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La prudencia de los bancos centrales al cantar victoria contra la inflación está poniendo a prueba la paciencia de los inversores, que ya han tenido en cuenta que los recortes de tipos de interés pueden llegar más tarde de lo esperado. Es posible que las sorpresas desagradables no hayan terminado.
Los estrategas del Deutsche Bank advirtieron el miércoles en una nota que hay "más margen para la decepción", ya que tanto los banqueros centrales como los inversores exigirán datos de inflación subyacente más bajos para tener más confianza, así como el desfase entre la inflación general y la subyacente, lo que puede molestar al mercado.
Los PMI de la eurozona del miércoles estuvieron significativamente por debajo de la marca de 50, que separa el crecimiento de la contracción, y también mostraron que el sentimiento económico aún es débil, con los servicios cayendo en contracción e igualando el pobre desempeño del sector manufacturero a medida que los consumidores controlaron el gasto.
Sin embargo, la precaución no conduce necesariamente al pánico, señalaron estos estrategas.
"Los mercados de acciones todavía cotizan a bajo precio, al menos en Europa, y las bajas valoraciones son la razón por la que sólo esperamos un ligero revés", añaden.
Otra buena noticia es una economía estadounidense más fuerte de lo esperado, con un ritmo moderado de crecimiento del empleo en julio, lo que llevó a los economistas de Deutsche Bank a mejorar su pronóstico del PIB del tercer trimestre al 3,1% desde el 1,5% trimestre a trimestre.
¿Será esto suficiente para calmar a los inversores mientras esperan que los bancos centrales suavicen su tono?
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