La industria del automóvil estadounidense, de rodillas hace dos años, celebra en el Salón de Detroit su competitividad renovada ante sus rivales japoneses y europeos, después de sacrificar millones de empleos durante la crisis.
"Estoy orgulloso de decir que (la industria automotriz estadounidense) no sólo aguanta, sino que combate", afirmó este lunes el presidente del Salón de Detroit, Barron Meade, al inaugurarlo oficialmente."Al entrar en el año 2011, los fundamentos del sector a nivel mundial son sólidos", se felicitó Carlos Tavares, jefe de Nissan Américas, en una conferencia de analistas celebrada el domingo. "Esperamos en 2011 un año excelente", insistió el presidente de Daimler, Dieter Zetsche, al presentar los últimos modelos de la clase C de Mercedes.
"Porsche vuelve con fuerza a Detroit", después de cuatro años de ausencia, se congratuló Matthias Müller, presidente del constructor alemán, que este lunes presentó su nuevo deportivo, el '918 RSR'.Meade dijo, no obstante, que el sector no olvida los años de crisis que acaba de atravesar, en los que dos de los 'Tres Grandes' de Detroit, General Motors y Chrysler, tuvieron que declararse en quiebra: "No partimos del principio de que han vuelto los buenos viejos tiempos".
El año pasado, General Motors (GM) y Ford volvieron a tener beneficios, y GM logró incluso la mayor captación de capitales registrada en una entrada en Bolsa. "La divisa en el salón de Detroit parece ser 'GM ha vuelto', aunque su parte de mercado está en el nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial", matizó el experto alemán Ferdinand Dudenhöffer.El tercer constructor de Detroit, Chrysler, volvió este año al salón con una nueva gama de productos, un año después de presentarse sin novedades.
"Decir que estamos emocionados por regresar es un eufemismo", aseguró uno de los responsables de diseño del grupo, Ralph Gilles, al presentar la nueva berlina de lujo del fabricante, el Chrysler 300. La berlina fue "totalmente revisada" y tuvo una inversión de 1.000 millones de dólares, según el presidente, Olivier François. Chrysler espera este año volver a tener beneficios y regresar a la bolsa.GM y Ford también lucen nuevos modelos, principalmente eléctricos: el Volt en el caso del primero, y el Focus para el segundo. Precisamente, el Chevrolet Volt, el coche 'verde' de GM, fue elegido coche del año en el salón, mientras que el Explorer 2011 de Ford fue elegido camión del año."El Volt representa la esencia del nuevo General Motors", comentó Tom Stephens, vicepresidente de las operaciones internacionales de GM, al recibir el galardón."Estas empresas pueden ahora ser rentables incluso con niveles de venta a la baja", destacó Dave Cole, del Centro de investigación automotriz. En los últimos dos años, los fabricantes tuvieron que reducir costes drásticamente, cerrando fábricas, sacrificando millones de empleos y obligando a los trabajadores restantes a hacer sacrificios salariales.Las ventas de automóviles en Estados Unidos se redujeron a 10,4 millones de vehículos en 2009, el dato más bajo desde 1983, y subieron a 11,6 millones en 2010. Los constructores prevén vender entre 12,5 y 13,5 millones de automóviles este año, sin embargo, esa previsión está aún muy lejos de los entre 15 y 17 millones de ventas anuales registrados antes de la crisis.Y aunque los constructores empiezan a contratar de nuevo, la mayor parte de los empleos perdidos no se recuperará, a causa de la mayor productividad. Actualmente, la industria automotriz estadounidense emplea "un millón de personas. Hace cinco años rondaban los 10 millones", apuntó Dave Cole.
afp
La industria del automóvil de EEUU celebra su recuperación en el Salón de Detroit
enero 10, 2011