Las características de la economía argentina obligan
al Banco Central a mantener un elevado nivel de reservas
internacionales. Mientras que el Central emite pesos cada vez más, los
agentes económicos quieren cada vez menos pesos a causa de la inflación;
percepción de atraso cambiario; política fiscal, monetaria y cambiaria
no sostenibles. La política monetaria expansiva para financiar al Tesoro
y la política de pago de deuda (en dólares) con reservas del BCRA
deterioran la calidad de la contabilidad de la autoridad monetaria. La
relación reservas / base monetaria se deterioró 63 puntos porcentuales,
cayendo de 149% (2009) a 86% (2012).

Cristina Fernández de Kirchner utilizó su discurso para anunciar un plan de construcción de viviendas populares para instalar el concepto de la necesidad del ajuste, tal como lo señaló ya Urgente24.
El ajuste de las cuentas fiscales es impostergable y será
muy complicado porque ocurre en un contexto de menor crecimiento de la
economía e inflación muy elevada, y tendrá consecuencias políticas.
El gobernante Frente para la Victoria intentó negar la necesidad
del ajuste, al que, con una estupidez llamativa, endilgó una concepción "neoliberal"
cuando, en verdad, se trataba de recuperar el superávit fiscal que
perdió Cristina Fernández, deteniendo la expansión del gasto público ya
que la recaudación de ingresos ha llegado a una meseta que, de
ejercer más presión sobre los contribuyentes, y en un escenario de menor
poder político, podría derivar en rebeldía fiscal.
El ajuste de las cuentas públicas, de alcanzar éxito, permitiría recuperar alguna confianza en el peso,
tan vapuleado por la irresponsabilidad de las autoridades en la
administración de la necesaria relación entre las reservas
internacionales del Banco Central y la expansión de la base monetaria.
Resulta muy grave la pérdida de toda racionalidad al respecto, enfoque
que comenzó en días de Néstor Kirchner y no ha cesado.
El deterioro de las reservas internacionales es la
demostración más concreta de la debilidad de la economía de Cristina
Fernández de Kirchner, y expone las limitaciones de su ambición a
continuar en el poder.
Con la actual posición de reservas, que fueron dilapidadas durante la gestión de la Presidente de la Nación, la Argentina es muy vulnerable a los complejos escenarios externos posibles. Esta apreciación lleva a un debate: ¿cuál sería el stock de reservas apropiado para hoy día?
2 consultoras (Economía & Regiones, y Massot & Monteverde) han difundido en días recientes, documentos muy importantes acerca de cuál es la coyuntura.
En el caso de Economía & Regiones, aqui algunos conceptos:
> "(...) Un banco central debe mantener mayor cantidad de
reservas cuanto menos pueda apreciarse o depreciarse el tipo de cambio
sin generar desestabilizaciones macro.
Las reservas óptimas también son función de la fortaleza de la demanda de dinero.
Frente a una demanda de dinero extremadamente sólida, no es
necesario guardar reservas. Este sería el caso de la Reserva Federal de
EEUU, que emite (dólaresd) la moneda que todos los agentes económicos
utilizan de reserva de valor; más aún en épocas de inestabilidad
económica y financiera.
Por el contrario, un banco central que emite una moneda que no
es utilizada como reserva de valor debería atesorar la mayor cantidad de
reservas posibles; más si hace política monetaria expansiva emitiendo
dinero que la gente no quiere.
La estabilidad macroeconómica argentina requiere una
estabilidad del tipo de cambio y paralelamente nuestra demanda de dinero
doméstico es débil, por lo que sería aconsejable que el BCRA tuviera
una elevada cantidad de reservas internacionales.
Es más, considerando que Argentina no tiene acceso a
los mercados voluntarios de financiamiento y que la deuda se paga con
dólares del Central, la autoridad monetaria debería acumular reservas
para apuntalar su política cambiaria y su demanda de dinero.
Sin embargo, a pesar que la coyuntura macroeconómica
(tipo de cambio cuasi fijo y débil demanda de dinero) sugeriría que se
acumularan reservas, el BCRA pierde dólares.
En mayo 2012 el stock de reservas experimentó una caída
interanual de -9.6%. Es más, en los últimos 9 meses el Central perdió
dólares todos los meses, acumulando una caída de US$ 3.410 millones
punta a punta.
Ni siquiera el férreo control cambiario en conjunción con el
período de mayor liquidación de exportaciones de soja (marzo / mayo)
lograron impedir la sangría de reservas, que cayeron US$ 600 millones
durante los meses que van desde noviembre‘11 a mayo’12.
urgente24