El Gobierno dejó ayer en claro su intención sobre las negociaciones paritarias, al menos hasta abril.
Así lo hizo en una reunión en la cartera laboral con representantes de las entidades financieras y el gremio de La Bancaria, al señalar que cualquier acuerdo debe respetar dos condiciones, ya que no aceptará acuerdos de menos de un año y no avalará, al menos hasta abril, ninguna suba superior al 20 por ciento.
Si no es en estas condiciones, Trabajo aclaró que no firmará el acuerdo que ya habían negociado los hombres del gremio que maneja Sergio Palazzo y las entidades que representan a los bancos, compañías financieras y al Banco Central.
Casi al fin del encuentro llegaron la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, y el subdirector de Relaciones del Trabajo, Adrián Caneto, además de las autoridades de las cuatro cámaras que representan a la banca.
Por la Asociación Bancaria solamente estuvieron dirigentes de terceras líneas.
El Gobierno aprovechó el encuentro para enviar un mensaje claro y directo a La Bancaria, gremio cercano a Hugo Moyano: no avalaría plazos menores a un año ni un piso de aumento salarial de 24 por ciento.
Además, Trabajo rechazó el pedido original del sindicato de postergar directamente la reunión.
La Asociación Bancaria había pedido postergar hasta mañana la reunión convocada para ayer en Trabajo, junto a las cámaras, con el objetivo de avalar y cerrar el acuerdo firmado en privado fuera de la sede del ministerio.
En el encuentro el Gobierno tenía previsto comunicar en forma oficial a las partes que el acuerdo salarial acordado por un trimestre no sería homologado, porque la cartera laboral sólo tiene en cuenta los convenios suscriptos al menos a un año de plazo.
Por su parte, el ministro Carlos Tomada iba a intentar hubiera marcha atrás con el acuerdo que incluye pagos remunerativos de 1.444 pesos para enero, febrero y marzo, y otra suma de 770 pesos no remunerativa como «anticipo salarial».
El Gobierno les aclaró que no tiene problemas en avalar este acuerdo ni la cifra no remunerativa, siempre que quede en claro en el documento final que el alza salarial pactada como piso para el sector no es del 24 sino del 20 por ciento.
De parte de las entidades empresarias también se había informado que ése era el porcentaje real de suba salarial para el sector.
El cálculo se tomaba a partir de la comparación del pago de los 1.444 pesos mensuales como adelanto de lo que se resuelva en las futuras negociaciones paritarias, sobre el promedio de los trabajadores bancarios, pero el gremio lo tomaba sobre los empleados con menor nivel salarial percibían.
Si bien ambas interpretaciones serían correctas. Sin embargo, el Gobierno quiere garantizar que en el acuerdo que se firme el miércoles figure explícitamente que el incremento será para todos los trabajadores bancarios como pago a cuenta, y que luego se aclare que se negociará el resto del incremento para todo el año.
Además Trabajo exigirá que quede claro en el documento que se trata de un anticipo de las paritarias de los bancarios y que las negociaciones finales se realizarán desde los últimos días de marzo en adelante.
Si no es en estas condiciones, Trabajo aclaró que no firmará el acuerdo que ya habían negociado los hombres del gremio que maneja Sergio Palazzo y las entidades que representan a los bancos, compañías financieras y al Banco Central.
Casi al fin del encuentro llegaron la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, y el subdirector de Relaciones del Trabajo, Adrián Caneto, además de las autoridades de las cuatro cámaras que representan a la banca.
Por la Asociación Bancaria solamente estuvieron dirigentes de terceras líneas.
El Gobierno aprovechó el encuentro para enviar un mensaje claro y directo a La Bancaria, gremio cercano a Hugo Moyano: no avalaría plazos menores a un año ni un piso de aumento salarial de 24 por ciento.
Además, Trabajo rechazó el pedido original del sindicato de postergar directamente la reunión.
La Asociación Bancaria había pedido postergar hasta mañana la reunión convocada para ayer en Trabajo, junto a las cámaras, con el objetivo de avalar y cerrar el acuerdo firmado en privado fuera de la sede del ministerio.
En el encuentro el Gobierno tenía previsto comunicar en forma oficial a las partes que el acuerdo salarial acordado por un trimestre no sería homologado, porque la cartera laboral sólo tiene en cuenta los convenios suscriptos al menos a un año de plazo.
Por su parte, el ministro Carlos Tomada iba a intentar hubiera marcha atrás con el acuerdo que incluye pagos remunerativos de 1.444 pesos para enero, febrero y marzo, y otra suma de 770 pesos no remunerativa como «anticipo salarial».
El Gobierno les aclaró que no tiene problemas en avalar este acuerdo ni la cifra no remunerativa, siempre que quede en claro en el documento final que el alza salarial pactada como piso para el sector no es del 24 sino del 20 por ciento.
De parte de las entidades empresarias también se había informado que ése era el porcentaje real de suba salarial para el sector.
El cálculo se tomaba a partir de la comparación del pago de los 1.444 pesos mensuales como adelanto de lo que se resuelva en las futuras negociaciones paritarias, sobre el promedio de los trabajadores bancarios, pero el gremio lo tomaba sobre los empleados con menor nivel salarial percibían.
Si bien ambas interpretaciones serían correctas. Sin embargo, el Gobierno quiere garantizar que en el acuerdo que se firme el miércoles figure explícitamente que el incremento será para todos los trabajadores bancarios como pago a cuenta, y que luego se aclare que se negociará el resto del incremento para todo el año.
Además Trabajo exigirá que quede claro en el documento que se trata de un anticipo de las paritarias de los bancarios y que las negociaciones finales se realizarán desde los últimos días de marzo en adelante.
nosis