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Lejos de los problemas con los holdouts, bonos corporativos ganan hasta 9 por ciento


Los bonos corporativos emitidos en el exterior se pudieron despegar notoriamente de la deuda emitida por el Gobierno argentino en Nueva York. Mientras que los títulos públicos que se rigen bajo ley neoyorquina acumulan caídas superiores al 10% en lo que va de 2013, sucedió todo lo contrario con las ON que cotizan en ese mercado. Las subas son prácticamente generalizadas y en algunos casos superan el 9%.
Este comportamiento demuestra que los inversores no ponen a todas las emisiones argentinas en la misma bolsa, sino que diferencian según el peligro de verse afectados por un fallo adverso de la Cámara de Apelaciones neoyorquina.
Una decisión adversa de la Justicia norteamericana afectaría directamente a los bonos que emitió el Gobierno argentino en los canjes de 2005 y 2010 en sendas reestructuraciones de deuda.
La lista incluye sobre todo a los bonos Par, Discount y Global 2017, como al cupón PBI, en todos los casos para las series colocados bajo ley neoyorquina. También se emitieron estos títulos con legislación local y con ley europea, que quedarían al margen de lo que defina la Justicia en las próximas semanas.
Lo mismo sucede con los bonos corporativos: no se verán afectados si los jueces fallan en contra de la Argentina. Es decir que no quedarían sujetos a embargos ni se interceptarían judicialmente los pagos que transfieran las compañías para que cobren los inversores extranjeros.
Una de las más beneficiadas por esta situación es Pan American Energy. A fin de 2012, el bono que vence en 2021 cotizaba a u$s87. Pero ayer finalizó a u$s94, lo que representa un salto del 8%. Con esta variación, el título quedó con un rendimiento del 9%, cuando llegó a superar el 12% en los momentos de mayor incertidumbre.
Otro de los papeles que tuvieron una fuerte apreciación en el año es el bono de Banco Macro al 2017. A fines del año pasado se ubicaba en u$s 84, pero en apenas dos meses pasó a u$s92, un incremento del 9,5 por ciento.
También se registraron subas, pero menos significativas, en otro títulos como el emitido por IRSA (de u$s92,50 pasó a u$s94,50) y el de Arcor, uno de los pocos que se ubican por encima de la par y cotiza a u$s107, un rendimiento del 5,53%. Está incluso mejor que su cotización original.
¿Cuáles son los riesgos de la deuda corporativa? Los más visibles son dos según Ambito. En primer lugar, que el Gobierno impida la transferencia de dólares para hacer frente a los vencimientos de deuda. Hasta ahora no sucedió y el Gobierno procura dejar claro que se respetarán los vencimientos que se les presenten a las compañías.
Otro peligro, en esa misma dirección, es que se pesifique compulsivamente la deuda que vence en dólares, un "fantasma" que creció cuando se tomó esa medida con deuda del Chaco. Pero con el paso de las semanas quedó claro que se trató de un caso particular, sin intenciones de generalizarse.
Por supuesto que un fallo adverso al Gobierno que obligue a un default técnico (es decir que los vencimientos no se puedan pagar en tiempo y forma) le pegaría fuerte a la cotización de estas compañías.
La diferenciación no benefició de la misma manera a la deuda con ley Nueva York emitida por las provincias. Aunque el pago de estos bonos tampoco se vería afectado por un fallo adverso contra el Gobierno nacional, los inversores prácticamente los ponen en la misma categoría que la deuda soberana.
El bono Tango, emitido por la Ciudad de Buenos Aires y con vencimiento en 2017, por ejemplo, cerró 2012 a u$s89 y ahora se ubica en u$s86,5. Algo parecido sucede con el título de la Provincia de Buenos Aires a 2018. Pasó de u$s73 a u$s70,5 en el primer bimestre.
Uno de los pocos que tuvieron un comportamiento favorable fue el fideicomiso de Chubutcon regalías hidrocarburíferas: mejoró desde u$s87,5 hasta u$s92,5 (equivale a un rendimiento de apenas un 10,5%), lo que dejó claro la preferencia de los inversores por este instrumento que cuenta con garantías reales.
No es casualidad que una misión de funcionarios de esa provincia haya pasado por Nueva York hace diez días, pensando en salir al mercado si mejora el clima en relación con la Argentina, algo poco probable en el corto plazo.