas ventas.
El experto matiza que, a corto plazo, la volatilidad podría llevar a la Fed a aplazar una subida de tipos, pero solo por unos meses. Las propuestas de Trump, entre ellas mayor gasto público y estímulos fiscales elevarán el déficit y la deuda pública de EEUU. Y según apunta BofA Merrill Lynch, entre 1965 y 2015 las dos cámaras del Congreso solo han estado en manos de un mismo partido durante 18 años. En todos y cada uno de esos ejercicios la deuda pública y el déficit cerraron al alza.


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