Sesión de alta volatilidad en los mercados de valores europeos, que iniciaron el día con fuertes caídas arrastrados por el mal cierre ayer de Wall Street y hoy de las bolsas asiáticas, y por lor rumores sobre posibles presiones de las autoridades alemanas para que no se implante el programa QE, que consiguieron girar a positivo tras la decisión del Tribunal de Justicia de la UE, y que finalmente cierran con caídas cercanas al punto porcentual por el nerviosismo que despierta los próximos eventos claves para los mercados.
La nueva caída del petróleo y la rebaja de previsiones del Banco Mundial también afectaron negativamente a las acciones y bonos del viejo continente.
Poco después de la apertura de las bolsas, con caídas cercanas al punto y medio porcentual, el presidente del BCE afirmaba que el BCE está dispuesto a comprar bonos gubernamentales, mostrando con claridad que no cederá ante las presiones de las autoridades alemanas.
Esta declaración provocó que las fuertes caídas iniciales se fueran mitigando (-0,58% perdía el Eurostoxx tras la primera hora de contratación), descensos que se anularían un poco más tarde cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea daba el visto bueno al programa OMT del BCE. Las conclusiones de su veredicto fueron:
1. El OMT no debe suponer una mayor distorsión de los mercados, permitiendo que el mercado fije los precios.
2. La actuación debe ser proporcionada al momento.
3. Debe ser explicada y su ejecución transparente.
4. Y no debe estar envuelta en programas de financiación de países.
Los inversores volvieron a retomar las compras tras este anuncio, y tras las declaraciones de apoyo y de respecto a la independencia judicial y del BCE de diversas autoridades alemanas. Las subidas en las bolsas europeas se acercaron al medio punto porcentual, después de pérdidas superiores al punto y medio.
Sin embargo, los decepcionantes resultados de JP Morgan y Wells Fargo, así como de las ventas minoristas de EE.UU. en el mes de diciembre, provocaron de nuevo incremento en la presión vendedora y caídas cercanas al punto porcentual.
Un hecho notable que ha sucedido en la sesión es los mínimos alcanzados por la deuda estadounidense tras el mal dato de ventas minoristas al que hacíamos antes referencias. La rentabilidad del bono a 30 años alcanzaba mínimo histórico, mientras que la de los bonos a menor plazo mínimo de más 2 años. Existe un fuerte miedo entre los inversores de que nos adentremos en un escenario deflacionista a nivel global (Japón y Europa ya están, y EE.UU. corre el riesgo), lo que está provocando compras de los bonos estadounidenses y por tanto caída de sus rentabilidades.
Esta tarde, Charles Plosser, presidente de la Fed de Filadelfia, afirmaba que los bajos tipos de interés de EE.UU. de su deuda a largo plazo reflejan los problemas en Europa y la seguridad de los bonos del Tesoro de EE.UU., añadiendo que no ve un escenario deflacionista en EE.UU. Los inversores no opinan lo mismo.
Volviendo a los mercados, es probable que la volatilidad en los próximos días sea elevada, debido a los importantes hechos económicos a los que nos enfrentamos en los próximos días: Decisión del BCE sobre la QE, elecciones en Grecia, evolución de las materias primas, grueso de los resultados empresariales del último trimestre, entre otros. Del resultado de estos factores dependerá en gran parte la evolución de las bolsas en este primer trimestre del año.
Para concluir nos gustaría exponer de nuevo nuestro escenario base actual, en el que defendemos que las bolsas a nivel mundial se encuentran en una fase de maduración de la tendencia alcista o fase III.
Durante esta fase, que puede durar hasta tres años históricamente, las acciones suelen comportarse bien incluso con los diferenciales de crédito al alza (en comparación con la fase II, en la que suben las acciones mientras los spreads de crédito caen).
En este momento del ciclo, los sectores cíclicos se comportan mejor que el conjunto del mercado igual que las acciones de gran capitalización y los sectores de crecimiento. También es probable que veamos algunas burbujas en determinados sectores y un aumento de la volatilidad. El fin del mercado alcista, según el ciclo acciones/crédito, vendría con diferenciales de crédito por encima de los 600 puntos básicos y un giro del ciclo de beneficios a nivel global.
Respecto a las valoraciones, el PER ajustado cíclicamente (CAPE) sugiere que los mercados de acciones de Estados Unidos están caros (26x vs 22x media) y los europeos baratos (Europa sin Reino Unido 16x vs 21x media).
Para aprovechar un último impulso alcista - catalizado por las medidas de estímulos del BCE, una estabilización de los PMIs, el descenso del euro y la mejora de los márgenes empresariales - nos decantaríamos por sectores cíclicos europeos dado que 1) los indicadores adelantados se están estabilizando, 2) mejora el momentum de beneficios frente a defensivos y 3) las acciones cíclicas tienen da comportarse mejor que el mercado ante un anuncio de flexibilización cuantitativa por parte del BCE.
Aconsejaríamos crear cartera de acciones ante potenciales caídas a la zona de 9750/9200 del Ibex 35.