La agencia estatal de noticias Telam difundió un despacho titulado "Desde Cambiemos, ponen en duda la continuidad de YPF estatal y dijo que 'no es relevante la soberanía hidrocarburífera'". El cable fue reeneviado, además, por el equipo de prensa de Alberto Pérez (considerado el verdadero responsable de la pobre performance electoral de Daniel Scioli), que lidera Carlos Gianella. Pero hay un grave error conceptual en Telam/Gianella.
(Urgente24). La petrolera YPF no es una empresa estatal sino una persona jurídica regida por la Ley de Sociedades Anónimas, con un capital social de propiedad mixta con mayoría estatal. Tal como lo explica Wikipedia, "En 2012, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció el envío al Congreso de un proyecto para expropiar el 51% del capital accionario de YPF, que fue convertido en ley el 3 de mayo de ese mismo año."
Es decir que el 51% del capital fue expropiado, a un precio multimillonario con el cual se indemnizó a la petrolera española Repsol.
La propia YPF explicó en su Memoria y Balance: "(...) En este marco, modificó la estructura accionaria de la Sociedad al declarar de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% del patrimonio de YPF S.A. representado por igual porcentaje de acciones Clase D de la empresa, pertenecientes a Repsol YPF S.A. (hoy Repsol S.A.), sus sociedades controladas o controlantes, directa o indirectamente."
Del 51% expropiado, un 49% se destinó a las provincias y el 51% restante al Estado Nacional.
El capital social está representado por 4 clases de acciones: el Estado controla la clase A (3.764 acciones, de las cuales 1.000 acciones son del Estado), la B (7.624 acciones), la C (40.422 acciones) y la D (393.260.983 acciones, de las cuales 200.589.525 acciones son del Estado).
La cantidad de acciones cuyos derechos ejerce el Estado Nacional asciende a 200.590.525.
O sea que hay un 49% fuera del control del Estado, y está disperso entre accionistas minoritarios del país y el exterior (mediante certificados ADRs). YPF cotiza en la Bolsa de Buenos Aires y en el New York Stock Exchange, conforme a las leyes estadounidenses.
Por ejemplo, al final del ejercicio fiscal 2013, el Poder Ejecutivo Nacional tenía 51% del capital social, Repsol tenía 11,9% y en Bolsa había 37,10%.
Sin embargo, el discurso K afirma algo diferente, y el comando de campaña de Daniel Scioli repite la inexactitud.
Muy grave que la agencia de noticias Telam demuestre tanta ignorancia en alguno de sus periodistas. Más grave es que quienes son funcionarios públicos provinciales con ínfulas de funcionarios públicos nacionales conozcan tan poco de la estructura estatal.
Aquí el texto en cuestión, surgido de la pluma disparatada de Telam, multiplicada por el comando de Scioli:
"Ciudad de Buenos Aires (Télam). El ex presidente de Shell y actual coordinador de energético de Cambiemos, Juan José Aranguren, propuso "evaluar el plan de negocios de la compañía para poder recomendar o no la continuidad de este tipo de administraciones", al ser consultado por la posibilidad de que YPF deje de ser una empresa estatal, y aseguró que "no es relevante recuperar el autoabastecimiento y la soberanía hidrocarburífera".
"Es necesaria una nueva política energética, que tiene que ser una nueva política económica", resaltó Aranguren durante una entrevista con Canal 26 y sostuvo que "la sociedad no busca un cambio de personas sino cambio de sistema".
En ese sentido, el asesor designado hace meses por Mauricio Macri, expresó que "YPF es una sociedad anónima, por lo tanto la decisión sobre como debe ser la administración de YPF la deben tomar los accionistas de esa sociedad" y agregó que "obviamente el Estado Nacional y las provincias tienen el 50 por ciento pero sigue siendo una sociedad anónima".
"Desde el punto de vista técnico tiene que analizarse qué es lo que se ha hecho en los últimos tres años a la fecha y evaluar el plan de negocios de la compañía, para poder recomendar o no la continuidad de este tipo de administraciones", sostuvo Aranguren.
Asimismo aseveró que hay que "lograr tener un único tipo de cambio y el libre flujo de divisas que entran y salen del país".
Aranguren insistió en la importancia de "reordenar el sector energético" y aprovechó para cuestionar también las políticas de subsidios sostenida por el gobierno nacional y dijo que "los subsidios deben ser a quienes los necesitan y no a todos"".