La intensidad laboral de los jefes de hogar mantiene una tendencia decreciente
En el mundo del trabajo hay tres formas para que una persona aumente sus ingresos: ocupándose en una mejor tarea remunerada, sea a cambio de un salario o de renta; incrementando su productividad y dedicando más horas a su labor. Ninguna es excluyente, sino, por el contrario, son complementarias, y muchas veces el movimiento de una puede ser neutralizado o responder al cambio en otra. Del mismo modo, el curso inverso de esos factores determina un deterioro en su capacidad de obtener recursos y mejorar su calidad de vida. Según la serie de datos difundidos por la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del INDEC desde 2004, IDELAS detectó que la carga horaria del principal generador de ingreso del hogar ha disminuido en forma generalizada en los distintos deciles y aglomerados del país, casi en forma ininterrumpida. Se ubica actualmente, en promedio, por debajo de 40 horas semanales.
------------------------------ ------------------------------ ------------------------------ ------------------------------ ----------
Un nuevo análisis del Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la UCES detectó que “El punto de saturación que alcanzó la actividad económica agregada para sostener el ritmo de recuperación desde el punto mínimo que había caído en 2002, luego de más de tres años de receso, se manifiesta no sólo en el agotamiento de la capacidad para generar empleos netos, sino incluso en la disminución de la intensidad laboral. Esta se define como la cantidad de horas promedio semanal que un trabajador le dedica a su empleo”.
El trabajo privado analizó la estadística del INDEC de Distribución del Ingreso y observó que en el caso del “Ingreso Principal del Hogar” en el primer trimestre de 2014 la cantidad promedio de horas trabajadas fue de 39,8 por semana. Fue la menor de la serie histórica que para ese período que se inició diez años antes.
“La intensidad laboral disminuyó en forma generalizada en la mitad de los 32 aglomerados urbanos, en particular en los sectores de ingresos medios: del tercer al séptimo decil, en comparación con la registrada en similar período de 2013: arrojó un resultado neto levemente negativo en el promedio nacional”.
En la media general se observó que en seis de los diez tramos de ingresos generados por el integrante principal de la familia la intensidad laboral semanal bajó entre 0,4 y 1,6 horas, respecto de un año antes.
Otra característica que mantuvo el análisis de la estadística de Distribución del Ingreso, por decil y por aglomerado, fue que quienes cuentan con mayor capacitación fueron los más propensos a la dedicación intensa a su labor, en una proporción media de dos a uno. Ese fenómeno explica la mitad de la brecha de recursos generados entre extremos.
El cepo cambiario afectó al trabajo
IDELAS consideró que “las medidas adoptadas por el equipo económico a fines de octubre de 2011para optimizar el uso de las divisas, desalentando las importaciones y el pago de dividendos a los accionistas de empresas de capital extranjero radicados fuera del país, no tuvieron efectos positivos sobre la intensidad del trabajo local”. Los más afectados fueron los trabajadores con menor grado de calificación laboral, habida cuenta de que fue en los segmentos de más bajos ingresos los que más vieron recortada la carga horaria, como consecuencia de la pérdida de vitalidad de la actividad productiva y comercial, en particular la vinculada con el ámbito privado.
También IDELAS mostró que en el primer trimestre de 2014 la intensidad promedio del trabajo semanal fue menor a la de diez años antes.
Fuente: IDELAS-UCES sobre la base de datos de Distribución del Ingreso, INDEC
Fuente: IDELAS-UCES sobre la base de datos de Distribución del Ingreso, INDEC