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“Si pensamos que la creatividad y la investigación es gratis, nos pasará lo mismo que con la energía: creímos que era gratis y nos quedamos sin ella”, advirtió el CEO de Bioceres, Federico Trucco
El CEO de la empresa de agrobiotecnología Bioceres, Federico Trucco, destacó hoy la necesidad de defender la propiedad intelectual y llamó a “no tener prejuicios” sobre este tema ni creer que es una opción “extranjerizante”. Trucco se quejó, por ejemplo, de que en el tema de la ley de Semillas “hay muchos prejuicios acerca de la propiedad intelectual”.
“Si queremos ser un actor económico en serio, debemos tener un marco claro respecto de que los creadores deben recibir una justa recompensa por su trabajo, si pensamos que será gratis, nos pasará lo mismo que con la energía, que creímos que era gratis y nos quedamos sin ella”, sostuvo Trucco.
Sobre la propiedad intelectual, dijo que “en cierto nivel de toma de decisiones existe la idea de que tener un marco robusto en la producción industrial es extranjerizante, porque pensamos que es un tema de los mundos desarrollados”.
El CEO de Bioceres dijo que los precios de las commodities tienden a “igualar los costos de producción”, por lo que subrayó la importancia de buscar nuevas alternativas con valor agregado.
Trucco dijo que las empresas de punta vienen a jugar un rol central ante el dilema que enfrenta el negocio agropecuario.
“Hoy los precios de las commodities tienden a igualar los costos de producción. Es un negocio muy finito en una carrera por la eficiencia, que tiene salida cuando aparece una tecnología disruptiva y permite un salto”, señaló.
Trucco pidió pensar en la ciencia “no como la consecuencia del desarrollo, sino como su punto de partida”.
Dijo que el cultivo de soja mostró fuertes desequilibrios producto de una inmensa incorporación de conocimiento.
Señaló que el hecho más trascendente tiene que ver con las variedades transgénicas en la década del 90, y eso en Argentina se dio en un momento en que se empezaban a difundir otras técnicas como la siembra directa.
“Empezamos a caer en la trampa de que los precios vuelven a ser similares a los costos, lo cual genera tensiones, por eso se pide bajar las retenciones, reducir los costos de logística, pero tengo una óptica distinta, que es apuntar a incorporar tecnología de punta para sumar valor agregado”, señaló.
En ese sentido, mencionó el caso del cártamo -en Argentina está el SPC-, para acumular en sus granos una enzima industrial, que permiten obtener un rendimiento de 5.000 dólares el kilo.
¿Qué pasaría si modificáramos la siembra de soja -Argentina produce 50 millones de toneladas- y destinamos el 1 por ciento al cártamo, tendríamos 500 millones de kilos en una cosecha con alto rendimiento?, destacó Trucco.
Pidió a los empresarios ver “cómo podemos como empresarios inmiscuirnos en el mundo de la ciencia, para lograr crear empleo y producción”.
“Si queremos ser un actor económico en serio, debemos tener un marco claro respecto de que los creadores deben recibir una justa recompensa por su trabajo, si pensamos que será gratis, nos pasará lo mismo que con la energía, que creímos que era gratis y nos quedamos sin ella”, sostuvo Trucco.
Sobre la propiedad intelectual, dijo que “en cierto nivel de toma de decisiones existe la idea de que tener un marco robusto en la producción industrial es extranjerizante, porque pensamos que es un tema de los mundos desarrollados”.
El CEO de Bioceres dijo que los precios de las commodities tienden a “igualar los costos de producción”, por lo que subrayó la importancia de buscar nuevas alternativas con valor agregado.
Trucco dijo que las empresas de punta vienen a jugar un rol central ante el dilema que enfrenta el negocio agropecuario.
“Hoy los precios de las commodities tienden a igualar los costos de producción. Es un negocio muy finito en una carrera por la eficiencia, que tiene salida cuando aparece una tecnología disruptiva y permite un salto”, señaló.
Trucco pidió pensar en la ciencia “no como la consecuencia del desarrollo, sino como su punto de partida”.
Dijo que el cultivo de soja mostró fuertes desequilibrios producto de una inmensa incorporación de conocimiento.
Señaló que el hecho más trascendente tiene que ver con las variedades transgénicas en la década del 90, y eso en Argentina se dio en un momento en que se empezaban a difundir otras técnicas como la siembra directa.
“Empezamos a caer en la trampa de que los precios vuelven a ser similares a los costos, lo cual genera tensiones, por eso se pide bajar las retenciones, reducir los costos de logística, pero tengo una óptica distinta, que es apuntar a incorporar tecnología de punta para sumar valor agregado”, señaló.
En ese sentido, mencionó el caso del cártamo -en Argentina está el SPC-, para acumular en sus granos una enzima industrial, que permiten obtener un rendimiento de 5.000 dólares el kilo.
¿Qué pasaría si modificáramos la siembra de soja -Argentina produce 50 millones de toneladas- y destinamos el 1 por ciento al cártamo, tendríamos 500 millones de kilos en una cosecha con alto rendimiento?, destacó Trucco.
Pidió a los empresarios ver “cómo podemos como empresarios inmiscuirnos en el mundo de la ciencia, para lograr crear empleo y producción”.
