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Más alto durante más tiempo no es lo que los inversores quieren oír, pero este mensaje lastró a los mercados mundiales esta semana, ya que los datos económicos resultaron una lectura incómoda. El mercado laboral estadounidense sigue dando muestras de sofoco, y el encarecimiento del petróleo amenaza la reciente evolución positiva de la inflación europea. Un entorno macroeconómico restrictivo y sostenido dificultará el crecimiento y el apetito por el riesgo de los inversores.
Como ya hemos visto este año, en este tipo de entorno las empresas necesitan una buena historia, más que unos buenos fundamentales, para abrirse paso entre el ruido macroeconómico.
Entre estas buenas historias, cabe destacar el éxito de los tratamientos contra la diabetes y la obesidad recientemente lanzados al mercado, que han suscitado un gran optimismo en el sector. También, las ventas de vehículos eléctricos en China siguen mostrando su fortaleza, y los nuevos vehículos anunciados y las mejoras introducidas tanto por los nuevos fabricantes de automóviles como por los ya existentes impulsarán aún más el cambio hacia un futuro más ecológico. Por lo que la IA no es la única historia de hipercrecimiento en el mercado.
El mercado se ha estrechado en medio de la incertidumbre macroeconómica, y no prevemos que eso cambie hasta que la incertidumbre disminuya. Estas exposiciones temáticas siguen siendo un foco importante para los inversores, pero advertimos que no hay que ignorar los fundamentos para exponerse a la buena historia de hoy. Cuando estas historias coinciden con una trayectoria sostenible, y cuando pueden encontrarse empresas de alta calidad a valoraciones atractivas, creemos que existe una oportunidad para el inversor a largo plazo. Cuando estos temas están impulsados por el bombo y la esperanza, seguimos siendo conscientes de lo rápido que puede cambiar el sentimiento.
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