Una nueva edición de las Mercedes-Benz Art
Talks se llevó a cabo el 3 de octubre en MALBA en el marco de la
muestra “Yoko Ono. Dream Come True”, la primera exposición
retrospectiva en la Argentina de la famosa artista.
Conjuntamente
con arteBA Fundación, Mercedes-Benz Argentina invitó a galeristas,
coleccionistas, autoridades del Museo Nacional de Bellas Artes y
amigos de la marca como Julia Converti, Santiago Soldati, Mariel
Quintana, Marcos Gastaldi, Mercedes Corte, Facundo Gómez Minujín,
Alicia De Arteaga, entre otros.”
Gustavo
Castagnino, director de Relaciones Institucionales de Mercedes-Benz
Argentina fue el encargado de recibir a los invitados y dar la
bienvenida. La
charla del Mercedes-Benz Art Talk fue moderada por la periodista
experta en arte Celina Chatruc quien entrevistó a Renata Cervetto,
coordinadora de educación del Museo. El encuentro cerró con una
visita guiada a cargo de Clara Ríos.
Yoko
Ono es pionera y figura ineludible del arte conceptual y
participativo contemporáneo. La muestra está compuesta por más de
80 trabajos, que incluyen objetos, videos, films, instalaciones y
registros sonoros producidos desde mediados de los 50 hasta hoy, y
tiene como eje las llamadas Instrucciones,
que Ono viene desarrollando desde hace más de sesenta años. El
título de la muestra puede ser leído como una metáfora de su
trayectoria artística pero también como un comentario a la
situación global de nuestra época que, según Ono, puede ser
mejorada a través de la participación conjunta y el intercambio
creativo.
Asociada
con el arte conceptual, la performance, el grupo neovanguardista
Fluxus y los happenings de los 60, Ono ha sido, sobre todo, una
pionera en el cuestionamiento del concepto y el objeto de arte. Ha
roto las fronteras tradicionales que dividen las distintas
disciplinas artísticas y, al invitar a los espectadores a jugar un
papel activo en la producción de la obra, ha creado un nuevo modo de
relación con ellos.
Usando
un lenguaje claro y universal, Ono produce objetos, eventos, rituales
y acciones, cuya precisa elaboración se completa a través de la
participación del público. Las instrucciones son piezas compuestas
por mensajes simples y poéticos,
que invitan a los espectadores a realizar determinadas acciones, como
escuchar el sonido de la Tierra girando o encender un fósforo
y observar hasta que se consuma‖.
El
proyecto expositivo contempla dos instancias: por un lado, la propia
muestra en las salas de MALBA; por el otro, la exposición y difusión
de gran parte de las obras en el espacio público, los medios masivos
de comunicación, Internet y las redes sociales. De este modo, las
instrucciones pueden aparecer para ser leídas en los muros de la
sala de exposición, en las páginas de un periódico, como parte de
un Festival de danza, en un cartel en mitad de una avenida
importante, una parada de colectivo o en el subte; o para escucharse
a través
de altavoces, de una radio, dichas al oído.
Se pueden recibir en emails, a través de las redes sociales o como
una imagen que se viraliza en Instagram.
De
este modo, Yoko Ono amplifica el alcance de una obra con un fuerte
compromiso social y político, a partir de su militancia a favor de
movimientos como el feminismo, el pacifismo y el ecologismo. En Dream
Come True, la artista nos
invita a atravesar una experiencia transformadora en nuestra relación
con nosotros mismos y con los demás.
Las
instrucciones de Yoko no son una creación ensimismada que pretenda
ser meramente comunicada, sino que intentan devolver, a quienes las
escuchan, la conciencia de ese lugar, de ese mundo en el que están,
con los problemas, aspiraciones, deseos, frustraciones, y demás
cuestiones sociales y políticas que los afectan. De ahí que la obra
de Yoko Ono pueda leerse como un corpus teórico con una agenda
política, desde sus comienzos hasta hoy.
Sobre
Yoko Ono
Nació
en 1933 en Tokio, Japón, 1933. Vive y trabaja en Nueva York.
Proveniente
de una familia tradicional japonesa, vivió durante su infancia en
ciudades como Nueva York, San Francisco y Tokio y recibió desde muy
temprana edad educación musical. Fue la primera mujer admitida en la
carrera de Filosofía de la universidad japonesa Gakushuin y más
tarde se licenció en poesía y composición contemporáneas en el
Sarah Lawrence College.
Así
comenzó una carrera artística vinculada al arte conceptual y
participativo, la música de vanguardia, los films experimentales y
las performances. En contra de las expectativas familiares, Yoko se
unió a un grupo de artistas en una época próspera para el arte de
vanguardia en Nueva York. Allí formó el movimiento Fluxus junto a
George Macuinas. Fluxus buscaba deshacerse de las restricciones
propias de la formación artística clásica. Rápidamente, sus obras
generaron un fuerte interés en personalidades del mundo del arte
como Peggy Guggenheim y Marcel Duchamp. Su trabajo era único al
punto tal que no era incluido en exhibiciones grupales. Así llegué
a ser famosa no como miembro de un grupo sino como Yoko Ono‖,
recuerda la artista. En 1964, publicó
Pomelo [Grapefruit],
su mítico libro de instrucciones.
En 1966 conoció a John
Lennon, quien no solo se convirtió en su pareja sino en co-autor de
un conjunto de performances, films y piezas musicales. Su vinculación
a la música pop fue creciendo y juntos crearon la banda Plastic Ono
Band. Yoko
Ono notoriedad por ser conocida por ser la segunda esposa de John
Lennon, a quien le dedicó parte de su trabajo. Ambos se casaron en
Gibraltar el 20 de marzo de 1969. Después
de la muerte de Lennon, Ono permaneció en un período de duelo por
varios años, y realizó varias producciones en relación a su estado
de pérdida.
A
partir de 1989 y en los años 90, volvió a presentar exposiciones
que incluyeron, entre otras obras, una nueva serie de esculturas
hechas en bronce, muchas de las cuales aludían a sus obras de los
60. Desde principios del siglo XXI se mantuvo muy activa, realizando
intervenciones en internet, espacio público y colaboraciones
musicales con reconocidos artistas contemporáneos, desde The Flaming
Lips a Cibo Matto, pasando por Cat Power, Peaches y DJ Spooky.