Por más que muchos analistas se empeñen en comparar la situación actual con crisis pasadas, no lograran disminuir nuestra nostalgia por el pasado que no volverá.
Existe un listado interminable con el que se intentan comparar las medidas recientes con las crisis ocurridas en nuestro país. Algunas de las medidas elegidas son las siguientes:
1. La devaluación practicada a mediados de enero con su consecuente impacto inflacionario.
2. El apretón monetario.
3. La suba de la tasa de interés
4. La búsqueda de acuerdo con el FMI
5. La baja de subsidios.
6. El atraso salarial mediante el techo aplicado en paritarias.
Para los nostálgicos estas medidas no tienen nada que ver con el pasado. En efecto existen enormes diferencias. Las principales son las siguientes:
1. Las devaluaciones del pasado eran enormes y en algunos casos continuas. La actual fue sensiblemente inferior y luce acotada en el tiempo.
2. El apretón monetario resulta un juego de chicos si se lo compara con el modelo monetarista aplicado en la época de Martinez de Hoz.
3. La suba de la tasa de interés pretende acotar la demanda de dólares. De acuerdo a los resultados obtenidos hasta el presente la misma se ha reducido. La recuperación de las reservas son una muestra inequívoca.
4. La búsqueda de un acuerdo con el FMI apuntado a abrir los mercados financieros no tiene puntos de comparación con el pasado. El volumen relativo de la deuda pública, especialmente la de carácter externo, hoy es irrelevante.
5. La baja de subsidios si bien es vista como un ajuste fiscal difiere de los ajustes tradicionales. Particularmente porque los fondos obtenidos se orientaran a la política social.
6. El atraso salarial no se compara con el que se daba en otras etapas en las que las paritarias eran inexistentes.
Más allá de las diferencias apuntadas debemos tener en cuenta que hoy existe un modelo heterodoxo. La prueba de ello surge, entre otras cosas, de lo siguiente:
1. Los impuestos a la exportación de productos primarios se mantienen
2. Se mantienen los controles a la importación
3. Se sigue pagando la deuda con recursos propios
4. Se aplican altos impuestos a los autos de alta gama
5. Existe un tipo de cambio para el turismo emisivo.
Juan Latrichano
Analista económico de la CGE