Se mantienen las caídas en la apertura de las bolsas europeas tras los fuertes descensos de ayer. Los mercados de riesgo, ávidos de liquidez, han reaccionado muy mal a la decisión del BCE de no ampliar la cuantía de la QE. Reacción que nos sugiere una clara debilidad subyacente, pues la decisión, como tal, tiene un efecto económico muy limitado.
Hoy se publicarán importantes datos de empleo en EE.UU., aunque parece que la decisión de la Fed de subir sus tipos de interés en su reunión de la próxima semana está ya tomada.
Hoy se publicarán importantes datos de empleo en EE.UU., aunque parece que la decisión de la Fed de subir sus tipos de interés en su reunión de la próxima semana está ya tomada.
El Eurostoxx 50 cae un 0,37% a 3.331 puntos. Ibex 35 -0,6% a 10.032 puntos.
Los analistas de Link realizan el siguiente comentario de apertura: Las elevadas expectativas de los mercados no fueron “satisfechas” ayer por el Consejo de Gobierno del BCE y, tal y como adelantamos que podría ocurrir, los mercados financieros sufrieron un duro castigo. Éste no se limitó a la renta variable, que cayó ayer con fuerza, sino que también afectó a los bonos, cuyas rentabilidades se dispararon al alza y, sobre todo al euro, divisa que se revalorizó con fuerza respecto al resto de principales monedas, recuperando casi un 3% respecto al dólar durante la sesión.
Entendemos que esta reacción de los mercados estuvo propiciada, además de por las mencionadas elevadas expectativas que habían puesto en la reunión de ayer del Consejo de Gobierno del BCE muchos inversores, por otros dos factores de tipo técnico:
i) muchos activos mostraban síntomas de sobrecompra, especialmente los bonos soberanos y la renta variable, y
ii) en el euro se mantenían muchas posiciones cortas que ayer, tras conocerse las medidas adoptadas por el BCE, fueron cerradas a toda prisa.
Dicho esto, y teniendo en cuenta que el deterioro técnico sufrido por los principales índices bursátiles europeos no se va a “arreglar” de inmediato, por lo que es posible que éstos cedan algo más en las próximas sesiones, señalar que seguimos siendo positivos con la renta variable europea de cara al 2016. Así, y tal y como vienen mostrando los últimos indicadores macroeconómicos, las economías de la Zona Euro están creciendo a un ritmo moderado pero sostenido –ayer las lecturas finales de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios confirmaron este hecho-, mientras que el desempleo sigue, poco a poco, descendiendo. Además, los bajos precios de la energía son un acicate para el consumo privado en una región netamente importadora de petróleo y gas, mientras que la debilidad del euro, a pesar de la brusca recuperación de ayer -creemos que la tendencia frente al dólar seguirá siendo a la baja en los próximos meses dada la divergencia entre las políticas monetarias de la Reserva Federal (Fed) y del BCE-, favorecerá las exportaciones de la región, como lo ha venido haciendo este año a pesar de la debilidad de la demanda china y de los países emergentes.
A todos estos factores hay que unir el mantenimiento de la política monetaria expansiva por parte del BCE. En este sentido, señalar que, si bien los inversores esperaban “mayor agresividad” por parte del BCE, no podemos dejar de reconocer que la máxima autoridad monetaria de la Eurozona adoptó nuevas medidas relevantes, medidas que sólo hace un par de años eran impensables. Así, bajó hasta el -0,30% el tipo al que remunera los depósitos de los bancos en la institución, tasa que forzará a éstos a poner en movimiento gran parte de esta liquidez, probablemente vía la concesión de créditos. Además, alargó en seis meses el actual programa de compra de activos en los mercados secundarios, lo que supone compras adicionales por importe de EUR 360.000 millones. Por último, amplió a los bonos de ayuntamientos y regiones el “mercado objetivo” de su programa de compras. A medio plazo estas nuevas medidas deben servir para impulsar el crecimiento económico en la región o, al menos, evitar que ésta entre en una nueva recesión. La inflación, por su parte, seguirá débil pero se verá favorecida por el menor impacto que en ella tendrán los precios de la energía a partir de ahora.
Así, aunque pensamos que las bolsas pueden ceder todavía algo más de terreno –insistimos que el daño técnico sufrido ayer por los índices y por muchos valores fue grande-, vemos en esta corrección una muy interesante oportunidad de compra en bolsa europea, siempre que el horizonte temporal de la inversión sea a medio plazo.
Señalar, por otro lado, que la bolsa estadounidense también sufrió ayer un duro castigo. Tras un comienzo titubeante, poco a poco se fueron imponiendo las ventas ante la casi completa seguridad por parte de los inversores de que la Fed subirá tipos a mediados de diciembre por primera vez en casi 10 años. En este sentido, podemos afirmar que “la actuación” del BCE, quedándose “corto” respecto a lo que esperaba el mercado, y la consiguiente recuperación del euro frente al dólar facilitan este movimiento por parte de la Fed, y así lo entendieron los inversores.
La negativa reacción del mercado se explica por el temor de muchos inversores de que la Fed pueda estar equivocándose dado que la economía estadounidense no está todo lo fuerte que debería estar para que el banco central inicie el proceso de subidas de tipos. En este sentido, señalar que, si bien es cierto que los últimos indicadores generan algunas dudas sobre esta fortaleza, especialmente los relacionados con los sectores industriales, también lo es que el mercado laboral sigue mostrando gran solidez. Además, estamos convencidos de que el proceso de subidas de tipos va a ser lento y gradual, por lo que su impacto en la economía real va a ser mínimo. Entendemos que la Fed dejará muy claro este hecho cuando anuncie su decisión.
HOY serán precisamente los datos de empleo estadounidenses del mes de noviembre los que monopolicen toda la atención de los inversores. Así, unas cifras que muestren que la generación de empleo en EEUU sigue mostrando robustez creemos que servirán para tranquilizar a los inversores que temen que la Fed se esté precipitando y, probablemente, sirvan para estabilizar las bolsas. Unos malos datos, por el contrario, creemos que serán muy mal recibidos por los inversores, lo que podría hacer que la corrección de ayer fuera a más en los próximos días, arrastrando tras de sí al resto de bolsas occidentales.
De momento, y antes de empezar a tomar posiciones, esperaríamos a que las bolsas se estabilicen ya que existe el riesgo de precipitarse y entrar antes de tiempo. Por último, señalar que hoy se reúne en Viena el cartel de la OPEP, y aunque no creemos que se vaya a anunciar ningún recorte de la producción, sí es posible que se hable de forma oficiosa de recortes en el futuro. Por tanto, el precio del crudo será otra variable a vigilar por los inversores.