Cuando se aproxima el fin de año no nos queda otra que empezar a ocuparnos de saludos, encuentros y obsequios de despedida. Formales, informales, de trabajo, familiares, sociales, convenientes o necesarios, de alguna u otra manera, todos ellos se hacen presente. Por eso, es imprescindible encontrar el tiempo para la tarjeta, el saludito, el whatsapp, la visita, la comida, el brindis…y vamos por ahí agotados, confundidos, aburridos y saturados repitiendo las mismas frases hechas y sintiendo que todo se reduce a un desgaste de energía inútil del que no puede uno zafarse.
Desde 100% Vos Mismo creemos que utilizar este movimiento a favor depende de nuestra gestión de los tiempos, de nuestra capacidad de establecer prioridades y de nuestra creatividad. En el caso de los vínculos familiares o sociales, es fundamental definir cuáles serán los encuentros que realmente queremos tener. Definir tiempos y no dejar todo para los últimos 15 días como si el mundo se acabara el 24 y recomenzara el 6 de enero, y si no te ves en esos días, algo malo va a pasar.
Perder el miedo a decir “no”. Darnos cuenta que, si a una persona no la vimos en todo el año, no tiene sentido tratar de enmendar la situación a los tumbos en 10 días. Será cuestión de analizar un poco más a fondo, qué lugar ocupa en nuestra vida. Pensar primero qué quiero hacer para las fiestas, qué deseo, y qué puedo. Ser más honestos y menos forzados. Buscar formas creativas y divertidas de estar presente sin ir personalmente, de recordar a alguien sin cumplir con el brindis, de hacerle llegar nuestro cariño sin morir en el intento.
Por ejemplo:
- Enviar un regalo simple y original por mensajero para sorprender a alguien que queremos, pero no solemos ir visitar por falta de tiempo (como flores, una bolsa con golosinas, algún adorno navideño para que sume a su decoración, unas cookies hechas por nosotros, etc.).
- Organizar con la familia ampliada (aquellos con los que probablemente no vamos a reunirnos) un “amigo invisible” y que cada uno tenga que agasajar solamente una persona.
- Viralizar los buenos deseos: iniciar un “brindis virtual” en el que cada uno de nuestros contactos sume su buen augurio y lo siga compartiendo.
- Cambiar nuestros estados de FB, Instagram, Whatsapp por un lindo mensaje abierto a todos.
A nivel laboral, es importante entender que tenemos que aprovechar el esfuerzo, el contacto, el saludo para transformarlo en una herramienta de promoción, en un reforzamiento de la alianza lograda, en una propuesta nueva de trabajo conjunto.
Aprender a comunicar de maneras diferentes, usando el humor, la creatividad, la inteligencia y la empatía,puede generar reacciones muy interesantes y positivas y ser la “puerta de entrada” para un nuevo vínculo que comience o se refuerce durante el ciclo siguiente. Hacer que los saludos de un fin de ciclo “inauguren” propuestas nuevas para el año que entra, es una buena manera de aprovechar nuestras energías. Sabemos que tenemos que hacer una movida, transformemos lo inevitable en necesario y constructivo. Salir del esquema repetitivo, evitar las fórmulas pre armadas, soltar el vacío y transformarlo en un intercambio vital y positivo.
Por ejemplo:
- Compartir un “caso de éxito” para motivar a otros a sumarse a nuestras propuestas.
- Ofrecer dos o tres tips de gestión positiva en nuestro mensaje, relacionados con nuestro quehacer, como regalo para nuestros clientes y seguidores.
- Organizar un sorteo original, si somos una empresa de servicios, que impulse al que gane a realizar una acción similar a la que reciba. “Vouchers de acción” para hacer entre todos, un mundo mejor.
- Invitar a nuestros clientes y potenciales a un encuentro inspirador, una charla en la que puedan conocernos y llevarse propuestas de cambio: un desayuno compartido, un after office, un mini recital…y si no contamos con el espacio o los recursos para hacerlo, podemos realizar un video, promover una idea, proponer un cambio a través de un mensaje más personal y directo…
- Repartir entre nosotros y nuestros empleados a los distintos clientes y generar un saludo personalizado, directo y cálido, que muestre que somos un equipo proactivo y creativo..
Desacartonar el saludo, salir del “Feliz año nuevo”, utilizar el esfuerzo como una estrategia de marketing positivo, sumar crecimiento y acción, sería el modo más eficaz de atravesar el cambio de año de una manera productiva y feliz.