La CGT que conduce Antonio Caló espera retomar en tres semanas las tratativas formales con el Gobierno por la reforma del impuesto a las Ganancias.
Para el Poder Ejecutivo, los cambios en el tributo configuran una herramienta clave para moderar los aumentos salariales de las próximas paritarias en un tope cercano al 20 por ciento. Y para buena parte los gremios más afines a la Casa Rosada, la rebaja de la carga del impuesto sobre los salarios emerge como una condición necesaria y previa a la discusión de los aumentos, aunque no aceptan cualquier techo salarial inferior a una inflación que estiman en el orden del 25 por ciento.
Esta postura gremial fue blanqueada por el titular del gremio de Luz y Fuerza y dirigente del llamado grupo de los "gordos", Oscar Lescano, quien dijo al diario El Cronista Comercial que "antes de discutir los aumentos (de sueldos) tiene que resolverse lo de Ganancias", descartando que la rebaja impositiva pueda hacer que los gremios acepten un tope del 20 por ciento para la recomposición salarial.
Además, señaló que en la negociación salarial de su actividad ese nivel de incremento sería solamente para el primer semestre y con la garantía de una discusión de una suba adicional para el resto del año.
En el entorno de Caló estiman las discusiones por Ganancias se iniciarán después del 20 de enero, por lo que apuran el texto final de la propuesta de cambios elaborada por la entidad, con el asesoramiento de ex funcionarios de la AFIP como Alberto Abad y economistas como Daniel Carbonetto.
Esta propuesta contempla la suba del mínimo no imponible y la modificación integral de las alícuotas y escalas del tributo, de manera de reducir la carga impositiva sobre los salarios inferiores a 20 mil pesos.
nosis