LA SEMANA EN POCAS PALABRAS La Unión Europea aprobó un mega-plan de rescate para los países del “Club Med” que resultó mucho más ambicioso que el otorgado inicialmente a Grecia. El anuncio más trascedente fue lo que muchos denominan “la solución nuclear”: la decisión del Banco Central Europeo de imprimir Euros para rescatar deuda pública.Son buenas medidas, a la altura del conflicto, pero no ponen un punto final a la crisis. El apoyo fiscal y la posibilidad de emitir euros para rescatar deuda de los países en problemas es un “respirador artificial” que permite comprar tiempo para un ajuste fiscal gradual. La medida no soluciona el principal problema de estas economías, que es la pérdida de competitividad y la salida de la recesión.Los mercados permanecen escépticos por los entretelones sociales y políticos detrás de estas medidas. Dudan de las espaldas políticas de los gobiernos para aguantar la recesión y ejecutar los ajustes y de la voluntad política de la UE y del Banco Central Europeo de cumplir con las promesas de rescate.En Argentina, la inflación en abril trajo un respiro después de un comienzo de año vertiginoso. De acuerdo a las mediciones privadas, la inflación minorista se ubicó en un rango del 1,5 al 1,7% m/m. El “vaso medio lleno” muestra que el último dato fue sustancialmente menor gracias al freno de la inflación de alimentos. De acuerdo al IPC-FIEL, “alimentos y bebidas” pasó de un incremento promedio de 4,8% mensual en el primer trimestre a 1,1% en abril. El “vaso medio vacío” muestra que el resto de los rubros del IPC crecieron a un ritmo récord. El IPC sin “alimentos y bebidas” subió en abril 1,9%, un ritmo que anualizado ronda el 25%. En el primer trimestre, había promediado 1,5% mensual (20% anualizado).Este aparente divorcio entre rubros que aceleran y otros que desaceleran se explica en gran medida por los efectos residuales del shock de precios relativos de los alimentos sobre las expectativas de inflación (subieron de 25% a 30% en el primer cuatrimestre) y la política económica (fiscal, monetaria y de ingresos) de convalidación de esas expectativas.El dato más relevante para la macroeconomía quizás sea el retorno de una elevada inflación en dólares. Aún con el alivio de abril, la inflación en dólares navega a un ritmo vertiginoso del 15% anual. Este fenómeno se explica por la combinación de expectativas inflacionarias elevadas con un sector externo robusto. Si no operan cambios en el frente externo (por la crisis europea) esto permite anticipar que esta dinámica continuará a lo largo de 2010 y 2011. Este escenario está dando lugar a un achicamiento del “colchón cambiario” y comienza a presionar sobre la competitividad de algunos sectores industriales.