La Reserva Federal fue la auténtica protagonista durante la semana pasada, tras anunciar la subida de tipos de interés hasta +0,25% / 0,50% tras 7 años en niveles mínimos. El mercado reaccionó de forma positiva a este incremento de los tipos de interés ya que el primer movimiento se ajusta al patrón esperado por el mercado y el mensaje de la Fed estuvo enfocado en transmitir tranquilidad al mercado asegurando que el proceso de subida de tipos sería progresivo.
La visión más positiva acerca de la evolución del empleo sugiere que la Fed está convencida de que la economía mantendrá su ritmo expansivo a pesar del progresivo aumento de los costes de financiación y la apreciación del dólar.
Por último, las referencias de Janet Yellen a que el ritmo de aumento de los tipos de interés sería gradual y la rebaja de las perspectivas de inflación sugieren que la Fed no tendrá presión para subir los tipos de interés de forma tan rápida como en anteriores ciclos de subida. La acogida favorable del mensaje de la Fed permitió que las bolsas europeas cerraran la semana al alza, a pesar de que el S&P500 retrocedió penalizado por unos precios de las materias primas que continúan presionados a la baja y generan incertidumbre por su impacto sobre los emergentes y los efectos de segunda ronda en economías desarrolladas.
Esta semana, las bolsas podrían registrar moderados retrocesos, condicionadas por un calendario atípico, con una semana con sólo 3 sesiones y media por la celebración de la Navidad. Además, el mercado carece de catalizadores relevantes en las próximas jornadas. La macro podría resultar algo decepcionante en EE.UU., con una revisión a la baja del PIB del 3T’15 y unos pedidos de bienes duraderos en descenso. En el mercado doméstico, se abre un compás de espera hasta que se configure la formación de un nuevo gobierno resultante de las elecciones del 20 - D, que han dado lugar a un Parlamento más fragmentado que obligará a la formación de coaliciones o a legislar con acuerdos puntuales entre varios partidos.
Por último, un tercer factor que puede pesar sobre las bolsas es la segunda lectura que pueda hacer el mercado de la estrategia de la Fed en 2016: el promedio de estimaciones de los consejeros de la Fed sitúan los tipos de interés en 1,375% a finales de 2016 nivel que no se corresponde con una subida lenta de los tipos y puede generar ciertas dudas en el mercado.
En consecuencia, el mejor escenario para las bolsas en las próximas jornadas sería una consolidación de niveles. Sin embargo, si elevamos la perspectiva hacia el conjunto de 2016, consideramos que las bolsas atesoran valor. El crecimiento estimado de los resultados empresariales será todavía modesto en el primer trimestre del año, pero las bolsas se deberían ver respaldadas por un ciclo global que continúa siendo expansivo a pesar de la ralentización de los emergentes y unos costes de financiación en niveles muy reducidos en las principales economías desarrolladas. En un contexto de tipos de interés cercanos a cero y precios elevados en los bonos de alta calidad, la abundante liquidez proporcionada por los bancos centrales se dirigirá hacia la renta variable, que seguirá siendo un activo protagonista en nuestras carteras modelo. Una perspectiva más amplia de nuestra estrategia de inversión se refleja en nuestro informe trimestral 1T16:
Por último, las referencias de Janet Yellen a que el ritmo de aumento de los tipos de interés sería gradual y la rebaja de las perspectivas de inflación sugieren que la Fed no tendrá presión para subir los tipos de interés de forma tan rápida como en anteriores ciclos de subida. La acogida favorable del mensaje de la Fed permitió que las bolsas europeas cerraran la semana al alza, a pesar de que el S&P500 retrocedió penalizado por unos precios de las materias primas que continúan presionados a la baja y generan incertidumbre por su impacto sobre los emergentes y los efectos de segunda ronda en economías desarrolladas.
Esta semana, las bolsas podrían registrar moderados retrocesos, condicionadas por un calendario atípico, con una semana con sólo 3 sesiones y media por la celebración de la Navidad. Además, el mercado carece de catalizadores relevantes en las próximas jornadas. La macro podría resultar algo decepcionante en EE.UU., con una revisión a la baja del PIB del 3T’15 y unos pedidos de bienes duraderos en descenso. En el mercado doméstico, se abre un compás de espera hasta que se configure la formación de un nuevo gobierno resultante de las elecciones del 20 - D, que han dado lugar a un Parlamento más fragmentado que obligará a la formación de coaliciones o a legislar con acuerdos puntuales entre varios partidos.
Por último, un tercer factor que puede pesar sobre las bolsas es la segunda lectura que pueda hacer el mercado de la estrategia de la Fed en 2016: el promedio de estimaciones de los consejeros de la Fed sitúan los tipos de interés en 1,375% a finales de 2016 nivel que no se corresponde con una subida lenta de los tipos y puede generar ciertas dudas en el mercado.
En consecuencia, el mejor escenario para las bolsas en las próximas jornadas sería una consolidación de niveles. Sin embargo, si elevamos la perspectiva hacia el conjunto de 2016, consideramos que las bolsas atesoran valor. El crecimiento estimado de los resultados empresariales será todavía modesto en el primer trimestre del año, pero las bolsas se deberían ver respaldadas por un ciclo global que continúa siendo expansivo a pesar de la ralentización de los emergentes y unos costes de financiación en niveles muy reducidos en las principales economías desarrolladas. En un contexto de tipos de interés cercanos a cero y precios elevados en los bonos de alta calidad, la abundante liquidez proporcionada por los bancos centrales se dirigirá hacia la renta variable, que seguirá siendo un activo protagonista en nuestras carteras modelo. Una perspectiva más amplia de nuestra estrategia de inversión se refleja en nuestro informe trimestral 1T16: