Economía en el consumo y un andar confortable son los puntos fuertes de la versión sedán 1.4 HDI del Peugeot 207 Compact. Con estética vigente y equipamiento acorde, integra una familia muy exitosa.
Cuando las siglas HDi o TDi, que identifican a las mecánicas diesel, pierden terreno de manera paulatina en los planes de las automotrices que producen o importan autos en y a nuestro país, el grupo PSA sigue apostando por este tipo de propulsores.
Ya se comentó en su momento cuando probamos el Citroën C4 hatchback HDi 1.6 de 110 CV (VER NOTAS: "Citroën renueva la confianza en el diesel" y "Citroën C4, crónica de un trasplante exitoso"), también utilizado por el 408, y ahora volvemos a la carga sobre el tema al subirnos a esta versión sedán del Peugeot 207 Compact dotada, al igual que una de las versiones del bicuerpo, del motor 1.4 de 8 válvulas con 70 CV (el que lleva el C3) y prestaciones un tanto más modestas que el discontinuado 2.0 de 90 caballos, pero adecuadas para un auto que no es deportivo y que apunta a aquel usuario que sigue apreciando las bondades –estrictamente económicas- de este tipo de motores.
Estética
A mitad de camino entre una evolución del 206 y una adaptación del 207 europeo, este producto luce equilibrado en sus formas aunque no logra disimular su transformación de bicuerpo a sedán. Idéntico a su hermano “rabón” desde la trompa, la metamorfosis se aprecia al final del pilar C, donde nace el voladizo que permite dar forma al tercer volumen. Recordemos que ambas siluetas fueron actualizadas en la primera mitad de 2011 mediante de detalles estéticos como la moldura cromada en los laterales; la grilla blanca en las ópticas de atrás y el fondo blanco del instrumental, en lugar de negro.
Interior
Esta versión tope de gama se diferencia de la XR y XS por incluir detalles que le aportan un estilo de categoría superior, como volante forrado en cuero y aluminio en el pomo de la palanca de cambios y la pedalera. Es un ambiente bien presentado, con terminaciones cuidadas aunque mejorables y superficies que en la sumatoria total aprueban el examen.
La posición de manejo se logra de inmediato por las múltiples regulaciones y permite una postura relajada que con el correr de los kilómetros (recorrimos casi 1.000) se agradece. Adelante se viaja cómodo, con butacas de cierto perfil deportivo, aunque atrás sigue siendo ajustado, más que nada en el espacio para las piernas. Aunque el baúl no sobresale entre sus rivales, los 385 dm3 están bien para una estructura compacta.
En la dotación destacamos: el sistema de audio más moderno y equipado, que al lector de CD y MP3 con comandos al volante agrega entrada auxiliar, manos libres Bluetooth y audiostreaming -que permite reproducir música almacenada en un celular u otro dispositivo de almacenamiento-; sensores de estacionamiento traseros; levantavidrios (en las cuatro puertas) y espejos eléctricos; computadora de a bordo y cierre centralizado. No vamos a dejar pasar dos puntos que nos parecen objetables: las teclas levantavidrios muy chicas y ubicadas en una posición poco feliz, a un costado del freno de mano; además de los comandos del sistema de audio, poco intuitivos. Con frenos ABS; airbags frontales; faros antiniebla delanteros y traseros, se defiende bien en lo que hace a seguridad, aunque tengamos que anotar como ausentes los ganchos Isofix y el tercer apoyacabeza central.
Su corazón
El órgano vital de esta versión es también el aspecto más novedoso. Una mecánica que dibuja sonrisas por su consumo austero más que por su performance. Una estructura de cuatro cilindros con inyección directa (norma anticontaminante Euro 4) de 1.398 cm3 que entrega 70 caballos a un régimen de 4.000 vueltas, y un torque de 16,3 kgm a 2.000 rpm. Rendidor como pocos, ya que se pueden recorrer casi 700 kilómetros sin repostar viajando a un promedio de 130 km/h. Claro que no seduce por su agilidad ni reprises ruteros, pero se ajusta perfectamente a los parámetros de auto urbano de perfil familiar. Entonces, dejando pretensiones deportivas de lado, no suenan para nada desagradables los 158 km/h de velocidad máxima, ni los 16,6 segundos para lograr el 0 a 100 km/h.
Una dinámica clásica
Este sedán chico que llega desde Brasil ofrece un desempeño dinámico eficiente, equilibrado. Se lo nota firme por el reglaje del diagrama de suspensiones, que permite un desplazamiento aplomado, una moneda no tan corriente en vehículos de este segmento, que en ruta suelen mostrar su punto más flaco. En el ámbito urbano es muy fácil de llevarlo, ya que la asistencia de la dirección permite movimientos precisos sin el menor esfuerzo. La insonorización está bien trabajada y eleva la nota de confort hasta los valores más destacados de la categoría, más teniendo en cuenta que es un diesel.
Solitario
En épocas en que las categorías en las que las mecánicas a gasoil compiten están prácticamente inhabitadas o parecen una especie en vías de extinción, Peugeot apuesta a un propulsor probado y aprobado, tan confiable como económico. Esta variante tope de gama cuesta 93.600 pesos, a priori un precio que puede sonar elevado, aunque difícilmente sea una limitante para quienes son "adoradores" del HDI sólo por costumbre, o para quienes le rinde sus frutos por que la buena cantidad de kilómetros que recorren anualmente justifica la compra. Las versiones inferiores XR y XS se venden a 78.000 y 87.000 pesos respectivamente. La garantía de 2 años sin límite de kilometraje es acorde al producto, por ende, en la ecuación final, los números parecen cerrar por todos lados.
A favor
Consumo/autonomía
Equipo de confort
Comportamiento dinámico
En contra
Prestaciones en ruta
Caja algo imprecisa
¿Quién no valora una buena autonomía?
enero 24, 2012
e-cars