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Bonadío: “Con la presidente no me voy a meter pero el gordo está adentro”

El fiscal Carlos Stornelli, que mantiene diálogo abierto con Aníbal Fernández, le contó recientemente lo que le había dicho el juez federal Claudio Bonadío: que no se metería con Cristina Fernández pero que llamaría a declaración indagatoria o testimonial a Máximo Kirchner, en el marco de la causa Hotesur. Ante semejante revelación, el Secretario General de la Presidencia se sobresaltó, puso cara adusta y dio por terminada la reunión. Hace tiempo el diálogo con el juez federal lo protagonizaba un importante senador peronista pero esa relación se cortó y ahora sólo queda el diálogo de Aníbal con Stornelli, que viene de cuando este último era Ministro de Seguridad del gobierno de Daniel Scioli y el quilmeño ocupaba la cartera de Justicia y Seguridad nacional. De ahí que la presidente esté seriamente preocupada por el avance de la causa denominada vulgarmente “Hotesur”. Ya comentamos en este portal que en el máximo nivel del poder se le exigió a Francisco Larcher, entonces Subsecretario 8 de la SI, que le ordenara a Jaime Stiusso que se encargara de sacarle de encima al juez federal Claudio Bonadío. A esto Larcher se negó, porque en el máximo nivel no le estaban diciendo que lo recusara al juez sino que lo sacara de circulación literalmente.

Días de sangre

Es sabido que Jaime Stiusso tiene mala relación con Bonadío y lo denunció ante la justicia federal. Pero el ex director de contrainteligencia de la SI se ufana de que nunca se manchó las manos de sangre por ningún gobierno. Entonces Larcher pidió por escrito las citadas instrucciones -algo imposible- y fue eyectado de su cargo. A los pocos días la presidente decidió nombrar a Oscar Parrilli y Juan Martín Mena en lugar de Héctor Icazuriaga y Larcher, lo que produjo la salida forzada de Stiusso de la inteligencia de Estado. Pero se supone que por algún canal el juez Bonadío se enteró de esta charla y no la creyó o bien no le dio importancia. Sin embargo, a mediados de enero apareció el cisne negro de la denuncia de Nisman y a los pocos días, su muerte violenta y dudosa. Entonces el juez federal puso su crecida barba en remojo y habrá pensando que el próximo será él. Cuando el fiscal Stornelli le transmitió la inquietud del gobierno nacional, le habría contestado como titulamos esta nota. Y ayer Bonadío denunció ante los tribunales federales que su secretaria privada recibió el siguiente mensaje: “o se aparta o muere”, lo que confirmó sus peores fantasmas.