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Ocho años de crisis financiera: tenemos más dinero y menos deuda

Juan Haldudo es el típico ahorrador medio español. En él se resumen las tendencias, las ambiciones, los miedos que en materia de dineros tenemos el común de los españoles. En estos ocho años de crisis financiera, las cosas han ido mejor de lo que cabría esperar: tiene más ahorro financiero y, además, ha logrado reducir sus deudas. Vamos, un campeón.


Pese al remolino de malas noticias que desde 2008 han rodeado la economía y los mercados financieros a nuestro Juan Haldudo no le ha ido mal. Haldudo es un resumen de cómo han actuado las familias españolas durante la crisis donde se entremezclan pudientes, clases medias y también los más desfavorecidos. Han sido ocho años duros desde que estallara la burbuja financiera en forma de Lehman Brothers y provocase terremotos en la banca mundial, los mercados y finalmente también en la economía real.
Aunque Haldudo no sea muy consciente de ello ha contado con un apoyo imprevisto. Él, que siempre gusta de dar crédito a los comentarios más pesimistas, creía en la hecatombe y ya oía las trompetas anunciando el fin de los Tiempos. Pero no. Los bancos centrales han venido a rescatar con inundaciones de dinero, abriendo un nuevo periodo de incógnitas aún por despejar.
No ha sido ajeno a los males que la crisis trajo a la economía y como buen español ha sufrido de forma directa o indirecta el despido, el miedo a consumir, el temor a ver quebrar la caja de ahorros a la que había confiado su dinero desde siempre y esa posibilidad intermitente de corralito que aparecía con aires australes.
Sin embargo, con el totum revolutum de las circunstancias personales, las cosas han ido mucho mejor de lo esperado. Los datos del Banco de España hablan de las cuentas financieras de las familias –de todo tipo como he indicado antes- y el balance de estos ocho años de crisis es, en general, muy positivo: tenemos más dinero y menos deudas. Luego, que se apliquen los matices. Nuestro querido Juan Haldudo ha estado en la media. Él, lamentablemente o no, casi nunca destaca, y en su fuero interno es realmente lo que desea.
BALANCE GENERAL POSITIVO
Esas cifras macroeconómicas que tanto gustan a los gobernantes cuando van un poco mejor y que exasperan a la oposición porque ocultan la intrahistoria, muestran que las cosas han ido bien. Son datos gigantescos y muy interesantes. Los españoles -Juan Haldudo entre ellos- tenían al finalizar 2008 nada menos que 1,68 billones de euros de riqueza financiera (efectivo, depósitos, fondos, acciones…), mientras que a mediados de este año se contabilizan 1,98 billones, lo que supone un 5% más.
No es gran cosa, pero habida cuenta que hemos atravesado una de las más graves crisis económicas, que los tipos de interés están a cero y, por tanto, hacen crecer poco el dinero, y que la Bolsa tampoco ha estado muy boyante, la cosa no está tan mal. Haldudo tiene también un 5% más de dinerillo en el banco, y fondos de renta fija y Bolsa, aunque anda algo cabreado con su situación actual donde no consigue apenas rentabilidad e, incluso, ha leído que hasta le podrían cobrar por tener el dinero en el banco. Pero casi todo ese dinero de más que tiene ha sido por ahorrar.
Como anda algo enfadado con la imposibilidad de rentabilizar su ahorro ha hecho lo que muchos españoles, o sea, amortizar deuda. Todos los Haldudos con sus distintas circunstancias tenían en 2008 créditos por valor de 913.982 millones de euros y a junio de este año la cifra se mueve en los 730.526 millones. Así, pese a las circunstancias adversas ha reducido sus deudas en un 20%. En esto sí que se muestra satisfecho y hasta orgulloso, aunque a los bancos les suponga una caída de su negocio muy importante. El crédito crece ahora, tanto el hipotecario como el de consumo, pero las amortizaciones están reduciendo el tamaño del pastel crediticio.
Si se descuenta lo que tiene en activos financieros con lo que debe, el saldo a junio de este año es de 1,19 billones de euros, frente a los 724.331 millones de euros de cierre de 2008. Tenemos que tener en cuenta ese 5% que ha crecido la riqueza financiera al mismo tiempo que el 20% que ha descendido el endeudamiento. Por tanto, casando ambas variables, la riqueza financiera neta ha subido nada menos que el 64%... bravísimo que diría Haldudo.

