La Corte Suprema de Estados Unidos accedió el lunes a oír la apelación de Daimler AG en una querella contra la automotriz alemana por presunta violación de los derechos humanos de empleados en una planta de Argentina durante la década de 1970.
La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, en San Francisco, había acogido la petición de los demandantes para que la causa fuese procesada en un tribunal federal.
La acusación es que la gerencia de la planta que operaba Mercedes-Benz -propiedad de Daimler - castigaba a los empleados que veía como agitadores del sindicato y también que la firma actuó en conjunto con la dictadura militar que gobernaba Argentina y con las fuerzas policiales.
En otro caso similar, el tribunal limitó la capacidad de los demandantes de invocar el estatuto de reclamación por agravios contra extranjeros, ley de 1789, cuando demanden a empresas por presunta colusión con Gobiernos extranjeros que actúen con violencia.
La corte determinó en la demanda de Kiobel contra Royal Dutch Shell que una corte federal en Nueva York no podría oír las afirmaciones realizadas por doce ciudadanos nigerianos que acusan a la petrolera anglo holandesa Royal Dutch Shell Plc de complicidad en la represión contra trabajadores en Nigeria, entre 1992 y 1995.
Pero el caso de Daimler es distinto, porque se cuestionó si una corte estadounidense tiene la autoridad para oír una acusación contra una corporación extranjera "sólo por el hecho de que una subsidiaria corporativa indirecta realiza servicios en representación del acusado", en el estado donde la demanda se presentó, que en el caso de la firma alemana es California.
Los demandantes afirman que California es una jurisdicción apta para presentar la demanda porque Mercedes-Benz USA, subsidiaria indirecta de Daimler, distribuye autos de Daimler al las concesionarias del estado.
Se espera que los argumentos sean presentados y se tome una decisión durante el próximo período de la corte, que empieza en octubre y concluye en junio del 2014.
reuters