En el año en 2006 el CIF comenzó a elaborar la Encuesta de Expectativas de Inflación (EI). Este relevamiento, realizado sobre la misma base de encuestados que el Índice de Confianza del Consumidor, tiene como objetivo recabar la opinión del público respecto de la trayectoria del nivel general de precios durante los próximos doce meses. De esta forma, se provee una estimación de la “inflación percibida” esperada que incide, entre otras cosas, sobre negociaciones salariales, decisiones de consumo de los agentes, su apreciación del desempeño de la economía, y su confianza en el gobierno.