El esquema del flamante presidente del Banco Central Alejandro Vanoli gira en torno a la estratégica Superintendencia de Entidades Financieras del BCRA, responsable de auditar todo el sistema bancario y supervisar el mercado cambiario, que estará encabezada por Germán Feldman. El economista es director de la autoridad monetaria y ocupaba el cargo de vice de ese órgano desde noviembre del año pasado. Las designaciones buscan reforzar los controles del mercado cambiario y la coordinación de las inspecciones. Por eso, al listado de movimientos se sumó el nombramiento de Pedro Biscay, hasta ahora responsable del área de Fraudes Económicos y Bancarios de la PROCELAC, en el directorio del BCRA. El abogado acompañará a Feldman en la conducción de esa entidad. Ambos están vinculados a Axel Kicillof y a Carlos Gonella, titular de la PROCELAC (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos). Esta fiscalía antilavado ya había empezado la casa de brujas después de la última devaluación, dispuesta el 23 de enero pasado, al denunciar judicialmente a la petrolera Shell y al banco HSBC de provocar el “deslizamiento” cambiario. La denuncia resultó un fiasco, porque la petrolera había comprado dos millones de dólares para girarle utilidades a su casa central, con el correspondiente permiso de las autoridades monetarias, lo que demostró claramente que esa compra no desencadenó la devaluación sino que el BCRA la decidió por la amplia brecha cambiaria y por la pérdida diaria de reservas que llegaba a 300 millones de dólares por día hábil.
Ahora, después del discurso presidencial del martes pasado, en el cual se denunció que había 80.000 expedientes por infracciones a la ley penal cambiaria “encanutados” en el Banco Central, es decir, no se tramitan, lo que motivó la renuncia indeclinable de Juan Carlos Fábrega y su reemplazo por Vanoli, presidente de la Comisión Nacional de Valores. Éste, durante su gestión en esta área, creó una Secretaría de Derechos Humanos, que se dedicó a investigar, junto con Biscay. fiscal adjunto de la PROCELAC, la vieja relación de empresarios y banqueros con jefes del último proceso militar. Este asunto hasta dio lugar a un libro de Horacio Verbitsky, quien exigía una exhaustiva investigación de estos hechos, que no tuvieron eco en las autoridades económicas y tampoco en la justicia. Pero si en la PROCELAC, donde Gonella le dio impulso a ese verdadero disparate y hasta la presidente se sumó a esta línea denunciando a Jorge Brito, dueño del Banco Macro, quien fue detenido sin juicio en el proceso militar por manejos irregulares en la financiera Hamburgo. Así es que el ahora vapuleado presidente de ADEBA bien podría ser indemnizado porque fue una víctima de la dictadura militar. Sin embargo, para los discípulos de Verbitsky, el financista de Old Fund que compró la ex Ciccone siguiendo órdenes de Kirchner, ahora también es un “desestabilizador” junto a José Chicho Pardo, el presidente del banco Mariva.
Cómo sigue
Ayer en Página 12 Verbitsky celebró estas designaciones y describió como ilícito el “contado con liqui”, acusando a los que compran con pesos bonos o acciones en dólares para depositar en una cuenta en el exterior. Pero en realidad esta operatoria viene de lejos, con el plan Bonex, y hay que recordar que Guillermo Moreno la prohibió por un tiempo hasta que Kicillof la repuso para que el blue no se disparara. Lo cierto es que la suba del paralelo y los demás dólares se origina en la abundancia de pesos generada por la emisión monetaria desenfrenada para cubrir el déficit fiscal, que a su vez crea inflación. Entonces, al perder valor el peso, la gente se va el dólar, y no por una conducta delictual, pero la mente estrecha de Verbitsky y sus seguidores, como Vanoli, Feldman, Biscay y Gonella, busca delito donde no existe.
La desesperación del cristinismo por la falta de dólares no afectará sólo al contado con liquidación sino también al dólar ahorro y al dólar tarjeta que se puede utilizar en el exterior sumando el 35% del adelanto del impuesto a las ganancias al precio del dólar oficial. Pero si estas restricciones se toman hoy, no se sabe qué pasara con la oferta de Aerolíneas Argentinas de vender pasajes a Miami desde el 30 de octubre próximo al 30 de junio del 2015 a $ 10.660 y a $ 11.400 para Nueva York, ya que la línea estatal necesita financiamiento y el gobierno trataría de reducir la emisión de pesos. Por lo tanto rifan pasajes y no se sabe qué nueva locura está en preparación.