Las bolsas en Asia cedían el lunes con los inversores recogiendo ganancias de un repunte de año nuevo que llevó a los mercados a máximos en varios meses, aunque las acciones financieras se fortalecían luego de que los reguladores globales decidieron relajar los planes para las nuevas reglas de liquidez de los bancos.
Los precios de las materias primas se mantenían estables en su mayoría, apoyados por datos que mostraron que la economía de Estados Unidos continúa en una senda de recuperación lenta pero constante, que impulsaron a las acciones de Wall Street a máximos en cinco años.
"Simplemente parece que los mercados están entrando en una fase de consolidación tras las recientes ganancias y con la mayoría de los mercados cotizando en máximos de 12 meses", dijo Stan Shamu, estratega de mercado de la firma financiera IG en Melbourne.
El dólar caía frente al yen, alejándose de un máximo en dos años y medio que registró contra de la moneda nipona, con los inversores ajustados a la posibilidad de más estímulos monetarios en el 2013 del Banco de Japón y menos de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El índice MSCI de acciones asiáticas fuera de Japón , que alcanzó el jueves su nivel más alto desde agosto del 2011, perdía un 0,1 por ciento, mientras que el índice Nikkei de la bolsa de Tokio retrocedió después de tocar un máximo de 23 meses en las primeras operaciones para cerrar con una baja de un 0,8 por ciento.
El subíndice del sector financiero del referencial MSCI se afirmaba después de que el Comité de Basilea de supervisores bancarios acordó el domingo dar a los bancos cuatro años más y una mayor flexibilidad en establecer bases de efectivo para que puedan utilizar parte de sus reservas y ayuden a las economías en dificultades.
Las acciones de HSBC Holdings en Hong Kong subían un 1 por ciento, mientras que Banking Group Ltd de Australia y Nueva Zelanda ganaba un 0,6 por ciento.
Las acciones de los exportadores japoneses fueron apoyadas por la tendencia de debilitamiento del yen, que cotizaba en torno a 87,85 dólares, un alza del 0,3 por ciento en el día, después de que la moneda estadounidense llegó a subir el viernes hasta 8,40 yenes, su nivel más alto en casi dos años y medio.
El dólar registró una ganancia de alrededor de un 2,7 por ciento contra el yen la semana pasada, su mayor alza semanal en más de un año. Sus avances se aceleraron después de que minutas de la reunión de diciembre de la Reserva Federal mostraron que algunos legisladores habían considerado abandonar el programa de compra de bonos de la Fed tan pronto como este año.
Por el contrario, muchos inversores están apostando a que el nuevo Gobierno de Japón, encabezado por el primer ministro Shinzo Abe, presionará para debilitar el yen e impulsará un agresivo estímulo fiscal.
Aunque el dólar podría retroceder frente al yen dada la rapidez de su avance durante el mes pasado, su tendencia alcista parece probable que se mantenga intacta, dijo Hiroshi Maeba, jefe de operaciones cambiarias de UBS en Tokio.
"Mi sensación es que el mercado aún podría subir adicionalmente", dijo Maeba. "Creo que (el nivel de) 90 yenes podría ser alcanzado muy pronto", agregó.
El dólar se afirmaba contra el euro, que cotizaba en torno a 1,3035 dólares.
El índice estadounidense S&P 500 cerró el viernes en su nivel más alto desde diciembre del 2007 después de que datos mostraron un ritmo constante de crecimiento del empleo y una enérgica expansión del sector de servicios en la mayor economía del mundo.
Esto ofreció apoyo a las materias primas sensibles al crecimiento, con el cobre exhibiendo escasa variación justo debajo de 8.100 dólares la tonelada, mientras que el crudo Brent de Londres cedía levemente a cerca de 111,20 dólares.
El oro al contado subía un 0,3 por ciento a alrededor de 1.660 dólares la onza.
reuters