El teniente primero de la Policía Bonaerense, Pablo Elmo Román, relató cómo sucedieron los hechos la noche que arrestaron al ex secretario de Obra Pública del kirchnerismo, José López, con bolsones repletos de dólares y un arma de fuego.
El efectivo policía, en diálogo con Radio Nacional, relató que eran cerca de las 4 de la mañana y él se encontraba a unas 20 cuadras del convento Nuestra Señora del Rosario de Fátima, ubicado en General Rodríguez, cuando recibió la alerta.
“Llegamos por un llamado del 911, donde nos dicen que había un ‘Natalia’ (sujeto no identificado) que estaba tirando unas bolsas para el lado del monasterio y que había un vehículo en la parte de afuera”, dijo y agregó que tardó unos tres minutos en llegar y el auto en marcha, estacionado en diagonal y con las luces encendidas.
“En un momento fui yo a tocar el portero eléctrico de las monjitas y no salía nadie. Estuve unos 5 o 6 minutos”, continuó, en ese momento, los efectivos policiales encontraron a la persona que había dado la alerta al 911, un hombre llamado Jesús que estaba esperando “escondido en la oscuridad” en el patio su casa.
El efectivo policial contó que se identificó como tal y le informó a la monja de la situación, pero ésta minimizó la situación y se negó a abrir la puerta “estamos bien, acá no saltó nadie”, recibió como respuesta.
Román dijo que luego de hablar con este hombre volvieron a insistir en la puerta del convento: “tocamos y nada. Empezamos a tocar sirenas y nada. Vuelvo a tocar el portero. No sale nadie”. Unos minutos más tarde contestaría una de las hermanas de avanzada edad”.
Finalmente, la hermana accedió a que los policías ingresaran a la propiedad. “Cuando se va abriendo el portón, hacemos dos pasos y el hombre este (López) venía caminando, estaba comiendo scones. Y por precaución nos quedamos”.
Román relató el siguiente diálogo con el ex secretario K:
— ¿El Monseñor Laguna?
—Hace 20 años que murió.
—Dejó el vehículo afuera, ¿no tiene miedo de que se lo roben?
—No, no importa
—Hace 20 años que murió.
—Dejó el vehículo afuera, ¿no tiene miedo de que se lo roben?
—No, no importa
Fue en ese momento que los policías le pidieron los papeles correspondientes al auto, sin embargo, López manifestó que no los tenía. “Yo lo veía que o se hacía o no estaba en sus cabales. Estaba atento y le había dicho a mis compañeros que estuvieran atentos por si tenía un arma, no sabíamos nada”, relató el teniente primero.
Luego, los efectivos continuaron conversando con López en un intento averiguar qué estaba pasando:
—Yo te conozco a vos.
—Yo también te conozco.
— ¿Sabes qué? Llamó el papa Francisco y quiere saber qué son esas bolsas que tiraste adentro.
—No.
—Queremos saber qué hay en las bolsas esas.
—Yo también te conozco.
— ¿Sabes qué? Llamó el papa Francisco y quiere saber qué son esas bolsas que tiraste adentro.
—No.
—Queremos saber qué hay en las bolsas esas.
“Ahí me dejo de hablar, no me miró más. Y le digo al Capitán que vamos a ingresar. Porque hay algo que no cierra. Acá algo va a pasar”, contó Román.
En ese momento, el policía decidió entrar junto a una compañera y evaluar la situación, fue entonces cuando descubrieron el arma de fuego. “Ahí digo que voy a esposar a este hombre. Cuando yo me le acerco a López, le digo que tiene un fierro y me le abalanzo, del otro lado lo agarra mi compañera y le pusimos los ganchos”, relató.
Luego de efectuado el arresto, el teniente y un capitán pidieron permiso para volver a acceder al monasterio pero volvieron a encontrar resistencia: “les pedimos que nos abrieran y no querían. Pero al final nos abren”, dijo. Una vez adentro, hablaría con Alba, una monja de 95 años, quien le confesó: “Me viene a pedir perdón porque él robo la plata pero era para llevar al monasterio”.
Fue durante el segundo ingreso, cuando abrieron los bolsones, que descubrieron el botín de López: “semejante barbaridad de plata nunca había visto”, recordó Román.
Cabe recordar que el efectivo policial y tres compañeros fueron ascendidos por su “honestidad, lealtad y capacidad”, luego del arresto del ex funcionario.
seprin