La presidenta Cristina Fernández de Kirchner habría ordenados a sus funcionarios que cierren en diez días las negociaciones con los bancos por la rebaja de las comisiones que cobran a los comercios por las ventas con tarjetas. Y que en caso de no alcanzar un acuerdo, avanzar con la SuperCard.
La mandataria se reunió ayer con Guillermo Moreno, Secretario de Comercio Interior, a quién le reclamó además, que la reducción las comisiones sea desde el 3 a 0,75 por ciento en lugar de 1 por ciento como preveía el funcionario.
Cristina Fernández de Kirchner pidió que se fije un plazo máximo de 10 días para que las tarjetas de crédito tradicionales y los bancos emisores acuerden la rebaja de las comisiones que les cobran a supermercados y otros comercios. Y en caso de que no haya acuerdo, el Gobierno avanzará con una nueva tarjeta de crédito que emitirán las principales cadenas de supermercados. Ese plástico podría emplearse no sólo en los supermercados sino también en casas de electrodomésticos, supermercados chinos, carnicerías asociadas y, probablemente, estaciones de servicio de YPF, según consignaron los diarios Página/12 y BAE Negocios.
Si logra que los bancos y tarjetas reduzcan sus comisiones, el Gobierno acordará con los supermercados mantener el congelamiento de precios hasta el 1º de julio.
Los supermercadistas reunidos en ASU mantuvieron un encuentro ayer en el que unificaron su apoyo a la iniciativa.
Mientras tanto, los bancos y tarjetas mantuvieron hasta ahora, sólo contactos informales entre sí. Sólo Federico Braun, director de Banco Galicia y miembro de la familia controlante de la cadena de supermercados La Anónima, le envió una comunicación al Secretario de Comercio Interior en la que manifestó su acuerdo con la medida, que rebajará costos a la cadena comercial, y consideró que los bancos tendrán que resignar rentabilidad o aceptar la creación de la SúperCard. Los representantes del sector bancario buscarán definir su estrategia de negociación entre hoy y mañana.
Moreno y los supermercadistas que conforman ASU -Carrefour, Walmart, Coto, Jumbo y Disco, entre otros- venían analizando cómo ampliar el congelamiento de precios después del 1º de abril. En ese sentido, los supermercados plantearon que las comisiones que les cobran las tarjetas -entre 1,5 y 3 puntos-, son muy altas, por lo que reflotaron la idea de lanzar una tarjeta propia que funciones para todas las cadenas. Pero para que el proyecto tenga impacto debería ser excluyente.
El fin de semana pasado, los supermercados facturaron 1.500 millones de pesos, de los cuales el 40 por ciento fueron con pagos con tarjetas de crédito. Si se redujeran las comisiones en dos puntos, los comercios se ahorrarían 12 millones de pesos. Por eso, para el Gobierno el ahorro permitirá a los supermercados mantener el congelamiento de precios. En ese sentido, Moreno aceptaría que la industria ajuste sus precios como consecuencia del aumento de costos que implican las actualizaciones salariales, pero no permitirá que se trasladen a los consumidores porque recortará gastos en la vía financiera.
Por su parte, bancos y administradoras de tarjetas de crédito debaten la contraoferta que presentarán a Comercio Interior, que incluiría una rebaja de las comisiones de 3 a 2 por ciento y la restitución de los planes de pago a seis meses sin interés.
Cristina Fernández de Kirchner pidió que se fije un plazo máximo de 10 días para que las tarjetas de crédito tradicionales y los bancos emisores acuerden la rebaja de las comisiones que les cobran a supermercados y otros comercios. Y en caso de que no haya acuerdo, el Gobierno avanzará con una nueva tarjeta de crédito que emitirán las principales cadenas de supermercados. Ese plástico podría emplearse no sólo en los supermercados sino también en casas de electrodomésticos, supermercados chinos, carnicerías asociadas y, probablemente, estaciones de servicio de YPF, según consignaron los diarios Página/12 y BAE Negocios.
Si logra que los bancos y tarjetas reduzcan sus comisiones, el Gobierno acordará con los supermercados mantener el congelamiento de precios hasta el 1º de julio.
Los supermercadistas reunidos en ASU mantuvieron un encuentro ayer en el que unificaron su apoyo a la iniciativa.
Mientras tanto, los bancos y tarjetas mantuvieron hasta ahora, sólo contactos informales entre sí. Sólo Federico Braun, director de Banco Galicia y miembro de la familia controlante de la cadena de supermercados La Anónima, le envió una comunicación al Secretario de Comercio Interior en la que manifestó su acuerdo con la medida, que rebajará costos a la cadena comercial, y consideró que los bancos tendrán que resignar rentabilidad o aceptar la creación de la SúperCard. Los representantes del sector bancario buscarán definir su estrategia de negociación entre hoy y mañana.
Moreno y los supermercadistas que conforman ASU -Carrefour, Walmart, Coto, Jumbo y Disco, entre otros- venían analizando cómo ampliar el congelamiento de precios después del 1º de abril. En ese sentido, los supermercados plantearon que las comisiones que les cobran las tarjetas -entre 1,5 y 3 puntos-, son muy altas, por lo que reflotaron la idea de lanzar una tarjeta propia que funciones para todas las cadenas. Pero para que el proyecto tenga impacto debería ser excluyente.
El fin de semana pasado, los supermercados facturaron 1.500 millones de pesos, de los cuales el 40 por ciento fueron con pagos con tarjetas de crédito. Si se redujeran las comisiones en dos puntos, los comercios se ahorrarían 12 millones de pesos. Por eso, para el Gobierno el ahorro permitirá a los supermercados mantener el congelamiento de precios. En ese sentido, Moreno aceptaría que la industria ajuste sus precios como consecuencia del aumento de costos que implican las actualizaciones salariales, pero no permitirá que se trasladen a los consumidores porque recortará gastos en la vía financiera.
Por su parte, bancos y administradoras de tarjetas de crédito debaten la contraoferta que presentarán a Comercio Interior, que incluiría una rebaja de las comisiones de 3 a 2 por ciento y la restitución de los planes de pago a seis meses sin interés.