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López Mena, Llavallol, Trombetta y Sanguinetti inauguraron Jornada sobre “Crisis Mundial”


El presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Uruguaya, Juan Carlos López Mena, sostuvo esta mañana que “si a todas las actividades las ejercemos con un criterio ético, el bien común será una realidad y la convivencia se desarrollará en paz, con igualdad de oportunidades y solidaridad social”.
López Mena expresó estos conceptos al inaugurar una Jornada sobre “Crisis Mundial, antes, ahora y después” en el hotel porteño Alvear, junto al presidente del Consejo Interamericano de Comercio y producción, Arturo Llavallol, el jefe de Gabinete de la Cancillería, Antonio Trombetta, y el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti.
Al hacer uso de la palabra, Llavallol, señaló que “hoy hablar de la crisis, lo que pasó, lo que pasa y lo que va a pasar, significa enriquecernos todos nosotros. De alguna u otra manera tenemos que construir para que nuestros países salgan adelante de esta crisis y poder ser jugadores importantes en el mundo que viene”.
A su turno, el jefe de Gabinete de la Cancillería, Antonio Trombetta, quien leyó un discurso en representación del canciller Héctor Timerman, indicó que “enfrentamos un paradigma que torna inadmisible que el capital se siga colocando más en la escala financiera que la productiva, o a situaciones tales como la falta de representatividad de los países en desarrollo en los organismos internacionales, los nacionalismos mal entendidos que dificultan las soluciones a problemas entre estados, o la existencia de procesos coloniales inaceptables en pleno siglo XXI, particularmente cuando provienen de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Respecto de “la cuestión Malvinas”, dijo que es “una de las situaciones coloniales inadmisibles que aún perduran”.
“Es inconcebible que existan doble estándares en los países que, como el Reino Unido, desoigan a la ONU y en general a toda la comunidad internacional que vienen incansablemente pidiendo que se sienten a discutir y negociar con la Argentina respecto de la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, sobre los que estamos convencidos de nuestros derechos”, precisó.
Trombetta, al leer el mensaje de Timerman, resaltó que “últimamente la intransigencia británica ha abierto un nuevo capítulo debido al a decisión unilateral del Reino Unido de llevar a cabo actividades hidrocarburíferas y ejercicios militares con misiles desde nuestras islas. Es inconcebible que un miembro del Consejo de Seguridad de la ONU insista en ignorar el reclamo del resto del mundo acerca de la necesidad de entablar negociaciones pacíficas sobre el tema de ka soberanía de las Malvinas y las islas del Atlántico Sur”.
Por otra parte, consideró como un “ejemplo de la voluntad de nuestro país de trabajar con una mirada sobre la defensa de los intereses de las generaciones presentes y futuras nuestra actuación para resolver el desacuerdo por la cuestión de pasteras localizadas en el río Uruguay, un recurso natural que compartimos con el hermano pueblo uruguayo”.
“Nuestra postura se basa en la firme voluntad de trabajar para evitar las consecuencias medioambientales que afectan a ambos países. Estamos convencidos que no se trata de un partido de fútbol donde un equipo gana y otro pierde, sino que la pérdida y la ganancia es compartida. Este caso demuestra claramente que en el nuevo escenario, donde prevalecen los problemas transnacionales como el medioambiental, las posturas nacionalistas exageradas no benefician a nadie”, continuó.
Finalmente, el ex presidente de Uruguay y titular de ka Fundación Círculo de Montevideo, Julio María Sanguinetti, celebró el acuerdo al que llegaron Argentina y Uruguay para superar el conflicto generado por la pastera UPN (ex Botnia): “Es algo muy importante. No interesan las responsabilidades. El monitoreo del río, el acuerdo y el entendimiento para poder hacerlo era la solución que siempre debió haber existido. Felizmente, hoy llegaron y nada es mejor que cuando la diplomacia triunfa. Cuando fracasa lo termina pagando toda la sociedad”.