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El mercado de deuda entra en pánico: bancos y fondos sólo quieren liquidez

Ya nadie compra deuda. A pesar de sus fuertes repuntes, los inversores no consideran ninguna rentabilidad atractiva, ni siquiera el 7% en que hoy se han subastado las obligaciones a 10 años en España. Pero, ¿qué es lo que ha llevado al mercado a esta fase de pánico en la que sólo hay vendedores en busca de liquidez?

La subasta de obligaciones del Tesoro español ha servido para constatar que el mercado de deuda está definitivamente roto. Todo el mundo está huyendo hacia la liquidez, mientras los especuladores (hedge funds) hacen su agosto al creer que el BCE nunca realizará compras masivas de deuda.

Pero, ¿quién vende y por qué? En primer lugar, los bancos europeos, que deshacen posiciones de deuda pública de sus balances para mejorar sus ratios de solvencia y cumplir con lo exigido por la UE.

“Los bancos solo pueden mejorar sus core capital haciendo ampliaciones de capital, dotando reservas con los beneficios o reduciendo su balance manteniendo sus recursos propios. La primera opción tal y como está el mercado es inviable tanto con dinero público como privado. La segunda, con las grandes dotaciones que se verán obligados a realizar los bancos tampoco parece lo más probable. Por tanto, sólo les queda reducir balance”, explica Miguel Paz, director de Gestión de Unicorp Patrimonio.

La deuda pública es uno de sus principales activos (los inmobiliarios son invendibles) y ahora están deshaciendo posiciones a cualquier precio y de cualquier Estado susceptible de empeorar a corto plazo. “Ese dinero se queda en liquidez para amortizar la deuda que irá venciendo en los próximos meses, ya que tampoco tienen forma de encontrar quién le refinancie tal deuda. Así, reducen tanto el activo como el pasivo, y se consigue mejorar los ratios”.

Al igual que los bancos, los fondos de inversión de deuda están cerrando posiciones de los países europeos. “Los gestores de los fondos con posiciones en deuda no alemana están viendo cómo los partícipes no contratan sus fondos por este motivo. De cara al cierre de año, da la sensación de que ninguno quiere tener en su cartera fuertes exposiciones a países con problemas”, dice Paz.

Además, en su opinión, el mercado de CDS (seguros de crédito) no tiene sentido actualmente. “Si tienes un bono de deuda pública europea y te quieres cubrir el riesgo de impago, la única forma de cubrirlo es venderlo. Como la quita es "voluntaria", no la consideran un default por lo que no puedes exigirle a tu asegurador que te cubra las pérdidas”.

Pero tampoco hay gente dispuesta a comprar. De hecho, creen que si las rentabilidades son bajas, no son atractivas, y si son muy altas significa que llevan implícitas un riesgo que hace que los inversores teman entrar.

EL BCE, TABLA DE SALVAMENTO

Para salir de este atolladero, ni eurobonos ni integración política ni fiscal (ninguna goza de la inmediatez necesaria) sirven para Miguel Paz. A su entender la única solución factible es cambiar los estatutos del BCE y copiar a la Fed; es decir, que el BCE no sólo debe controlar la inflación sino también el crecimiento.

El BCE debería comprar deuda de cada país hasta llevarla a unas primas de riesgo teóricas en función de las cuentas públicas, estimaciones de crecimiento y cumplimiento de objetivos. Es decir, si España, que actualmente está dos o tres escalones por debajo de la calificación crediticia de Alemania, debiera tener una prima de riesgo de 150 p.b. el BCE debería comprometerse a mantener la deuda con esa prima, acordando con el Estado español en que dejará de actuar en cuanto las cifras vayan empeorando o comprando más si hacen bien sus deberes”.

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