No todo será YPF. El consejo de administración de Repsol también tendrá que aprobar esta tarde el dividendo a cuenta del ejercicio 2013 que entregará en enero. Previsiblemente estará en línea con el entregado a comienzos de este año, que bajo la fórmula del scrip dividend ascendió a 0,473 euros. Salvo sorpresa, el consejo dejará para más adelante la posible entrega de un pago extraordinario por la compensación que, si nada se tuerce, dará Argentina a Repsol por la expropiación del 51% de YPF.
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Repsol volverá a utilizar la fórmula del dividendo flexible que introdujo por primera vez en el complementario de 2011. Será por tanto la cuarta vez que recurra al scrip dividend, que da la opción a los accionistas de cobrar la retribución en acciones o efectivo. El año pasado, pagó 0,473 euros en enero y 0,485 euros en julio. Por tanto, el dividendo total fue de 0,96 euros brutos, lo que supuso una rebaja del 14,28% respecto al año anterior, condicionada precisamente por la expropiación de YPF.

Fuente: Repsol
Las fuentes consultadas señalan que, a falta de que lo apruebe el consejo, el dividendo será “similar” al del año pasado, dejando un margen “muy pequeño” de variación por los ajustes que implica el scrip dividend. El contexto tampoco invita a pensar en una subida de la retribución al accionista, toda vez que Repsol ganó 1.410 millones de euros hasta septiembre, el 17,4% menos que en 2012, como consecuencia de la caída de los márgenes en Europa y el parón de la producción en Libia.
El consejo de Repsol decidirá hoy sobre la oferta de Argentina para compensar a Repsol por la expropiación del 51% de YPF. Lo que ha trascendido es que la Casa Rosada ofrece pagar con deuda argentina por 5.000 millones de dólares, pero falta por conocer qué tipo de bonos son, su liquidez y las garantías que dan. El mercado da por segura la aceptación de la oferta y contempla el reparto de un dividendo extraordinario en 2014 por este concepto.
El dividendo ha sido tradicionalmente una de las batallas de caballo del presidente Antonio Brufau con uno de sus accionistas de referencia, Sacyr. En 2009, Repsol bajó el dividendo de 1,05 a 0,85 euros, lo que provocó el rechazo frontal de Luis del Rivero, entonces presidente de la constructora. Nunca se resolvieron las discrepancias entre el empresario murciano y la gestión de Brufau, hasta el punto de que tres años después trató sin éxito de desbancar al ejecutivo catalán de la presidencia de la petrolera.
Sin embargo, Brufau ganó la partida y tras la salida de Del Rivero, Repsol salió al rescate de Sacyr al comprarle la mitad de las acciones que tenía de la petrolera (equivalente al 10%) cuando los acreedores la dieron un ultimátum. Desde entonces las relaciones se han normalizado entre la empresa y el hoy tercer mayor accionista –por detrás La Caixa y Pemex- con el 9,2% de las acciones.
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