Y… ¿CÓMO SE HA DEFENDIDO DE LA CRISIS?
Aunque nuestro querido Haldudo es conservador y poco partidario de mover el parné, las circunstancias han obligado. Poco, con cautela, sin mucho convencimiento ha ido moviendo sus ahorros hacia rincones aún más seguros, huyendo del riesgo. Y eso que él estaba realmente asustado por si se evaporaba en medio de la crisis bancaria por mucho que las autoridades económicas insistieran en la existencia del Fondo de Garantía de Depósitos.
Él que siempre gusta en ponerse en lo peor ya se veía reclamando a las puertas del banco que le devolviesen su dinero mientras nos echaban del euro y, ya puestos, nos atacaban con furia tecnológica los marcianos. Se ha movido entre este temor general, aunque también ha entrado últimamente en una fase de rebeldía después de ver cómo los bancos le dan ofertas con decimales por su ahorro conseguido con tanto esfuerzo.
Fruto de los temores primeros, Haldudo ha puesto más dinero en los bancos. En 2008 tenía más en depósitos a plazo fijo y ahora ha optado dejarlo en cuentas corrientes. Una tendencia muy relevante que se explica en que no merece la pena hacer un plazo fijo y ver limitada la liquidez cuando apenas recibes nada a cambio. Como dice Haldudo: “Para eso prefiero tenerlo en la cuenta corriente y me lo gasto cuando quiero”.
Lo que sí parecía más inesperado es el aumento notable en las acciones de Bolsa. En 2008 los Haldudos tenía 79.518 millones de euros y a finales del pasado junio la cifra sube a 137.097 millones, un 72% más. Haldudo reconoce que ha comprado algunas acciones, que otras le han subido un poquito y que también le han llegado muchas de los dividendos pagados por acciones. Tener en cuenta que en 2008 la Bolsa cayó un 40% y muchos vieron la oportunidad de ganar tras ese tremendo batacazo. La liquidez posterior al menos ha servido para mantener el Ibex 35 en niveles similares a los del cierre de ese año. De todas formas, sí que se ha producido una entrada directa en el mercado que responde también a esa falta de tipos de interés.
También Haldudo, antes poco amigo de los fondos de inversión, empezó a mirarlos con mejores ojos si lo comparaba con sus depósitos bancarios. Había que arriesgar un poco. Todas las familias en esta crisis han ahorrado 100.000 millones más en fondos de inversión hasta alcanzar la cifra de 247.479 millones de euros donde también hay que tener en cuenta el comportamiento del mercado. A finales de 2008 el dinero destinado a este producto era de 149.338.
Pero esta crisis lleva al pensamiento cambiante y adaptativo a las circunstancias. También son muchas las sensibilidades de los Haldudos españoles. Si acciones y fondos hablan de asumir un poco más de riesgo para tener rentabilidad, cuentas corrientes y productos financieros de seguros hablan de lo contrario. Hay para todo y todo crece.
Los seguros de vida ahorro y pensiones han crecido en 70.000 millones hasta sumar 338.175 millones de euros. Los seguros de jubilación han tenido el mayor aumento con más de 50.000 millones de euros. En los planes de pensiones los datos son más flojos y los planes han aumentado en 27.000 millones de euros.
INMOBILIARIO, CAÍDA PERO MÁS DIFÍCIL CUANTIFICAR
Calcular la pérdida o ganancia de riqueza en el mercado inmobiliario siempre es más complicado y el refresco de datos no puede ser tan rápido y exacto como ocurre con el sistema financiero.
Está bastante claro que la vivienda, principal inversión de los Haldudos de España ha perdido valor y en general tasadoras y firmas inmobiliarias reducen en un 40% su precio de media desde los máximos alcanzados en torno a 2008. Pero aquí todo resulta más difícil y cada historia es un número de rentabilidad.
Los detractores de la inversión inmobiliaria han tenido en esta crisis un argumento a su favor. El dinero en inmuebles se depreció frente a los activos financieros que lograron revalorizarse. Según datos de Inverco, el valor de la riqueza inmobiliaria de los hogares españoles ha sufrido grandes pérdidas ya que pasó de ser el 590% del PIB en 2006 a situarse en el 402% del PIB a finales de 2014, cifras en las que se inscribe el estudio y que no recogen la mejoría que muchos analistas apuntan en este 2016.
Hasta ahora los españoles se han decantado claramente por el inmobiliario, aunque su peso ha disminuido. Si partimos de 2006, el peso del inmobiliario era más de seis veces superior al financiero (590% frente al 96% del PIB). A finales de 2014 y con cálculos elaborados por Inverco, el ahorro en inmuebles representan el 402% del PIB (de 100 billones de euros) frente al 106% de los activos financieros. Así, ahora el inmobiliario es algo menos de cuatro veces el financiero.


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